Paco Rabanne, el virtuoso español de la aguja que vio tres veces a Dios
El 1 de febrero de 1966 presentó en París su primera colección: 12 vestidos calificados por la prensa especializada de la época como "imposibles de llevar".
Su vínculo con la alta moda le vino desde el momento en que nació. Francisco Rabaneda Cuervo, conocido mundialmente como Paco Rabanne, era hijo de la costurera jefa de Cristóbal Balenciaga. Su infancia la vivió rodeado de las mejores sedas, sublimes telas, exquisitas clientas de la alta sociedad y creció en el interior del atelier del gran maestro de la moda y el que sería referente para él. Rabanne estaba predestinado a ejercer esta profesión, la de diseñador, desde 1934, año en el que nació en Guipúzcoa.
Momento de la historia en la que una generación de genios cambió la moda para siempre y a la que Paco Rabanne perteneció. Así, desde el momento en el que decidió emprender, allá por 1947, en el sector del textil y del diseño con su propia firma, muchos han sido los hitos, logros y glorias que ha cosechado a lo largo de su carrera.
Una carrera exitosa que estuvo marcada por las líneas arquitectónicas debido a su formación en Arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, pero con un recorrido no exento de polémica derivada de sus disruptivos diseños para la época.
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"La innovación está en la repulsa, en el rechazo. La creación no es seducción, es impacto". Este ha sido el lema de Rabanne y el leitmotiv de su carrera. Frase que pronunció en los 90 y que resume a la perfección el trabajo de varias décadas. Un trabajo experimental y diferente como fue el de introducir en el sector de la moda materiales y técnicas que nadie antes había realizado. Algunas de sus máximas creaciones fueron las diseñadas con metal o aluminio. Diseños para los que Rabanne tuvo que sustituir aguja e hilo por alicates y anillas metálicas. También con otros tipos de peculiares materiales como el papel o los primeros vestidos creados con plásticos. Su obra fue cuestionada y admirada a partes iguales y desde el primer instante.
Y este rechazo a lo convencional hizo que el público cuestionase su condición de modisto, por lo que él mismo redefinió y reivindicó su oficio bajo el nombre de alta artesanía. Pionero hasta para clasificarse, ya que este concepto se extiende hasta nuestros días, muy utilizado en la actualidad por artesanos que buscan, como Rabanne en su momento, salirse de lo normativo.
París y los maestros de la aguja
Rodeado de otros grandes artistas del momento como Nina Ricci, Maggy Rouff, Philippe Venet, Pierre Cardin o Givenchy, París fue el nexo en común de todos ellos y el centro de creaciones para Rabanne y toda esta inigualable generación. Una promoción que convivió y coincidió durante la época dorada de la moda parisina, la de los años 60 y los 70.
El 1 de febrero de 1966 presentaría su primera colección, Manifiesto, en el Hotel George-V de la capital del Sena: 12 vestidos calificados por la prensa especializada de la época como "imposibles de llevar, fabricados en materiales contemporáneos, adornados con discos y placas de Rhodoid", rezaban los titulares. Y en este contexto, la fama no tardó en llegarle y con ella, la adoración hacia sus colecciones por parte de grandes mujeres de la moda y de la mejor sociedad europea.
Rabanne ha vestido a iconos como la mítica Donyale Luna para la edición americana de Vogue con uno de sus primeros diseños, fotografiada por Guy Bourdin, a las modelos Jackie Bowyer, Françoise Hardy, a artistas como Lady Gaga y a Norma Duval, diseñando parte de su vestuario para su mítico Folies Bergère de París.
También estaban entre sus musas Naty Abascal. De hecho, ha sido la sevillana de las últimas musas que ha rendido tributo en el año 2017, en vida, a la obra de Paco Rabanne en la Real Academia de San Fernando, Madrid, junto a Telva en la primera exposición de varias realizadas conjuntamente entre la modelo española y la citada cabecera de moda.
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En el plano sentimental, Paco Rabanne ha sido siempre bastante celoso y reservado de su intimidad, pero sobre el amor declaraba que "puede existir como declaración, como una representación de gestos; como un sentimiento sin igual. Pero fundamentalmente, el amor actúa como nexo de unión".
