No hay comienzos de enero desde hace ya ocho años en que los medios de comunicación no aborden, de alguna manera, uno de los grandes momentos televisivos del año: el look de Cristina Pedroche (34 años) para presentar las Campanadas de Antena 3.
Una vez más, la comunicadora de Vallecas y la cadena grande del Grupo Atresmedia han vuelto a ser líderes de audiencia, superando a la imbatible Televisión Española, que ya en 2021 perdió ante el huracán Pedroche y su performance fashion para abrazar el nuevo año.
Para la última Nochevieja, la presentadora y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se unieron para dar visibilidad a la realidad de las más de 100 millones de personas refugiadas que hay el mundo.
El atuendo que Cristina Pedroche lució se componía de un abrigo-capa beige de seis metros cuadrados confeccionado al bies y en patchwork con piezas de tela provenientes de las tiendas de campaña que ACNUR ofrece como refugio en diferentes lugares del mundo, elaborado por Íñigo Garaizábal.
Retirada la gran capa, la vallecana exhibió dos piezas: una falda de tubo trasparente, creada por el mismo Garaizábal y un top con forma de paloma esculpido por el artista multidisciplinar Jacinto de Manuel, una pieza de arte figurativo que representa la paz y la libertad.
Pero ¿por qué ha sido tan criticada esta apuesta de Cristina Pedroche? ¿Era una buena idea, pero con mala ejecución? ¿Qué fue lo que falló? Para dar respuesta a esta y otras cuestiones, EL ESPAÑOL ha contactado con tres expertos en moda: Paloma González Durántez, estilista y colaboradora de televisión en programas de moda; Jesús Reyes, analista de tendencias, periodista experto en moda y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación y Miguel Ferrer Miret, historiador del arte y presidente y CEO de la firma de moda Festa.
"En cuanto al look de Cristina Pedroche de este año, ¿qué te puedo decir? Como el de todos los años, una auténtica decepción. Yo, como estilista, puedo opinar que me gusta más o menos un look dentro de mi criterio de moda, pero el de este año me ha enfadado, quizá, un poco más que el de otras ocasiones. Para empezar, no todo es moda. Y ya está. Igual que no todo es arte. No todo look puesto sobre el cuerpo de una famosa es moda. La gente no respeta la moda", comienza relatando Paloma González Durántez.
Y prosigue: "Pedroche se colocó una gasa alrededor de la cintura, sin que le quedase bien porque está en los primeros meses de embarazo y la barriga no es prominente. De hecho, parece más bien una barriga de haberse empachado a hamburguesas. Después, lo que se supone que es una paloma en el pecho no tiene forma de paloma. Los pechos se le veían aplastados por el lado. No le favorecía. Y luego, un saco de patatas envuelto al cuerpo, que es una carpa de ACNUR donde han firmado los refugiados. Mira, todo en conjunto me parece una vergüenza y me parece que se le ha criticado poco".
"No es moda. Es un insulto. No es solidario para nada que te gastes 90.000 euros en un look y te creas portavoz de la paz porque te pongas cuatro tonterías sobre el cuerpo. Lo que Pedroche ha hecho es mostrar su desnudez un año más. Si hacemos un análisis, siempre sale desnuda. Lo que quiere es dar que hablar, mostrar su cuerpo y si va tan de feminista, ¿por qué se cosifica? Ha frivolizado con un tema como la guerra y los refugiados para enseñar su barriga", continúa González Durántez.
Y concluye: "Lo que tienes que hacer es donar esos 90.000 euros sin que nadie se entere y vestirte con un traje de moda que sea moda, con un nuevo diseñador de esos a los que nadie ve y escucha. O vestirte más humilde y ponerte un vaquero y una camiseta por la situación de muchas familias en España. Deja de enseñar tu cuerpo desnudo y no engañes a España hablando de la guerra de Ucrania cuando lo único que quería Antena 3 era mostrar tu embarazo".
En palabras de otro de los expertos interpelados por este diario: "La propuesta de Josie para vestir a Cristina Pedroche para esta última noche del año 2022 ha vuelto a cumplir con las expectativas que se esperaban. Y lo ha hecho porque la propuesta ha sido única, sorpresiva e incluía el mensaje de apoyo a Ucrania tras ser esta guerra el suceso más duro de este pasado año a nivel mundial", comienza relatando Jesús Reyes.
"Este es el punto de partida que Pedroche busca para comunicar cada año en claves de estilo y a través de sus estilismos: lo hizo con un particular homenaje a la pandemia hace dos años y lo hizo el pasado año con esa metamorfosis del ser humano tras cambios drásticos en nuestras vidas, también a nivel global con los efectos de la Covid-19", continúa.
"A nivel estético, este top inspirado en la paloma de la paz y la falda de tul, así como la capa, no son estéticamente elegantes. De hecho, están más relacionados con el arte que con la moda como tal, pero el resultado y el efecto Pedroche siguen estando intacto. Este es el verdadero objetivo que la casa Antena 3 quiere y busca. Y lo ha vuelto a lograr porque aquí estamos analizando este estilismo de Pedroche, y no el de otros presentadores o presentadoras", concluye Reyes.
El tercero de los expertos en moda consultados por EL ESPAÑOL es el historiador del arte y CEO de la firma Festa, Miguel Ferrer Miret. "El no vestido de Cristina Pedroche fue un acierto total. Una ruptura con las décadas de monotonía, de corpiños rojos de Caprile, tan tópicos y tan previsibles", comienza declarando.
"Vivimos en una sociedad a la que le gusta parecer escandalizada y el no vestido de Pedroche realizó la función social de dar qué hablar y romper con la monotonía. Como decía Diana Vreeland a sus lectoras de la edición americana de Vogue: 'No temas ser vulgar, sino aburrida'".
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"Dicho esto", señala Ferrer para concluir su formada opinión sobre Pedroche, "creo que el look podría haber estado mejor resuelto técnicamente. Quien confeccionó la falda no dominaba el corte al bies. Al tejido le faltaba cuerpo y las costuras quedaban retenidas".