Madrid se ha reencontrado estos días con el talento artístico de Manolo García (67 años), eso sí, de una manera bastante diferente a lo habitual. El barcelonés expone por primera vez en la capital su obra pictórica, reunida bajo el título Cuerpos celestes en el Centro Cultural Casa de Vacas, situado dentro del Parque de El Retiro.

Esta exposición es otro ejemplo de la enorme capacidad creativa del que fuera vocalista de El Último de la Fila, además de una buena noticia después de que un contratiempo haya alterado los planes que tenía hasta finales de año. Con motivo del lanzamiento de un doble álbum, Mi vida en Marte y Desatinos desplumados, Manolo García estaba inmerso en un gira que ha tenido que ser cancelada de forma momentánea por una cuestión de salud: se le ha detectado una miocarditis aguda.

Galea Producciones, la oficina personal del cantante, se lanzó un comunicado para informar de las cancelaciones de siete actuaciones, "debido a la necesidad del proceso de recuperación obligado por la miocarditis aguda que padeció, el cantante debe guardar reposo unas semanas para poder efectuar sus conciertos en plenas condiciones".

Matices

Como sucede con cualquier problema coronario, la preocupación en torno al estado de salud de Manolo García se hizo palpable entre sus fans. Sin embargo, el hecho de haberse diagnosticado a tiempo y que, según parece, no es el estadio más grave, hará que, si todo va según lo esperado, el compositor pueda retomar sus compromisos en un tiempo relativamente corto.

La miocarditis no es nada más que la inflamación del músculo cardíaco. Eso sí, se trata de una afección que impide al corazón bombear sangre de manera regular, por lo que puede derivar en consecuencias más graves. Otro de los aspectos que suelen generar alarma entre los pacientes tienen que ver con la sintomatología. Es frecuente que se dé una sensación de fatiga, de mareo, falta de aire, dolor en el pecho e incluso un ritmo cardíaco anómalo (lo que se conoce como arritmia), síntomas muy parecidos a los de un infarto de miocardio.

En líneas generales, uno de los aspectos que sirve para diferenciar la miocarditis del infarto tiene que ver con el origen. Suele ser habitual que la miocarditis venga derivada por una infección, bien por un virus, como ha ocurrido estos años de pandemia con la Covid-19, o bien por bacterias y parásitos, como los estafilococos o la enfermedad de Chagas. También se han registrado casos de pacientes diagnosticados con miocarditis después de haber consumido determinados medicamentos, haberse expuesto a radiaciones o haber padecido enfermedades inflamatorias.

Aunque antes comentábamos que no se trata de un problema extremadamente grave, no conviene perder de vista que en los casos más severos pueden darse complicaciones muy serias, que van desde un ataque cardíaco hasta episodios de muerte súbita.

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Una vez llegado a ese diagnóstico, el tratamiento dependerá del grado de afección, pero en líneas generales se suele optar por el uso de antibióticos que combatan la infección, ya sea por un virus o por un parásito, además de recomendaciones complementarias, como la disminución del consumo de sal en las comidas o la reducción de la actividad física, con el objetivo de evitar que ese músculo cardíaco que está inflamado no tenga que someterse a grandes esfuerzos.