Sabor a ti, Supervivientes, Aquí hay tomate, Sálvame... Si hay un presentador al que Telecinco y Mediaset han sacado partido ese es, sin duda, Jorge Javier Vázquez (52 años). El badalonés lleva prácticamente dos décadas ligado a la cadena de Fuencarral, siendo una de sus caras más visibles y reconocidas por el público.

Esta amplia trayectoria es una de las razones que explican que cada declaración o paso que da Jorge Javier sea considerado noticioso. Sin ir más lejos, esta última semana ha numerosos titulares a raíz de una columna de opinión en la que no dudó en cargar contra colegas de profesión de mucho renombre, incluso de la misma cadena en la que trabaja: "Ves los editoriales de Ana Rosa Quintana (66) y dan ganas de meterte en un convento para que el apocalipsis te pille en silencio. Se llenan los bolsillos a espuertas maldiciendo la época que les está tocando vivir al tiempo que se escandalizan por las colas del hambre. Hipocresía se llama eso".

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No ha sido el único motivo por el que Jorge Javier Vázquez ha sido trending topic en el último mes. Eso sí, el caso que abordamos hoy no tiene nada que ver con valoraciones personales sino con algo mucho más serio como es la salud. Fue el propio presentador el que lo dio a conocer. Tras bromear con su estado físico, "desde África llevo embarazado de nueve meses, desconozco la razón pero prometo que estoy poniendo todo de mi parte para recuperar esa figura mía que tantos suspiros de admiración levanta", Jorge Javier explicó que "me han diagnosticado apnea severa, por lo que tendré que dormir con maquinita. Lo celebro".

Jorge Javier Vázquez en una imagen de archivo. Gtres

Crecimiento

Aunque no se trate de un problema de salud demasiado extendido entre la población (se estima que afecta a un 3,5% de la población mundial adulta), lo cierto es que desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello y la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño advierten de un fenómeno que no conviene perder de vista: la prevalencia de la apnea del sueño ha aumentado un 45% en los últimos diez años.

Pero, ¿qué es exactamente la apnea del sueño? Se trata de un trastorno que puede llegar a ser crónico caracterizado por una respiración interrumpida o muy superficial durante la vigilia. En función del paciente, esas pausas en la respiración se pueden extender desde unos pocos segundos hasta unos minutos. Una de las señales de aviso más frecuentes es el ronquido, aunque más allá de la molestia que puede causar este síntoma la consecuencia directa más habitual en el paciente suele ser la somnolencia durante el día, lo que se traduce en fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse.

Jorge Javier Vázquez tiene que dormir con una máquina debido a su apnea. Gtres

Los especialistas diferencian entre la apnea obstructiva del sueño (la más frecuente), la central y la mixta. Para diagnosticarlo el proceso suele partir de un cuestionario personal del paciente para dar paso a una prueba llamada polisomnografía en un laboratorio del sueño, gracias a la cual se pueden conocer parámetros como el nivel de oxígeno en sangre, los cambios en los niveles de sueño y los movimientos oculares.

Además de seguir una serie de consejos, como mantener una buena higiene del sueño, dormir de lado o perder algunos kilos, el tratamiento de la apnea del sueño puede incluir unos dispositivos intraorales, unas prótesis que se introducen en la boca para mantener las vías respiratorias abiertas. Esta suele ser la solución para los pacientes con síntomas leves o moderados. En casos más severos, como el de Jorge Javier Vázquez se puede optar, efectivamente, por el uso de una máquina que bombea oxígeno. Otra alternativa es la cirugía para corregir problemas en el tabique nasal, en el paladar o en las amígdalas.