Resulta curioso comprobar cómo los españoles vinculan, aún hoy, automáticamente a la célebre Carmen Sevilla (92 años) con uno de los programas más emblemáticos de la televisión española: Telecupón, en Telecinco. El programa empezó como parte de la parrilla de programación inaugural de Telecinco en marzo de 1990. Y digo que resulta llamativo porque Sevilla no fue la primera presentadora titular del espacio. Ella llegó más tarde.
Telecupón comenzó su emisión bajo la batuta de unos jovencísimos -y cargados de nervios ante lo novedoso- Silvia Marsó (59) y Andoni Ferreño (57). Para Ferreño, fue el primer paso para una carrera delante de las cámaras que le llevó a ser uno de los rostros más destacados de la década de los 90 (y la mitad de la siguiente). No obstante, ambos profesionales serían reemplazados por Belén Rueda (57) y Agustín Bravo (61).
El debut de Rueda duraría sólo unos meses, otro cambio estaba a punto de acontecer: Carmen Sevilla prorrumpió con fuerza para quedarse y enrolarse como la gran estrella de la cadena de Fuencarral en aquellos imberbes años noventa. No sabía Carmen Sevilla -que hoy vive sus días retirada de la circulación mediática en una residencia aquejada de Alzheimer-, que ese programa sería su regreso triunfal a la primera línea, y revitalizó las audiencias de forma insólita.
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Agustín Bravo abandonó el programa en 1995 y se quedó Sevilla como la gran protagonista, hasta el año 1997, cuando también dijo adiós. En esos años, que ya forman parte de la historia de la televisión, junto a Carmen la nota de color la aportaron la azafatas que extraían y cantaban los números que formarían el cupón de cada día. Makoke (52), Lely Céspedes (50) y Elena Núñez eran los tres rostros que más dieron que hablar aquellos años y se colaban en los hogares españoles.
No fueron, eso sí, las únicas. Había dos niñas, pizpiretas, simpáticas, resueltas y siempre con una extensa sonrisa pintada en sus rostros. Una era morena, la otra, rubia. Siempre flanqueaban a Carmen Sevilla. De seguro que los espectadores más veteranos les pondrán cara, pero no conocerán sus nombres: se llaman Lara de Miguel e Irene Blasco.
Ambas fueron clave, sin duda, en el éxito del programa. Lara de Miguel e Irene formaban un dúo muy cómico y simpático por momentos. Pero no sólo fueron conocidas por Telecupón. Antes y después de debutar con Carmen Sevilla también emprendieron otros proyectos. Lara, la niña rubia, fue protagonista, antes de Telecupón, de programas infantiles tan populares como Los Mundos de Yupi o Vip Guay.
Y, posteriormente, ha participado en infinidad de series, como Compañeros o Hospital Central, entre otras. En la actualidad, se define como "teatrista". También, Lara de Miguel ha rodado películas. En este campo, la niña dulce de ojos claros que acompañaba a Carmen Sevilla cuenta en su gran currículum. Ha participado en "obras de teatro infantil y familiar".
Por su parte, Irene no está relacionada con el mundo de la televisión y no ha seguido su vida delante de las cámaras. Pero sí que recuerda como una temporada más que preciosa. Ahora tiene su vida lejos de toda cámara y ha sido madre, por lo que está volcada con su familia. Poco más se sabe de su vida privada.
En 2015, con motivo del 85 cumpleaños de Carmen Sevilla, el extinto programa ¡Qué tiempo tan feliz!, presentado por María Teresa Campos (81), reunió en plató a Lara de Miguel e Irene Blasco. Después de más de veinte años sin verse, Irene y Lara se fundieron en un fuerte abrazo. "No sabíamos nada la una de la otra", reconocía Irene.
Juntas recordaron su paso por el programa. "Qué recuerdos, por favor", decía Lara. Fue una época muy especial para ambas. "Estar con ella a diario en directo fue maravilloso. Todos los recuerdos son bonitos", aseguró Lara. Añadió que siempre se mostraba muy cercana y que tenían mucha relación con Carmen Sevilla, ya que el programa se emitía todos los días. Las dos sintieron gran emoción al verse en televisión como unas pequeñas azafatas que popularizaron la frase: "Aquí, Carmen".
En el caso de Irene, su vida ahora no está vinculada a la televisión. "Trabajo en la Cámara de comercio, no tengo nada que ver con este mundo", aseguró. Al frente del Telecupón Carmen Sevilla se convirtió en una de las presentadoras más queridas de la televisión. En el año 1996 alcanzó el récord de espectadores con casi 5 millones. Divertida, espontánea y muy natural, así se mostraba la artista delante de las cámaras.
Sin duda, uno de los programas más recordados fue aquel en el que Carmen apareció ante la audiencia en zapatillas de casa. Tras seis años en antena, en 1997 la presentadora se despidió emocionada del mítico programa. "Yo me voy, pero mi corazón se queda aquí con vosotros", aseguró.