Ha sido probablemente uno de los días más felices su vida y ella misma está sorprendida por el inmenso cariño recibido. El 46 cumpleaños de Shakira, que celebró el jueves 2 de febrero, se convirtió en un auténtico baño de masas, pero a puerta cerrada hubo muchas sorpresas. Lo más importante de lo que no se vio de la fiesta tiene dos protagonistas con nombre propio, ambos muy famosos y grandes amigos de la cantante colombiana y su familia.
Fueron muchos los admiradores que se acercaron hasta su casa en Barcelona para felicitarla personalmente. Tuvieron la oportunidad de hacerlo y además cara a cara, porque ella bajó a la calle para agredecerles su apoyo. Vestida de negro, con una gorra de flores de Dolce & Gabbana, que cuesta 350 euros, casi sin maquillar y muy sonriente, la expareja de Piqué (36) repartió besos y abrazos.
A lo largo del día fueron llegando a su domicilio multitud de regalos, muchos de ellos de firmas prestigiosas, y algunas personas de su círculo íntimo con elementos para la decoración y otros enseres. Había que prepararlo todo para una gran noche en la que además de soplar las velas, Shakira celebraba el gran éxito de su último tema, con el que ha batido todos los récords.
La mayor sorpresa de la velada fue la protagonizada por Carlos Vives (61), uno de los artistas más cercanos a ella. El colombiano realizó una videollamada para felicitarla y consiguió hacerle llorar con un vídeo especial que había preparado para ella como regalo de cumpleaños en el que aparecían imágenes de su pasado juntos y también de su padre, William Mebarak (91), cuyo estado de salud es delicado.
Fue en ese momento cuando la artista rompió a llorar, muy emocionada y dijo: "Es el mejor regalo que me han hecho nunca". La escena, compartida en las redes sociales de Vives, permitió también ver parte de una de las estancias de la casa de Shakira, toda decorada en blanco con luces led en morado.
Las sorpresas no acabaron ahí porque también recibió la visita de Alejandro Sanz (54), que ha sido su mayor apoyo durante su complicada ruptura con Piqué. A la fiesta también acudieron otros allegados y familiares cercanos, que disfrutaron de la música latina, la comida y la tarta. No faltaron sus hijos.
La cantante, entusiasmada, bailó con algunos de los asistentes en la terraza de su casa. Fue un gran día para ella, lleno de felicitaciones tanto de personajes anónimos como de fans. Muy diferente a la celebración de Gerard Piqué, que cumplía años el mismo día, y de la que no ha trascendido nada. Siempre discreto, el exfutbolista ha preferido vivirlo en la intimidad, rodeado de los suyos y de su novia, sin exponerse a nivel mediático.