"Si todo va bien, sí, voy a ser padre", fueron las primeras, y escuetas, palabras que entonó el tenista Rafa Nadal (36 años) sobre el embarazo de su mujer, Xisca Perelló (34), el pasado mes de junio en una rueda de prensa que se organizó en el Mallorca Country Club. Nadie se esperaba por aquel entonces esas declaraciones del de Manacor sobre su vida personal y familiar, pues el deportista mallorquín siempre ha sido especialmente celoso de su vida privada fuera de las canchas.
Aquella frase, con carácter de comunicado, que Nadal verbalizó ligeramente incómodo y sin entrar en mayores valoraciones, fue, además de la confirmación del embarazo, la antesala de un gran cambio en su actitud pública, como ha podido corroborar EL ESPAÑOL a través del entorno más próximo al tenista.
"No hablo de mi vida personal, pues ya estoy suficientemente expuesto en mi vida profesional", apostilló Nadal en junio a modo de disculpa, después de reflexionar: "La forma en que cambiará mi vida o me afectará no la sé, porque no lo he vivido, no he vivido esa experiencia. Pero no creo que suponga un cambio en mi vida profesional".
Meses después, y tras un comentado ingreso hospitalario en la recta final de su embarazo, Perelló dio a luz a su primer hijo en común con el tenista, de nombre Rafael, el 8 de octubre de 2022.
El alumbramiento y los primeros días del menor los ha vivido la familia en la más estricta intimidad, aislados y bien protegidos del foco mediático. De hecho, ni una sola imagen se pudo captar a la salida del hospital tras recibir Xisca el alta hospitalaria, el pasado 14 de octubre. Sólo una revista del corazón inmortalizó a los primerizos y felices padres dando un paseo con el pequeño Rafael.
Sin embargo, si bien, a título general, el matrimonio Nadal Perelló sigue en su línea de discreción y segundo plano, el que hoy es el número dos de la ATP -Asociación de Tenistas Profesionales- sí que ha experimentado un cambio, muy llamativo, en su exposición mediática: Nadal habla con asiduidad y naturalidad sobre su primer hijo y desvela aspectos íntimos y detalles de su faceta como padre.
Comenzó a hacerlo a principios de noviembre, en la víspera de su vuelta a la competición en el Masters 1.000 de París-Bercy. En dicho escenario, el deportista departió sin problema sobre su flamante paternidad: "Es positivo tener las videollamadas, porque puedo ver al pequeño todas las veces que quiera, algo que las otras generaciones no podían hacer, se hace menos duro".
Ese día, incluso, Rafa se permitió hacer una broma ante los periodistas: "Con él... aún no habla del todo. Casi. Después de tres semanas es difícil interactuar con un bebé". Sostuvo, acto seguido, que el hecho de ser padre es "un cambio muy distinto" al resto, por lo que se necesita "un tiempo para adaptarse", aunque se trate "un cambio positivo".
El cambio de Nadal, expone quien está capacitado para hacerlo, no es sólo público. También con su familia y amigos "se ha notado mucho. La paternidad le ha cambiado bastante. Está todo el día muy pendiente del teléfono". Y añade el informante: "Con la prensa se habrá dado cuenta de que le apetece hablar en un momento dado, y contar algún detalle, por deferencia a tantos años y por el cariño que le muestran".
Sobre la pareja, se confía: "Los dos han experimentado una sensación maravillosa que les ha cambiado la vida". En otro orden de cosas, confirman a este medio que las obras de su casa, en Manacor, en Porto Cristo, están "a punto de terminar". Para principios de 2023, según se fija, la familia podrá disfrutar del que será su hogar conyugal.
Hace escasas horas, Nadal volvió a confesarse ante la prensa y no tuvo reparo en reconocer lo que sigue: "He pasado momentos difíciles físicos y momentos complicados en el embarazo de mi esposa. (...) Como todos los cambios en la vida, es algo complicado, pero afortunadamente vivimos rodeados de tecnología y podemos hacer videollamadas en cualquier momento".
El nacimiento de Rafael
Rafael, el primogénito de Rafa Nadal y Xisca Perelló, nació en el centro médico Quironsalud de Palmaplanas, en Palma de Mallorca. El bebé vino al mundo en la semana 37 de gestación y lo hizo en perfecto estado, pese a las complicaciones previas.
Fue el 22 de agosto cuando trascendió la noticia de que Perelló había sido ingresada en una clínica privada de Palma de Mallorca, coincidiendo con su semana 31 de embarazo. Tal y como se publicó entonces, la mujer de Rafa Nadal permanecería ingresada por lo menos hasta la semana 34 de gestación, y no se descartaba su paso por quirófano.
La salud de Xisca fue tema de preocupación e interés en los medios de comunicación desde que se conoció su ingreso. Aquellos difíciles días, afortunadamente, quedaron atrás y superados. Según conoce EL ESPAÑOL, Xisca está siendo ayudada en todo momento por sus padres y por la familia de Rafa: "Están todos muy implicados con el niño. A los abuelos se les cae la baba".
Rafael Nadal y Xisca Perelló contrajeron matrimonio el sábado 20 de octubre de 2019 en una exclusiva ceremonia celebrada en la finca Sa Fortalesa, en Mallorca, con la presencia de más de 500 invitados, entre los que se encontraban el rey emérito Juan Carlos de Borbón (84) y su esposa, la reina Sofía (84), ambos grandes admiradores y amigos del tenista.
El escenario elegido fue un enclave de más de 88.000 metros cuadrados, en los que se situaba la lujosa y amplia mansión a la que se podía llegar de varias maneras: en helicóptero, por un acceso junto a la base militar de Pollença o por sus calas privadas.
El resguardar la privacidad y la seguridad de los novios y los ilustres invitados al enlace fue una máxima para Nadal, algo que finalmente logró. Tan sólo los medios de comunicación tuvieron acceso a las fotografías oficiales del enlace cuando la pareja de recién casados decidió, días después, divulgar las románticas instantáneas.