Manuel, el exmarido de Verónica Forqué, le rinde su homenaje más especial: el proyecto y su vida en Cádiz
Un año después de la muerte de la actriz, el padre de su única hija lleva una discreta vida en Cádiz, como ha podido confirmar EL ESPAÑOL.
17 diciembre, 2022 03:10Un año, 365 días han pasado desde que la estrella de cine Verónica Forqué fue hallada muerta en su domicilio del madrileño barrio de Chamartín, en Madrid, a los 66 años de edad. Ese día, lunes por la mañana, Forqué no pudo más y, tras varios años batallando infatigable contra la depresión que padecía, su cuerpo sin vida se encontró en el baño de su casa, tras una llamada al 112 alertando de un intento autolítico.
Aquel deceso aconteció el inolvidable y gris 13 de diciembre de 2021 y, poco a poco, la vida de su entorno más cercano ha ido recuperando cierta normalidad. Hace unos días, EL ESPAÑOL pudo conocer en exclusiva que la casa de la celebérrima artista, donde vivió y tristemente falleció, por fin ha sido vendida. En esa línea, se explicó que la única hija de la actriz, María Iborra Forqué (32), trata de adaptarse a su nueva existencia y está centrada de lleno en su profesión.
La joven triunfa como disyóquey y show-woman en España y allende los mares y, según deslizan a este periódico, el fallecimiento de su progenitora la ha unido, mucho más y especialmente, a su padre, el director de cine Manuel Iborra Martínez. De este prestigioso profesional del mundo audiovisual -del que la incombustible Forqué se separó en 2014- se han conocido nuevos detalles justo en este triste aniversario de muerte de la que fue su mujer durante 33 años.
Tal y como se puede comprobar en la página web de Seminci, la Semana Internacional del Cine de Valladolid, el 29 de octubre se presentó un documental titulado La soledad del director de fondo, con la presencia de su director, Manuel Iborra, y el productor Fernando Colomo (76), dentro de las Proyecciones Especiales de la 67 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid.
"La soledad del director de fondo es una pieza documental sobre un director de cine dirigida por otro director de cine. En ella, Colomo habla de por qué quiso ser director de cine, de la Nouvelle Vague, de sus directores favoritos y de lo que significa el cine en su vida. Pero, sobre todo, del oficio de director de cine", explican en la página.
Durante la emisión del documental, Fernando Colomo hace un repaso por su trayectoria profesional y se destaca la figura de Verónica Forqué en cintas tan memorables como La vida alegre o Bajarse al moro. Una suerte de homenaje, el más especial, por parte también del director Manuel Iborra, exmarido de la Forqué. Se trata de un "gesto íntimo", como explican a EL ESPAÑOL, un discreto detalle por parte de Iborra.
Destaca el informante que, precisamente, Manuel Iborra Martínez ha procurado en este difícil año no pronunciarse públicamente en modo alguno, a raíz del deceso de la madre de su hija. En los últimos tiempos, la relación del exmatrimonio era "buena", afectuosa y más cercana. "Manuel es un tío muy discreto, que tiene otra vida lejos de todo esto. Vive feliz en Cádiz y, según he leído, ha rehecho su vida", detallan a este medio.
El divorcio entre Manuel y Verónica fue duro. Las dos depresiones que padeció en vida las fechó Forqué en torno a tres grandes acontecimientos que rasgaron su existencia. El divorcio de su marido, y padre de su única hija, el director de cine Manuel Iborra Martínez, en 2014; la muerte de su hermano, Álvaro Forqué, también en ese año; y un achaque de ciática.
Demasiado dolor en poco tiempo que la hundieron en un pozo de oscuridad. Sobre su separación, Forqué sostuvo en diversas entrevistas: "Yo tuve una depresión muy grande, porque había estado muchos años viviendo en pareja y, además, tenemos una hija maravillosa. Pero dejé de quererle. Se acabó y se acabó".
Y añadió: "Cuando me di cuenta de que no lo amaba se me vino el mundo encima. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo lo iba a decir? Mi vida, mi hija..." Según contó entonces a EL ESPAÑOL una persona cercana a la celebérrima actriz, a raíz del divorcio estuvieron años sin hablarse.
"Vero era una mujer, ahí donde la veías, muy tradicional para sus cosas y verse que no estaba enamorada fue un golpe duro en vez de una liberación", se apuntó. Llegó la primera depresión a su vida. "De aquello no levantó cabeza nunca", afirmaron categóricamente. La depresión seguía acechándola. Manuel, sostuvieron, nunca dejó de quererla y admirarla en tiempos de relación. De hecho, "Vero fue su musa en varias producciones. Hasta el mismo año del divorcio, 2014, le dio el papel protagonista en la película The Leftovers".
Algunos medios apuntaron hace un año que Manuel Iborra Martínez no acudió ni al tanatorio ni a la capilla ardiente de la que fue su mujer. En ese momento, este medio conoció lo que sigue: "No te lo sé decir, pero eso no significa nada. Cada uno lleva el duelo como puede o como quiere. Él adoró a Verónica y no hace falta ir a los sitios para demostrarlo". Esta misma persona deslizó que el padre de María Forqué fue su principal bastón en aquellos momentos, junto a su pareja sentimental.
La venta de la casa de ella
La casa de Verónica Forqué ya tiene comprador casi un año después de la partida de la magnánima intérprete de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o Kika. Fue "hace unos meses" cuando se efectuó la compraventa, según los datos que maneja este periódico. "Comprende que no te diga nada más, pero sí: ya hay viviendo alguien", matizan.
Si bien en un principio se trasladó que la familia de Forqué no sabía qué decisión tomar al respecto, ahora se ha conocido que nada más lejos de la realidad: Verónica dejó dicho a su entorno, antes de conocerse su triste final, que su intención era "venderlo todo" e irse a la playa a vivir. En concreto, a Cartagena, Murcia, su oasis particular.
En ese "todo" se incluía este inmueble, el cual, anteriormente, perteneció a los padres de Verónica, el reconocido director y guionista José María Forqué, y la escritora argentina Carmen Vázquez-Vigo. En esa línea, se explica que la hija de la gran artista, María, vive en un ático en el barrio de San Bernardo, junto a su pareja, Rafael. "Ella nunca mostró interés por esa casa", aclaran.