Enrique del Pozo (65 años) tiene una vida muy intensa y prácticamente inabarcable en una entrevista. Uno, cuando tiene que prepararse una charla con él, no sabe muy bien por dónde empezar. Tampoco es necesario: rápidamente Enrique coge el timón de la conversación con EL ESPAÑOL. Está excelso y sereno, se diría que en uno de los mejores momentos de su vida.
A nivel personal, felizmente enamorado de su razón de amor, Rubén Sánchez Montesinos (40), el primer atleta culturista abiertamente homosexual. Trabajo tampoco le falta -es de esos hombres que nunca se morirá de hambre-, pero la entrevista de hoy con este periódico se centra, principalmente, en ajustar cuentas con el pasado y también con el presente.
Con personas mediáticas que Enrique del Pozo señala sin ambages. Porque, a su modo de ver, esas personas no se han portado bien y no han estado a la altura. Antes al contrario: han sido "desagradecidas". Del Pozo tiene ganas de buscar justicia, de poner los puntos sobre las íes, de hablar alto y claro. Sin miedo ni mordazas, por más que se las hayan querido poner, según su propio testimonio.
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En este texto, ahonda en las figuras de María Teresa Campos (81) y sus hijas, Terelu (57) y Carmen Borrego (56). También le afea a Rocío Carrasco (45) que no le diera ni un "gracias" por su defensa a ultranza durante más de una década. Pasen y lean.
¿Qué se le pregunta a un hombre que ha hecho de todo en los medios?
Unas cosas las haces mejor y otras peor, hay que tener la curiosidad. A mí cuando me dijeron de trabajar en las televisiones privadas, yo venía de trabajar mucho tiempo en Italia, Estados Unidos... Yo hice una televisión arriesgada.
Se codeó con grandes figuras... y luego no tuvo reparo en reinventarse en Viva la vida.
Yo me fui a Italia 10 años por un motivo personal y profesional. Yo estaba con dos documentales que había dirigido y producido, y se me hicieron ofertas para volver a España. Yo me había ido de España cansado, porque no me sentía motivado, era todo más de lo mismo. Yo le estoy muy agradecido a Raúl Prieto -director de Viva la vida-, porque me sentí, al menos los primeros dos meses, feliz y en casa.
Usted fue gran defensor de Rocío Carrasco...
Yo estuve más de 10 años defendiendo a Rocío Carrasco y eso lo usó Antonio David (46) para acusarme de algo muy grave con menores, a través de una revista. Él era subdirector y cómplice de la revista. Todo eso fue una campaña contra mí por defender a las Campos y a Rocío. Yo por defenderlas me llevé de todo, y eso hizo sufrir mucho a mi madre.
Su madre falleció.
Mi madre se fue a la tumba con ese dolor. Yo nunca he sabido lo que es un gracias por su parte (De Rocío Carrasco). De Rocío Jurado sí, que me llamaba constantemente. Rocío Carrasco es una gran desagradecida. ¿Cuántas veces me llamaba ella cuando iba a Tómbola para que le informara de cosas?
Usted lo hacía sin pedir nada a cambio...
También defendí a la hija de Terelu cuando la ridiculizaron en Aquí hay tomate. Todo eso lo haces porque nace de ti y porque defender a la gente, aunque no te lo pidan, es lo mejor. Mi madre se murió con la pena de que dijeran esas cosas de su hijo y las Campos pasaron. Yo me fui a Italia, dejé pasar 10 años y en ese tiempo ni el pésame ni una llamada me dieron.
¿Cómo definiría a la familia Campos?
Yo he visto cómo las Campos han perdido la dignidad. Pero, claro, cuando ya no tienes dinero para comprarte unos zapatos de 1.000 euros, agachas la cabeza. Las Campos han querido castrarme, evitarme, censurarme... En el programa Cada Día de Antena 3 ocurrió algo. Sufrí una agresión por parte de Jimmy Giménez-Arnau (78), pero esa persona está perdonada. Me pidió disculpas, me dio el pésame por la muerte de mi madre...
¿Qué fue lo que pasó?
Jimmy perdió los papeles y, terminado el programa, bajó, me agarró por la espalda y me pegó dos puñetazos en la nariz, y un puñetazo en el ojo que si me da más abajo me quedo ciego. Las señoras Campos vinieron las tres -la madre, por teléfono- para decirme que, por favor, no denunciara. Que, al fin y al cabo, era algo entre tíos. Me dijeron que no denunciara. Por miedo a que me despidieran, me callé. Ellas ocultaron una agresión.
Pero, a su vuelta de Italia, y después de todo, vuelve a coincidir con ellas en Viva la vida...
Cuando yo vengo de Italia a Viva la vida, vengo con la actitud de paz y pensando en la memoria de mi madre. Yo no fui a pisar la mano a nadie. Pero lo que me encuentro con las Campos es más de lo mismo, su soberbia. Cuando empiezo a decir que me creo algunas cosas de Rocío Carrasco y otras no, no me dejan hablar. Alejandra Rubio (22) un día me llamó en un pasillo 'viejo de mierda'.
¿A qué se debe su salida del programa?
Mi salida de Viva la vida se produce cuando yo amenazo con hablar de aquella agresión en Cada día. Me vetaron. No me dejaban hablar. Me fui cuando se cumplió el contrato. Después de eso, viene el momento en que Rubén va a Supervivientes. Ya desde el primer programa empiezo a notar cosas. Nada más entrar él en el reality, empiezan a ridiculizarle y faltarle el respeto. Todos hablan de sus vidas y a él no se le pregunta nada.
¿Cree que hubo un complot?
Me entero por alguien de Supervivientes que hubo una campaña en contra nuestra. Le dicen que no hable en el concurso de la homosexualidad, y él es un hombre que ha sufrido acoso desde niño. También le prohibieron que hablara de mí y él se rebeló en el programa.
Hablemos de amor. ¿Qué es Rubén para usted?
Llegó en un momento en que no me esperaba empezar una relación. Venía de un cambio de país. No estaba en mis planes. Tampoco soy una persona de prejuicios en absoluto. Además de la diferencia de edad, él tiene una imagen estética diferente. A mí siempre me habían gustado los hombres más normales, con barriguita... Muchos empiezan a decir que es un montaje y que él está conmigo por mi dinero. A nosotros todo eso nos importa un carajo: ya llevamos un año y seis meses.
Nos queremos mucho, aunque algunas discusiones hay, como cualquier pareja. Lo quiero y me siento muy querido. Es un hombre muy trabajador que ha luchado mucho. Está estudiando Arte Dramático ahora.
¿Se plantea escribir sus memorias?
Me las han propuesto dos veces, pero no quise. Ahora sí. Si encuentro a alguien que me lo plantee, alguien con quien yo pueda hablar, estoy abierto. Hay mucho que contar.
¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?
Estoy muy feliz de anunciar que voy a trabajar como actor en El Cas Angelus, la fascinación de Dalí. Es una historia real de Salvador Dalí y Gala. El protagonista y director es Joan Frank Charansonnet, que hace de Dalí. Montse Alcoverro es la coprotagonista y hace de Gala. Yo soy el íntimo amigo de Dalí.