Ha intentado trabajar la emoción, pero ha habido momentos, este pasado 31 de diciembre de 2022, en que Ana García Obregón (67 años) se ha derrumbado. La actriz y presentadora ha sido, un año más, una de las grandes estrellas de la Nochevieja. Este año, García Obregón ha despedido el 2022 junto a los hermanos Morancos en la Puerta del Sol de Madrid.
En un momento dado de la retransmisión, Ana Obregón ha querido recordar a sus padres, Ana María Obregón y Antonio García Fernández, y a su malogrado hijo, Álex Lequio. Tres grandes pérdidas que la actriz ha enfrentado en un tramo de tres años, desde que en 2020 perdiera a su único hijo, víctima mortal del sarcoma de Ewing. Ante esto, era lógico que Ana se rompiera, mirando al cielo.
"Hay tres personas que me están viendo desde un sitio privilegiado. Son las personas que más quiero en el mundo: mi padre, mi madre y mi hijo. Desde hace casi tres décadas tengo la suerte de estar en el balcón y desde aquí siempre les he mandado un besito a casa. Y hoy, si me perdonáis, quiero mandarles un beso al cielo", ha comenzado Obregón su emotivo discurso.
Para subrayar, acto seguido, un extremo de vital importancia para ella: "Mi deseo fundamental es pedir más dinero para investigar el cáncer porque salva vidas. A todos estos héroes que luchan cada día le mando todo mi cariño. También quiero que el 2023 sea el año del amor y que esta guerra tan horrible termine".
Además, ha mandado un cariñoso abrazo a todos los servicios básicos, como los sanitarios o las fuerzas del orden que han trabajado duro en la última noche del año para poder ayudar al resto de los ciudadanos.
Pese a su gran experiencia en las Campanadas, Ana Obregón ha reconocido recientemente en ¡HOLA! que las de este año 2022 han sido especialmente duras: "Me ha costado mucho decidirme a darlas, porque se me hace muy duro".
En lo que respecta al vestido que ha lucido Obregón, uno de los grandes enigmas, EL ESPAÑOL tiene todos los datos. Se trata de un diseño exclusivo del prestigioso Rubén Hernández, en color blanco inspirado en los años 50, realizado en georgette con incrustaciones de micro paillettes nacaradas que consiguen un efecto segunda piel.
De escote corazón hasta la cintura y con una sobrecola en corte capa en el mismo tejido del vestido, tiene como detalle unos bordados artesanales en hilo de seda y cristales de Swarovski. Ana Obregón ha confiado en los diseños de Rubén Hernández para sus momentos más especiales de este último año.
En cuanto a complementos, Obregón se ha decantado por una magnífica selección de joyas Rabat, diseñadas con diamantes para iluminar la noche más mágica del año. Para esta ocasión tan especial, Ana Obregón ha brillado en TVE con un collar rivière de oro blanco con diamantes talla oval, pera, marquise, baguette y corazón.
Ha lucido, además, unos pendientes rivière de oro blanco con diamantes talla brillante, baguette, esmeralda, pera, marquise y oval, y dos anillos de oro blanco, uno con filas de diamantes talla brillante y talla marquise, y otro con filas de diamantes talla brillante y talla pera.