El 23 de marzo de 2020 perdía la vida la emblemática actriz Lucía Bosé, a los 89 años, a causa de una neumonía provocada por la Covid-19. En sus últimos años, la artista llevaba una plácida vida en su 'casa azul', como se la bautizó cariñosamente, ubicada en el pueblo de Brieva, en Segovia, donde Bosé pasó sus últimos años. Una localidad, en la comunidad autónoma de Castilla y León, con una población de 94 habitantes.
Allí, Lucía Bosé fue feliz y las puertas de su casa siempre estaban abiertas para quien quisiera visitarla. Tras su triste fallecimiento, la casa se puso a la venta -la última información que se maneja al respecto es que la familia rebajó 170.000 euros su precio de salida ante las escasas posibilidades de venderla-, pero el recuerdo y la impronta de la siempre transgresora y aguerrida Lucía Bosé permanecen intactos en el pueblo.
Brieva quiere y anhela a su vecina más ilustre. Por ese motivo, se está organizando un emotivo e íntimo homenaje a su memoria. Así lo ha dejado patente en las redes sociales la que fue amiga, confidente y cuidadora de Lucía Bosé hasta su último día de vida, Tuana Llorente.
"El sábado día 19 de noviembre el pueblo de Brieva hará un homenaje a su vecina Lucía. Se le dedicará el centro social y se pondrá esta pintura realizada por el panadero del lugar. Será un acto bonito y pequeño, como a ella le gustaba, sin grandes multitudes, pero con mucho valor para ella. Por lo que amaba ella a Brieva", ha posteado Llorente Fernández en su Instagram junto al retrato que este vecino ha hecho de la legendaria Bosé.
Un acto a la altura de lo que Lucía dio a su pueblo en vida, con dos grandes sorpresas: el centro social con su nombre y la pintura. Cuando a Lucía Bosé le preguntaban cómo había acabado en un pueblo como Brieva, ella siempre respondía lo mismo: "Porque me gusta, porque es tranquilo, porque hay poca gente, porque es sanísimo". La actriz italiana, musa del cine de autor, un día decidió retirarse. Escapar de todo y de todos. Incluso de su familia. "Mi hijo siempre me insiste en que me vuelva a vivir con él. ¡Ni loca! ¡Yo no me muevo de aquí!", aseguraba no hace mucho en una entrevista.
Segovia siempre le cautivó. En el año 2000, ya con el característico pelo azul que llevó en sus últimos años, inauguró en otra localidad segoviana (Turégano) su Museo de los Ángeles, la primera sala de exposiciones del mundo sobre esta temática. Hoy está cerrado y su edificio, una antigua fábrica de harinas, tiene colgado el cartel de 'se vende'.
Tuana Llorente fue familia para Lucía. Así lo contaron a EL ESPAÑOL tras su fallecimiento. De hecho, fue la primera persona que se percató de que la italiana no se encontraba bien y la trasladó hasta el hospital más cercano. Tuana se convirtió en una de las personas de máxima confianza para la italiana. Sus hijos siempre pensaron que su madre estaba en buenas manos. Según ha podido conocer este medio, Tuana ha sido siempre muy querida por toda la familia.
La 'no venta' de la casa
En abril de 2021, la familia de Lucía Bosé puso en venta su mítica 'casa azul'. La propiedad se situó en el mercado inmobiliario por 430.000 euros, una cifra que se incrementó a los pocos días debido a la alta expectación, alcanzando los 495.000 euros.
Un año y medio después, la vivienda no consigue comprador, a pesar de haber rebajado drásticamente su precio. El último cambio en la cifra se produjo el pasado miércoles 2 de noviembre. Ahora, la 'casa azul' está disponible por 325.000 euros. Es decir, 170.000 euros menos que su valor más alto.
Pero esta no es la primera actualización que se hace en el precio de la mítica vivienda de Lucía Bosé. Apenas un mes después de ofrecerla por 495.000 euros, la familia Dominguín bajó la cifra a 450.000 euros. Semanas más tarde, el valor del inmueble cayó a 405.000 euros y meses después comenzó a venderse por 395.000 euros. Esta cantidad tampoco fue la definitiva. Durante un tiempo se fijó en 375.000 y desde el pasado 16 de junio hasta este 2 de noviembre se situó en 345.000 euros.