Ana Obregón (67 años) está a unas horas de disfrutar de su gran noche en la Puerta del Sol de Madrid. La polifacética presentadora será una de las protagonistas de la Nochevieja como encargada de dar las Campanadas de Televisión Española. Una responsabilidad que el año pasado también recaía en sus hombros y a la que tenía que renunciar a última hora al contagiarse de Covid.
Pese a que no pudo tener su momento, todo estaba listo para que apareciera en las televisiones de millones de españoles. Especialmente el vestido, un diseño que mostraba días después y que era obra del diseñador alicantino Rubén Hernández.
Tan contenta quedó con el resultado que Ana Obregón ha decidido repetir con el mismo, que firma su nuevo traje. EL ESPAÑOL ha podido hablar con él en la previa de la que seguro es una de las Nocheviejas más especiales de su vida. Rubén no solo es el creador de un vestido que promete dejar a mucha gente sin palabras, también uno de los afortunados que podrá tomarse las 12 uvas desde la famosa plaza madrileña, ya que acompañará a Ana en vivo y en directo.
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El año pasado también vistió a Ana Obregón para las Campanadas, aunque no pudo ser al final…
Este año parece que todo irá bien, si Dios quiere sí. Ya está todo listo y no queda nada.
¿Está nervioso?
Sí, pero porque yo, de por sí, soy muy nervioso. Soy una persona que se involucra mucho, con todas las clientas. ¡A eso súmale la responsabilidad y el momento! Estos días sí que he estado tranquilo porque el vestido lo tenía terminado, lo hemos tenido claro desde el principio.
¿Cómo ha sido trabajar junto a Ana Obregón?
Le he creado todo el vestuario de los días previos, desde las ruedas de prensa a la promoción pasando el de las entrevistas que ha hecho. Ha ido todo muy bien. Trabajar con ella es maravilloso, es un encanto, lo pone todo muy fácil. También es muy participativa y le gusta involucrarse en todos los diseños. Tiene las ideas muy claras.
Ha sido un proceso bonito porque también ya le vas cogiendo afecto como persona y ya es como de la familia. Hay famosos que son más distantes, pero con ella, desde el primer día que fui a su casa, ha recibido un trato extraordinario, ha sido inmejorable conmigo. Es increíble.
¿Qué proceso creativo ha llevado a cabo?
Hace unos meses tuvimos una conversación larga y ella me aportó ideas de cómo le gustaría que fuera el vestido. En el caso de las Campanadas, le hice varias propuestas y ella eligió dos o tres. Pero le hice cinco vestidos. Me dijo que estaba loco, pero prefiero que sobren a no quedarme justo.
Aunque le gustaban todos, desde el primer momento tuvimos claro cuál era el vestido, que es el que se va a poner. El año pasado estuvimos indecisos entre dos hasta el último momento, pero en esta ocasión estuvo claro desde que se lo puso.
Eso es que ya conoce bien sus gustos.
Sí, además que ella misma me dice, '¡jolín!'. Estamos muy compenetrados y hay muchas veces en las que los dos pensamos lo mismo. Nos conocemos más y sé mejor sus gustos.
En cuanto al color de la pieza, ¿estará entre el blanco y el negro?
Justo. Ana ha querido seguir su luto, que es totalmente respetable y nos hemos ajustado a eso. Va a ser o negro o blanco.
¿Es complicado trabajar con esta limitación de tonos?
Pues hombre, es complicado. Sí que es verdad que al principio piensas que va a ser fácil, porque el blanco es una apuesta segura y el negro también. Yo soy mucho de estos colores y de combinar ambos, pero sí que es verdad que cuando, como por ejemplo este año, en el que le he diseñado mucho, llega un momento que dices ‘¡ostras!’. Es un poco limitante. Pasa igual con las hechuras, pues se trabaja con el mismo cuerpo.
Ahí Ana Obregón demuestra que tiene una gran confianza en su trabajo como diseñador.
A ella se le nota, es muy expresiva. Si le pones un vestido que le gusta, se le cambia la cara y se nota su felicidad.
¿Hay algún aspecto al que se haya negado?
En el tema pantalones no es muy… Por lo menos yo no le he hecho ningún diseño con pantalones. Lo que ambos tenemos claro para las Campanadas es que tenemos que apostar por la elegancia. No queríamos ni cosas arriesgadas ni transparencias ni nada raro. Ella siempre dice la frase de que el 'menos es más' y yo me quedo con ello. Cuando tengo que crear una pieza tan general, que guste a todo el mundo aunque sea imposible, apuesto por la elegancia.
Pero eso no significa que sea un vestido clásico.
No, no. Clásico es una cosa y elegante es otra. Puede ser una pieza moderna que sea elegante.
¿Alguna pista de cómo será el look?
Nada de nada. Es una sorpresa. Solo puedo decir que es un vestido muy elegante, muy Ana Obregón. Estará espectacular.
¿Qué emoción se ha querido transmitir con este vestuario?
Ella quería mantener su luto. Lleva una frase bordada como el año pasado, es muy similar, relacionada con sus seres queridos. No se va a ver porque está en el interior, en la zona izquierda del pecho, cerca del corazón. Es un motivo que solo sabemos ella y yo. Solo se puede saber qué pone si ella la quiere enseñar. Es una frase que yo le he hecho, a mi gusto. El año pasado puse 'Aless en mi corazón' y este año...
¿A quién está dedicada?
Hace mención a su hijo y a sus padres. Como el año pasado se emocionó tanto, he querido repetirlo porque es un detalle bonito.
¿Está contento con el resultado?
Esta tranquilidad que he tenido estos días anteriores ha sido clave. Soy muy concienzudo con mi trabajo. Pero estoy tranquilo porque como veo que es un vestido tan elegante, tan bonito, también sexy, tiene finura…
¿Es su favorito de entre los muchos que le has diseñado?
Sí, de todos los que le he hecho diría que es uno de mis favoritos. No podría quedarme solo con uno, porque hay trabajos muy chulos, pero está en mi top 5. Entre los cinco mejores.