Genoveva Casanova (45 años) lleva muchos años en España, pero no olvida las tradiciones más importantes de su país natal y el Día de Muertos, que tiene lugar el 2 de noviembre, es una de ellas. Este año, lo ha celebrado anticipadamente creando, en colaboración con el tequila Don Julio, su propio altar de muertos para rendir homenaje a personas muy importantes de su vida: su abuelo, recientemente fallecido, la que fuera su suegra, Cayetana de Alba, su perrita Balita y su caballo Cadete, que también murió hace unos días.
Flores, dulces, velas y fotografías conviven en este mural que sirve de escenario para la entrevista que EL ESPAÑOL mantiene con la que exesposa de Cayetano Martínez de Irujo (59) para hablar de tradiciones, del presente, del pasado y del amor. No puede evitar emocionarse cuando se le pregunta por algunos temas, y recordar a la duquesa de Alba hace que se le llenen los ojos de lágrimas.
En cambio, hay otros que prefiere no tocar, aunque siempre responde con educación. La supuesta relación de su gran amiga Paloma Cuevas (50) con Luis Miguel (52) es uno de ellos. "No tengo confirmación de que eso sea cierto y no me corresponde a mí a pronunciarme", se limita a comentar con la prudencia que siempre la ha caracterizado.
Genoveva, la festividad del Día de Muertos muestra una manera diferente de entender la muerte que tenéis en México. Usted ha perdido recientemente a su abuelo, ¿esta filosofía ayuda a llevar mejor el duelo?
Sí, claro. Obviamente la tristeza está ahí, la pena que sientes porque alguien se te vaya. Eso no cambia, pero, por ejemplo, para mí, tener a mi abuelo en el altar de muertos y pensar que estoy rindiendo homenaje a una vida maravillosa, me da mucha tranquilidad. Me emociono... Pero sí, nosotros tenemos una forma distinta de relacionarnos con la muerte. Para nosotros el Día de Muertos es más bien una celebración a la vida de nuestros seres queridos y lo que se hace es una fiesta para ellos. Es como una forma de mantenerles vivos. De hecho, lo que creemos en México es que nadie muere hasta que no se les olvida.
Celebra el Día de Muertos cada año, ¿ha trasladado muchas tradiciones mexicanas a su familia, a sus hijos?
Sí que las he mantenido y mis hijos las han vivido, pero es que las tradiciones mexicanas ya se están introduciendo tanto en España, que ya no las echas tanto de menos. En mi casa, cuando invito amigos, siempre hago recetas mexicanas y a mis hijos les encantan mis enchiladas, que las hago con la receta de mi abuela, o el mole. Se vuelven locos. Eso sí, también reconozco que no soy una cocinera de diario.
Conocemos de usted su imagen pública y su historia familiar, pero ¿cómo es Genoveva en la intimidad?, ¿a qué se dedica exactamente?
Soy una mujer muy inquieta intelectualmente y me encanta aprender cosas nuevas. Cuando me apasiono con algo, voy a fondo. He hecho un poco de todo. Me encantó la fotografía y me metí de lleno e hice mi exposición y la lleve por el mundo. Luego me llena muchísimo el trabajo humanitario, me apasiona, es de las cosas en las que más me ayuda a evolucionar. Al final de lo que se trata es de que seamos cada vez mejores personas. Me encanta la literatura, el arte... Me he dedicado a la fundación de mi suegra durante una temporada y muchas otras cosas. Llevo toda la vida trabajando, desde que tenía 16 años. La única vez que paré fue dos o tres años para disfrutar de mis hijos, nada más. Ahora mismo estoy intentando llevar una vida muy tranquila, dedico mi tiempo más a las cosas que me aportan y trabajo en las empresas de Cayetano.
Resulta sorprendente la buenísima relación que mantiene con su exmarido y padre de sus hijos a nivel personal y laboral.
Llevamos trabajando juntos ya muchos años y creo que ha sido muy positivo para los dos. A mí me ayuda a aprender de él muchas cosas y admirarle aún más en el sentido profesional. Ya lo admiraba como jinete, porque ha tenido grandes logros en ese sentido, pero, además, trabajar de la mano de él ha sido muy bonito. Sobre todo porque yo creo que de todas las personas del mundo a quien más me gusta que se sienta orgulloso de mí es Cayetano. A mí me da muchísima autoestima y es un gran apoyo y un gran soporte. Tenemos una relación superbonita, la verdad, somos una familia que nos queremos muchísimo.
También la tiene con su familia política. ¿Cómo ve a Eugenia Martínez de Irujo en esta nueva etapa de su vida junto a Narcís Rebollo?
¡Nunca la he visto tan feliz! Los veo súper compenetrados y felices y soy feliz por ella. Eugenia es una mujer que se merece todo lo bueno.
Pronto se cumplirá el octavo aniversario de la muerte de la duquesa de Alba, ¿cómo la recuerda?
No me pregunte por ella porque enseguida me pongo a llorar... La recuerdo todos los días, pienso mucho en ella. La frase que más me viene a la cabeza es la última que me dijo: "Nunca te olvides que te quiero mucho". Me viene una y otra vez... Como cada añ, el 20 de noviembre, se hará una misa por ella en Sevilla.
Sus hijos, Amina y Luis, se mantienen alejados de la esfera pública por decisión propia, pese a pertenecer a una familia tan célebre y mediática como los Alba.
Cayetano y yo decidimos que así fuera, para protegerlos, hasta que cumplieron 18 años. Luego ellos decidieron mandar un comunicado pidiendo a los medios que respetan su decisión de no ser personajes públicos y a mí me parece una decisión muy acertada, sinceramente. Es totalmente admirable que para ellos sea mucho más importante vivir su vida de una manera privada y yo les apoyo al cien por cien. Estoy seperagradecida de que se les haya respetado.
¿Qué valores les han inculcado Cayetano y usted?
Primero que nada, el trato generoso y bondadoso hacia los demás. Creo que eso ha sido lo más importante para nosotros. Después, el compromiso de trabajar y de tener metas en la vida, sueños e ilusiones y comprometerte con esos sueños. En definitiva, que sean buenas personas, cariñosos, considerados, tratar bien a la gente siempre y ayudar a los demás.
¿Cómo definiría este momento de su vida?
Lo definiría como un momento de mucha armonía, de mucha tranquilidad. Estoy muy en paz. Leo mucho, escribo, me dedico a aprender cosas nuevas. Lo único que a lo mejor me entristece un poco es echar de menos México, pero en España me he sentido siempre súper querida, valorada y aceptada.
¿Y está abierta al amor?
Sí, yo creo que tengo un poco de ganas, me están empezando a dar ganas como de compartir ciertas cosas con alguien, siempre que venga a sumar a mi vida. De todos modos, tengo una familia tan bonita, tan unida... Yo hablo con Cayetano todos los días, todos los días me llama, me pregunta cómo estoy, si necesito algo. Me siento muy querida, muy protegida, muy acompañada tanto por los niños como por él.