Borja Moreno Santamaría, segundo marido de Matilde Solís (59 años), madre del duque de Huéscar, ha fallecido este pasado martes 20 de diciembre de manera repentina a los 55 años a causa de un infarto de miocardio.
El empresario sevillano se encontraba en la finca familiar, ubicada en la localidad onubense de Nerva, cuando empezó a sentirse indispuesto, sufriendo finalmente un ataque al corazón. Si bien los servicios médicos se desplazaron rápidamente hasta el lugar, nada se pudo hacer nada para salvar su vida.
Moreno Santamaría ya ha sido despedido en la más estricta intimidad, tal y como desvela ¡HOLA!, y será en los próximos días cuando sus familiares y seres queridos se reúnan en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, donde residía, para celebrar una misa funeral en su memoria.
El nombre del ganadero se hizo conocido a raíz de su relación con Matilde Solís, exmujer del duque de Alba, Carlos Juan Fitz-James Stuart (74). Se conocieron en el bar de un hotel tres años después de la separación de ella y el duque de Alba, con quien había estado casada durante más de una década. Tras un discreto y corto noviazgo, se casaron el 26 de diciembre de 2003 en el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor, Cádiz, acompañados de sus más allegados.
Unos meses después nacía su único hijo en común, Borja, quien el pasado 7 de marzo celebró su 18 cumpleaños. El amor les duró poco y, cinco años más tarde, la hija de los marqueses de la Montilla pidió el divorcio tras varias desavenencias. Su separación fue de todo menos fácil, pues estuvo salpicada de litigios y demandas. Desde entonces, su contacto era nulo y tan solo tenían contacto por asuntos relacionados con su hijo, cuando este era todavía menor de edad.
Este mal trago no hizo que Borja Moreno perdiera la ilusión en el amor y hace poco más de un año comenzó una relación con una conocida fotógrafa sevillana, que ahora llora su pérdida. Maite Solís, por su parte, continúa soltera, alejada de los medios y centrada en su faceta de pintora y abuela.
Una vida marcada por la discreción que ha inculcado a su hijo Borja, de quien apenas se sabe nada. El protagonismo lo tienen sus hermanos mayores, Fernando Fitz-James (32), duque de Huéscar y Carlos Fitz-James (31), conde de Osorno. Con ellos tendría una relación excepcional, según desvela Vanity Fair, que también apunta que al joven le encanta pasar tiempo con su sobrina, Rosario, y sus cuñadas, Sofía Palazuelo (30) y Belén Corsini (32).