Fue una muerte temprana y eso hizo que fuera especialmente dura para sus seres queridos. Hace cuatro meses que le dijeron adiós, pero este 22 de noviembre, los amigos y la madre de Antonio Ibáñez le han recordado en el que hubiera sido su 35 cumpleaños destacando lo especial que era. El conocido actor, que participó en series como Arrayán o La que se avecina, fallecía el pasado 12 de julio víctima de un cáncer.
La triste noticia que pudo confirmar EL ESPAÑOL en exclusiva dejó desolados a todos los que le conocían. "He luchado con todas mis fuerzas, pero no he conseguido ganar esta batalla. Tenía muchas ganas de vivir y seguir creando arte. Aun así, podréis ver, sentir y tocar mis energías más puras en todos mis cuadros. Allí os podréis perder en mi alma linda y generosa", se podía leer a modo de mensaje póstumo en su perfil de Instagram. Llevaba un año intentando superar un linfoma de Hodgkin.
De él destacan su amor por su profesión: era muy querido. Tres de sus amigos y compañeros, Antonio Meléndez Peso, Marta Mir y Mairen Muñoz, han compartido una imagen de los tres junto a Ibáñez en el día de su aniversario con un bonito mensaje: "Aquí en la tierra se te echa de menos". Su madre, María Jesús Ibáñez Haro, también le recordaba hace unos días, pero este 22 de noviembre, fecha de su cumpleaños, aún guarda silencio, pues es un día especialmente dura para ella.
[Muere el conocido actor Antonio Ibáñez a los 34 años a causa de un cáncer]
Nacido en Granada, pero formado en Madrid, durante su carrera Antonio Ibáñez se ganó el cariño de las personas que trabajaron con él. Así lo definía gente de su entorno a este periódico: "Era un actor y artista multidisclipinar buenísimo, superquerido por todos sus compañeros y que siempre ayudaba a todo el mundo. Era muy lindo".
Además de dedicarse a la interpretación, era un reconocido artista y poco antes de morir presentaba su proyecto artístico más impresionante e internacional. Se trataba de un espectacular set que había pintado para un fashion shooting de Vogue Arabia, publicado en la edición impresa del pasado mes de mayo.
Su mayor fan era, sin duda, su madre, la mujer más importante de su vida, con la que tenía una relación muy cercana. El pasado 11 de noviembre, María Jesús compartía en sus redes un desgarrador texto en homenaje a su hijo. Era la primera vez que se refería al actor en su perfil de Instagram y lo hacía dedicándole estas palabras: "Mañana hace cuatro meses que nos dejaste, que compartimos recuerdos, sonrisas... Eras tan especial, tuve la suerte de ser tu madre, amabas tanto la vida y qué injusto ha sido que te fueras. Espero que donde estés me des ánimo para seguir adelante sin ti, es muy duro, cariño mío. Te quiero".
Hasta ese momento, no había tenido fuerzas para escribir nada y el único post que se puede ver en su Instagram donde aparece con Antonio corresponde a la fase final de su enfermedad. Ambos posaban juntos y ella escribía: "Con el amor de mi vida". María Jesús fue el gran apoyo del actor durante su larga lucha contra el cáncer, en la que hubo momentos muy complicados. Él decidió darle visibilidad a su enfermedad a través de las redes sociales, que aún hoy siguen abiertas. Fue a través de su Instagram donde se anunció el estreno del cortometraje que protagonizó antes de morir, titulado Supermen, y que está dedicado a todos los superhéroes que cada día luchan contra el dolor de los tratamientos por el cáncer y también al miedo a la muerte.
Junto a un fotograma, el director del proyecto, Pierfrancesco Artini, escribía lo siguiente: "Hoy hace un mes que Antonio Ibáñez murió después de una durísima lucha contra un linfoma. Y hace más de un año que, unos días después del ingreso al hospital por el primer ciclo de quimioterapia, le propuse grabar un pequeño cortometraje antes de que perdiera el pelo por completo por el tratamiento. Un acto liberador en el cual él pudiese expresar todos sus miedos y sentimientos a la hora de empezar una lucha tan grande", comenzaba el post.
Y proseguía: "La idea le animó mucho, aunque fuese un corto muy simple: una cámara que sin ningún movimiento o recurso escénico enfocara las expresiones de Antonio mientras se rapa al cero. Antonio nunca pensó que se moriría, ni en sus últimas horas. Nunca se despidió porque su positivismo, fuerza y esperanza no le han dejado de acompañar. Aún así estoy seguro de que Antonio hubiese querido enseñaros este viaje en sus sentimientos más puros y reales y deciros que a pesar de todas las dificultades nunca hay que dejar de soñar y creer en la vida. Antonio nunca lo hizo".