El 23 de septiembre de 2022 no será un día que puedan olvidar fácilmente la empresaria Tamara Falcó (40 años) y el que, tan sólo 24 horas antes, era su prometido, Íñigo Onieva (33). Onieva fue cazado besando a una mujer joven y de cabello oscuro, mientras bailaban y disfrutaban en el Burning Man 2022, un festival celebrado en el desierto de Black Rock, en el estado de Nevada, Estados Unidos.
Todo lo que vino después está más que contado en los medios de comunicación: el desmentido inicial de él, la ruptura oficial, las rotundas y demoledoras palabras de Tamara y el desalojo de las pertenencias de él de la casa de ella. La marquesa de Griñón ha negado en varias ocasiones que tenga la esperanza de darle una segunda oportunidad, y se ha publicado que él ha llevado a cabo una suerte de estrategia para reconquistarla acudiendo a misa.
Además, mucho se ha especulado sobre las intenciones del empresario de enrolarse en la prensa y conceder entrevistas. No obstante, el tiempo ha terminado por darle la razón: más allá de sus explicaciones públicas a la salida de una comida familiar, Íñigo no ha vuelto a hablar públicamente. Silencio sepulcral por su parte, por más que haya tenido suculentas ofertas sobre la mesa.
[La estrategia de Íñigo Onieva para acercarse a Tamara Falcó e intentar recuperarla]
¿Cómo es la vida de Onieva tres meses después del escándalo mediático? EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con dos fuentes cercanas al que iba a ser yerno de Isabel Preysler (71) y conoce las respuestas.
Íñigo está alejado de los medios de comunicación y así seguirá. Según explica a este periódico alguien cercano al madrileño, nunca fue su intención sacar rédito del papel couché y no lo hará. "Él está y quiere estar fuera de esto. Está trabajando muchísimo y feliz con sus amigos y familia. Todo por fin en calma y orden", asegura una de las fuentes consultadas.
La expareja de Tamara Falcó ha pasado página y, si bien es cierto que en un principio tras la ruptura conservó alguna esperanza de reconquista, ahora el escenario es otro. Onieva está volcado en el trabajo y "mirando hacia adelante, ya está en otra pantalla y, sobre todo, se ha perdonado". Está en un punto de su vida en el que desea disfrutar de las pequeñas cosas, de la familia y los amigos.
En esa línea, se hace constar que Onieva ha estado "cicatrizando heridas" y que sus imágenes yendo a misa no obedecen a ninguna estrategia, como se ha publicado: "Estamos hablando de personas adultas, no de chiquilladas. Íñigo ha sido siempre un hombre muy creyente y estos meses ha encontrado consuelo en Dios y en el rezo. ¿Qué malo hay? No son mensajes para Tamara porque él no ha llamado a la prensa ni nada", sostiene, categórica, otra de las fuentes consultadas.
La ilusión ha vuelto, poco a poco, a la vida de Íñigo Onieva, tras un tiempo "destrozado y sin levantar cabeza". Ha estado muchos días guarecido del huracán mediático en la imponente mansión de La Moraleja donde vive protegido por su madre y sus hermanos.
El trabajo es su mayor aliado. Cabe recordar que el que fuera prometido de Tamara Falcó trabaja como Business Development Director en Mabel Hospitality, donde comenzó en marzo de 2021.
En este sentido, Íñigo Onieva es el responsable del desarrollo de negocio de su cadena de restaurantes a nivel nacional e internacional. Los más conocidos Totó y Tatel, de los que Enrique Iglesias (47), hermano de Tamara, también es socio.
Además, Onieva es la cara visible -en ningún caso socio- de Lula Club, una discoteca inaugurada en diciembre. Con un concepto atrevido y queriendo emular el emblemático Studio 54 -casualmente Lula está ubicada en el número 54 de la Gran Vía-, el empresario asiste todas las noches de jueves a domingo para observar que todo está bajo control en el espacio del que a veces él, por su relación con Falcó, ha sido el mayor reclamo.
Ahí no se detienen las obligaciones profesionales de Íñigo. El joven es director artístico de WOW Concept, una empresa dedicada al diseño digital y que abrió espacio físico en el imponente edificio que se erige en el número 18 de la Gran Vía madrileña hace varios meses.
La asesora de Íñigo
Hace unas semanas, EL ESPAÑOL descubrió en exclusiva quién es la mujer que está detrás de la exposición pública del exprometido de Tamara Falcó. Se trata de una mujer conocida en el ámbito de la política, de nombre Marisa González Casado. Es experta en comunicación política y ha ejercido como dircom de rostros políticos, como Cristina Cifuentes (58) y Alberto Ruiz-Gallardón (63).
Esta mujer, según confirma este medio, es amiga de la familia Onieva desde hace años -en concreto, de Carolina Molas, madre de Íñigo- y ha accedido a prestar sus servicios y conocimientos a Onieva. Tal y como se confía a este medio, esta persona está detrás de la exposición pública de Onieva y es la persona que lo guía, además de la responsable de su gran reaparición ante los medios de comunicación, a las puertas del restaurante donde volvió a pedir disculpas a Falcó.
Por su parte, Tamara Falcó continúa con sus obligaciones profesionales. Sobre todo, desea continuar con el legado que le dejó su padre y en homenajearlo a través de la que fue su residencia en Aldea del Fresno, El Rincón, una impresionante fortaleza ajardinada del siglo XIX que es la joya de la corona inmobiliaria de la familia Falcó.
Falcó quiere seguir, además, con sus compromisos tanto con sus marcas como sus proyectos en televisión, de los cuales no se descarta que la volvamos a ver con algún proyecto nuevo en alguna plataforma. Tamara sigue trabajando con su prestigioso equipo de hace muchos años, Susana Uribarri, Chus Martín y Dácil Romero.