"¿Te estás follando al Rey? ¡Eres la puta del Rey!" Estas son las desagradables y durísimas palabras que Ángel Cristo espetó a su esposa, Bárbara Rey, embarazada de su primer hijo, en el momento en el que descubre que la vedette podía haber mantenido una relación sentimental con el hoy emérito Juan Carlos (85).
Así lo desvelan, al menos, en Cristo y Rey, la increíble serie de Atresplayer Premium que repasa parte de la vida de Ángel Cristo y Bárbara Rey entre las décadas de los 70 y los 90. Este domingo, 12 de febrero, la plataforma de Antena 3 emitió el sexto capítulo llamado, precisamente, La puta del rey.
En él ya se empiezan a desvelar las primeras crisis en el recién estrenado matrimonio: el domador le era infiel con una joven que trabajaba en el circo. Lo hacía por rabia, por despecho, por impotencia, pues en el fondo la despreciaba y la trataba como a un objeto.
Bárbara, por su parte, embarazada, luchaba por mantener firme el inestable barco de su familia y volver, paulatinamente y con la aprobación de su marido, a la televisión y al cine, sector que había abandonado para crear su núcleo junto a Cristo. De manera paralela, la actriz ponía todo de su parte para brillar en un mundo que no le correspondía: el de las carpas y las acrobacias. El accidente que sufre al ser atacada por un elefante lo deja bastante claro.
Entre tanto, sobrevolaba, constantemente, la figura del rey Juan Carlos, con quien, según la serie -cuyo relato se ha construido por los testimonios de algunos de sus protagonistas y por las crónicas publicadas en la prensa de la época- la actriz mantuvo una relación de tres años que se retomaría unas décadas después.
Cuando el jefe del Estado, a efectos prácticos, el novio furtivo de Bárbara durante mucho tiempo, es conocedor de que ésta está embarazada, decide mandarle un regalo. Se trata de un chupete de plata para el futuro bebé. La vedette recibe una llamada de Juan Carlos I, al que desde que dejó para tratarlo como a un amigo llama Majestad -y no Juan, como solía-, y en ese instante irrumpe en la habitación su marido, a quien acaba confesándole que, efectivamente, el interlocutor de esa llamada era el Rey. Ante la furiosa del domador, ella sostiene que es sólo un viejo amigo.
[Los amores de Bárbara Rey más allá de Ángel Cristo: un actor internacional, un torero y el Emérito]
Por motivos empresariales, Ángel Cristo necesita asistir a una recepción en el palacio de La Zarzuela, a la que también acudiría el rey Fahd. Por intermediación de Bárbara, Ángel logra ser invitado a la residencia oficial del jefe del Estado, y es ahí, en un cruce de miradas entre su esposa y el padre de Felipe VI (55), cuando él cae en la cuenta de que entre ellos podría existir algo.
Al llegar a casa, la pareja mantiene una acalorada discusión con motivo de los celos de Ángel Cristo al creer que su esposa lo engañaba con el rey Juan Carlos. Los fantasmas de una conversación pasada con un paparazzi que le alertó de esto sin especificar el nombre y una llamada telefónica en la que creyó haber reconocido la voz del monarca vinieron a su mente perturbada y estalló.
"¿Eres su puta? ¿Eres la puta del Rey? ¡He visto cómo te tocaba! ¡Eres la puta del Rey! ¡Me estás poniendo los cuernos con el Rey!", gritaba enloquecido Ángel Cristo mientras la emprendía a golpes y patadas en la barriga de Bárbara, embarazada de su primer hijo, que nacería semanas después.