Cada fin de año hay un nombre que suena con fuerza, el de Cristina Pedroche (34 años). La presentadora se ha convertido en sinónimo de Navidad pues desde 2014 es la encargada de despedir la Nochevieja y dar la bienvenida al nuevo año. Este 2022 no será una excepción y el próximo 31 de diciembre la vallecana estará frente al reloj de la Puerta del Sol, nuevamente acompañada de Alberto Chicote (53).
Un día en el que podrá celebrar todo lo bueno que ha vivido en estos doce meses que están a punto de terminar y han estado cargados de éxitos en todos los sentidos y tras los que se puede afirmar que tiene salud, sobre todo dinero y amor.
El plano personal ha sido el más favorable, ya que Cristina sigue protagonizando una de las historias de amor más longevas y bonitas del panorama nacional.
"Conocí a Marido en diciembre del 2014 y según le miré noté que nuestros caminos se habían unido para siempre, desde entonces nuestro amor solo ha ido a más. Cada día más enamorados y, sobre todo, más unidos. Gracias Dabiz por estos 8 años de magia… Te amo", le escribía hace apenas unos días en sus redes sociales. "Mi persona favorita en la vida. Siempre", fue la respuesta del chef.
No solo se casaron un año después de conocerse, también viven juntos casi desde el comienzo. Primero en un impresionante piso en el barrio de Arganzuela y, desde hace unos meses, en un gran chalet en La Finca. Su primer hogar, en el que pasaron el confinamiento, está ubicado en el centro de Madrid, cuenta con 157 metros cuadrados y es de su propiedad. Reformado a gusto, decidieron ponerlo en alquiler y lo sacaron al mercado inmobiliario por 2.000 euros al mes, aunque al final lo bajaron a 1.700 euros.
Desde hace unos años residen en la exclusiva urbanización de Pozuelo de Alarcón, en una casa que casi se puede catalogar como "mansión". Una vivienda de unos 700 metros cuadrados ubicada en una parcela de más de 1.000 metros por la que pagarían cerca de 9.000 euros mensuales de alquiler.
Allí parecen muy felices. Tanto que este verano Muñoz desvelaba que su gran proyecto, DiverXo, seguía los pasos de su familia y abandonaba el centro de Madrid para reabrir en otro local ubicado en La Finca. Una decisión en la que también estaba implicada Pedroche, pues es la gran y mejor socia de su marido.
No solo en este restaurante de categoría, también en los otros negocios hosteleros del chef: StreetXo, GoXO y RavioXO. La de Vallecas no solo pone nombre a algunos de sus platos, pues además es la gestora de los negocios. Un rol en el que tiene mucho que decir, pues cuenta con una licenciatura en Administración y Dirección de Empresas.
[Cristina Pedroche desvela el 'secreto' con el que logra unas cejas pobladas y definidas]
Todo este trabajo ha hecho que la presentadora tenga una pequeña fortuna. Así lo confesó durante su paso por el programa La Resistencia, donde desveló cuánto dinero tiene en el banco. "Algo hay, soy muy ahorradora, aunque la gente piensa que gano más de lo que gano. El presupuesto del Rayo, pues 12 veces menos", dijo.
En cuanto contó esto, el programa se puso a buscar el presupuesto del equipo de Vallecas y encontraron que era de 19 millones de euros, mientras que ella creía que era de 12 millones. Y al final, acabó diciendo una cifra aproximada: "Tengo algo menos de un millón de euros, pero con muchas deudas", afirmó.
David y ella hacen un tándem tan bueno que este 2022 han logrado llevarse a casa dos premios muy importantes: el de mejor chef del mundo para Muñoz de la mano de The Best Chef Awards 2022 y una Estrella Michelín para RavioXo.
Los éxitos laborales de Cristina Pedroche no acaban ahí, pues también ha brillado en la pequeña pantalla de la mano de Zapeando y de Love Island. Y, por si fuera poco, ha cumplido el sueño de formar parte del videoclip de una de las bandas que han marcado su vida, Camela.
Un éxito 360 cuyo mejor barómetro está en las redes sociales, donde se prueba lo mucho que gusta la de Vallecas. Según desvela el portal especializado Social Blade, en los últimos 30 días ha logrado aumentar sus seguidores en un 432%. Un récord del que no todo el mundo puede presumir.