Conexión con Dalí y el surrealismo
Paco Rabanne fue un artista que vistió a las mujeres de metal, pero también un visionario, en todos los aspectos de la palabra, porque el tejido de eslabones metálicos quedará para siempre como su firma, algo pionero que creó Rabanne. Pero lo de visionario va más allá, ya que en el final de su carrera llegó a revelar que podía ver el futuro.
Afirmaba haber visto a Dios. En tres ocasiones: "La primera vez cuando tenía 26 años", declaraba con rotundidad. Llegó a escribir un libro, El fin de los tiempos, en el que anunciaba el fin del mundo con una tercera Guerra Mundial motivada por motivos religiosos y contra los árabes. O ha dejado anécdotas como cuando él recordaba ante los medios haber sido un sacerdote egipcio o una prostituta de la corte de Luis XV.
No en vano, se codeó con grandes artistas del surrealismo como Salvador Dalí. De hecho, una exposición repasaba el vínculo entre el diseñador Paco Rabanne, el pintor surrealista Dalí y el fotógrafo Jean Clemmer. Ya que, durante la década de los sesenta, los tres artistas realizaron varios trabajos juntos, que dieron pie a una serie de imágenes que se han considerado como el preludio de la revolución sexual. La exposición, de título Jean Clemmer Collaborations Salvador Dalí / Paco Rabanne, tuvo lugar en la galería Robert Berman, en Santa Monica, Estados Unidos, en el año 2013.
Un legado eterno
Recordado será siempre Rabanne como un visionario de la industria por sus creaciones atrevidas y revolucionarias y por su gran sentido olfativo para la creación de perfumes a través de la casa Puig Beauty and Fashion Group, una de las principales empresas de cosmética y perfumería del mundo y la mayor empresa de este tipo en España.
La historia de esta casa, Puig, y Paco Rabanne comienza a finales de los años 60 con el lanzamiento de Calandre, el perfume creado poco después de que el diseñador lanzara los ya mencionados doce vestidos imposibles de llevar en materiales contemporáneos. Su enorme personalidad transmitió, a través de una estética única, su visión atrevida, revolucionaria y provocadora del mundo de la moda. Y así lo han querido recordar desde la casa de perfumes Puig con las siguientes palabras y a través de un comunicado.
"Paco Rabanne hizo magnética la transgresión. ¿Quién más podría inducir a las elegantes mujeres parisinas al clamor por vestidos hechos de plástico y metal? ¿Quién sino Paco Rabanne podría imaginar una fragancia llamada Calandre (cuyo significado es 'parrilla de automóvil') y convertirla en un icono de la feminidad moderna? Ese espíritu radical y rebelde lo distingue: solo hay un Rabanne. Con su fallecimiento recordamos una vez más su enorme influencia en la moda contemporánea, un espíritu que perdura en la Maison que lleva su nombre", ha declarado José Manuel Albesa, presidente de la división Beauty and Fashion de Puig, grupo al que ha dado inmensas alegrías a través de sus afamados perfumes, adquiridos a nivel mundial.
Por ello, ha querido también unirse a este reconocimiento público Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, añadiendo que el creativo "seguirá siendo una importante fuente de inspiración para los equipos de moda y fragancias de Puig, que trabajan conjuntamente para expresar los códigos radicalmente modernos de Paco Rabanne".
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Desde generaciones longevas con su épico y primer perfume Calandre, a los Millennials después de reinventar la marca y el volver a revolucionar el sector de la perfumería desde el 2001 con la creación de Ultraviolet Man y poco después de Black XS o Black XS pour Elle, a la Gen Z con sus últimas creaciones, Phantom, masculina, y Fame, femenina: su legado en el sector es ya infinito como avalan, además, sus premios y reconocimientos. Premio Nacional de la Moda en 2010 y Medalla de Oro en las Bellas Artes en el año 2000 en nuestro país, y miembro de la Legión de Honor francesa desde 1989.
Paco Rabanne ha fallecido este viernes 3 de febrero de 2022 a los 88 años en la localidad francesa de Porstall, donde el maestro de la aguja y de los perfumes residía hasta el último de sus días y desde el que será eternamente recordado a través de su fundación y como el último superviviente y genio de esa gran generación que cambió la moda para siempre.