El 18 de enero de 2021, la vida de la emblemática presentadora Mayra Gómez Kemp (75 años) se fundió a negro con el fallecimiento del amor de su vida, su marido, Alberto Berco. Su fiel compañero de batallas durante 47 años fallecía de súbito en su casa, a los 91 años, aquejado de un fulminante fallo al corazón.
Este deceso noqueó a Mayra, fue un zarpazo duro porque nada le hacía presagiar que esa mañana, aparentemente apacible y serena, iba a ser la última que amanecía al lado de su esposo. "Al despertarse, me dijo: '¡Qué bien he dormido!, he dormido muchísimas horas'. Él llevaba varios días sin poder dormir bien y estaba muy contento", relató entonces una Gómez Kemp abatida y devastada.
A los minutos de decir esto, su razón de amor "se le fue" al quitarse el pijama para emprender un nuevo día. Así, sin más. Nunca imaginó que Alberto "estaba tan cerca de la muerte". Desde entonces, Mayra está obligada a convivir con la soledad, que, para más inri, el coronavirus acentuó malvadamente. Llegó un tiempo oscuro; Mayra se encerró en casa.
[Muere el marido de Mayra Gómez Kemp, Alberto Berco, a los 91 años]
Hoy, sigue luchando contra el desánimo. Este 14 de febrero de 2023, día de San Valentín, Gómez Kemp cumple 75 y EL ESPAÑOL ha charlado con ella. Ha sido un proceso duro, como reconoció hace un tiempo la propia Mayra a este medio: "Estoy resistiendo, como la mayoría. Una pandemia, confinados, olas de calor... Sólo nos falta una invasión alienígena". Ahora, la que fue presentadora estrella del Un, dos, tres anda más animada.
Cuando se le pregunta qué hará de especial este 14 de febrero, Mayra trata de animarse y espantar la tristeza: "Vienen mi mejor amiga y su marido a comer conmigo. Es un día difícil para mí porque es el día de los enamorados y el amor de mi vida ya no está". Porque no sólo es su cumple, también San Valentín, y le resulta inevitable acordarse de cómo lo celebraba junto a su marido y lo detallista que era con ella.
Hace un tiempo, Gómez Kemp se sinceró a ese respecto con este periódico: "Fíjate, voy a contar algo que nunca he contado. A Alberto, por San Valentín, le gustaba cocinar y lo hacía muy bien. Además, siempre me decía que nunca me regalaría flores, porque siempre acaban muriéndose. Lo que me compraba eran plantas. Decía que tengo mano especial para las plantas, tengo la casa llena".
Lo que antes era amor, cocina, plantas, abrazos y cariños, hoy es "terrible". "Que pase pronto este día", pidió, vía telefónica, Mayra en 2021. Es una mujer fuerte y se repondrá del todo. Lo hará, sostiene, por él: "Él se lo merece todo".
Mayra ha estado, y está, en parte, tocada de ánimo, pero siempre ha mostrado, eso sí, agradecimiento a todas las personas que se han preocupado por ella y la llaman: "En ese sentido, no me puedo quejar, pero necesito abrazos".
Tiene amigos, muchos, y conocidos, otros tanto. Las hijas de Alberto Berco -de una anterior relación sentimental-, Viviana y Roxana, como si fueran suyas de tanto trato en años, están ahí. Pero Gómez Kemp habla de otro tipo de soledad: la de puertas para adentro. La que se produce cuando se cierra la puerta de casa.
El día en que se quedó viuda era lunes y su marido murió en sus brazos. El actor fue incinerado, pero su mujer no acudió al tanatorio a darle su último adiós, de tan destrozada como se encontraba tras este duro e inesperado golpe. Tal y como narró la propia presentadora en esos aciagos días, las hijas de su marido se encontraban entonces en Buenos Aires y tampoco acudieron a darle su último adiós. El coronavirus lo impidió.
"Él se empezó a deteriorar poquito a poco. Le fallaban las piernas y yo lo ayudaba para poder ir al baño. Imagínate yo con 50 kilos cargando a un hombre de casi 100, pero lo hacía porque lo amaba", aseguró Mayra. "Yo solo quiero pedir un favor, los que crean que recen por mi marido. Se ha ido el amor de mi vida", sostuvo el día del fallecimiento. Un duro golpe para la comunicadora, que tenía en su marido al pilar fundamental de su vida.
Entre suspiros, reflexionó Mayra en 2021 lo felices que fueron: "Dios puso a Alberto en mi vida y fue un milagro de amor. Formamos un gran equipo en todas las vertientes de la vida. Nos entendíamos a la perfección. Todo lo que hizo por mí...".
Juntos desde hace casi medio siglo, Mayra ha confesado en más de una ocasión lo importante que fue Alberto para que ella afrontara con fuerza y ánimos el cáncer de lengua que sufrió en el año 2009, así como el de garganta que padeció también en 2012.
"No se separaba de mi lado, me animaba con todas sus fuerzas, tanto cuando me detectaron un cáncer de lengua en el 2009, como el de garganta tres años después. Siempre juntos, apoyándonos el uno en el otro en lo bueno y lo malo", aseguró. Enfermedades de las que, afortunadamente, se recuperaba poco después. Fruto de estos importantes problemas de salud, el actor sufrió una depresión de la que consiguió recuperarse con el apoyo de la presentadora.