A sus 29 años, Eduardo Navarrete asegura sentirse en el momento más pleno de su vida. Aunque recientemente sufrió la pérdida de su padre, no le gusta regocijarse en el dolor. Se describe a sí mismo como una persona positiva y sin mayores ambiciones. Confiesa a EL ESPAÑOL que es feliz con lo que tiene, con su trabajo, su nueva casa y su renovada imagen "de escándalo".
Eduardo Navarrete ha atendido a este periódico poco antes de presentar su nueva colección, N-61. Este pasado miércoles, 15 de febrero, el diseñador llevó a cabo el primer desfile sobre ruedas en la pista de patinaje Rolling Dance & Burger, una de las más extensas de Europa.
Con su nueva colección el creador alicantino homenajea su tierra, el Mediterráneo, sus colores y sus paisajes, con una propuesta de baño lucida de principio a fin por patinadores y clausurada por La Terremoto de Alcorcón (45 años) y Lorena Castell (42). Sobre el desfile, sus diseños, su nueva imagen y sus proyectos ha conversado con este periódico.
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El año pasado presentó la colección dentro de carritos de la compra y esta vez, en patines. ¿Cómo surgió la idea?
Cuando conocí la pista de patinaje fue entrar por la puerta y decir 'mi próximo desfile tiene que ser aquí'. Me enamoré del sitio y de su historia de más de 30 años, es una pasada. Tiene un rollo ochentero. Esto y Torrevieja me han dado pie a hacer esta colección con un toque retro.
¿Su mente no descansa?
Es que cuando veo algún sitio característico voy pensando. Al final es algo de formación profesional. Nos pasa a más de uno.
La colección se llama N-61. ¿Qué significa?
En Torrevieja hay un submarino que es muy turístico y emblemático. Se llama S-61. Entonces le he puesto la N por Navarrete.
¿Qué trae esta nueva propuesta?
Es una colección de 25 looks. La mayoría de las piezas son trajes de baño de mujer y de hombre con patrones básicos, clásicos... El típico slip de caballero, la bermuda, bikinis, el bañador de tirantes, asimétricos, bandeau... Que quedan bien a todo el mundo. Son patrones para todos los cuerpos. Además, hemos hecho unas piezas más elaboradas con sombrillas de rafia, que me remiten a mi infancia, a mis veranos en la piscina de mis padres, que tenían ese estilo de sombrilla hawaiana. Las hemos desmontado y hemos hecho estas piezas que le darán un toque especial a la nueva presentación. Cerramos el desfile con La Terremoto de Alcorcón y Lorena Castell, con dos piezones hinchables que hemos recreado. Una pelota y unos flotadores.
¿La camisa que llevó en El Hormiguero, que fue toda una revolución, también es de esta colección?
Esa pieza la hicimos precisamente para El Hormiguero y va a estar en esta colección. La verdad es que ha sido un éxito, hemos vendido un montón y ojalá se vendan muchas más. Yo me la adapté en manga larga, pero también la hemos hecho en manga corta.
Su entrevista en El Hormiguero también fue un éxito. Sin embargo, ha recibido muchas críticas. ¿Le da importancia a los malos comentarios?
A mí no me importa absolutamente nada. Me da exactamente igual lo que digan. La gente siempre va a criticar por algo. Entonces, si lo van a hacer, que sea por eso, porque me he operado. También dije que iba a CrossFit todos los días y eso no lo han mencionado. Se han llenado la boca diciendo que yo, en vez de decir que hay que llevar una vida saludable para tener un buen cuerpo, he dicho que hay que operarse. Pues yo dije que me había operado, pero que estoy yendo a CrossFit todos los días y manteniendo una vida saludable. Pero han querido coger lo que han querido. La frase de que 'nunca se está suficientemente delgado', no son palabras mías. Es de Bibiana Fernández, que dice que ni se está suficientemente delgado ni se tiene suficientemente dinero. A mí me da igual. Todo lo que dije lo volvería a decir.
¿Cómo fue su infancia?
Yo la recuerdo feliz y siempre disfrazado. Mi padre decía que me gustaba disfrazarme. Tenía un traje de payaso que me encantaba. Fue muy divertida... Siempre me viene a la mente el salón de bodas de mis padres, que tenían un restaurante y ese espacio de eventos. Trabajaban todos los días, así que pasé mucho tiempo con mi abuela, que fue la que me crio. Mis padres siempre han estado trabajando y cuando no, yo ya tenía más edad, así que estaba con ellos. Siempre en el mundo de la hostelería. Entre cañas y cafés.
Recuerda mucho a su padre, que falleció recientemente. Sin embargo, ha hablado poco del tema. Usted que es tan extrovertido, ¿prefiere sobrellevar el dolor en la intimidad?
Yo tengo una personalidad y una actitud ante la vida muy positiva. No me gusta regocijarme en el dolor. A mí me gusta estar con la gente que transmite alegría y puedo ayudar a quien lo necesite. Pero me genera rechazo la gente que siempre vive en el drama. Entonces yo procuro mostrar lo bueno, me gusta muchísimo hacer reír y me alimento de esa risa. Sí puse un mensaje en mis redes de que mi papá se había ido, pero tampoco... No considero... ¿Sabes lo que te digo?
Recientemente dijo que está más feliz que nunca. ¿Qué ha hecho para alcanzar la plenitud?
Antes de operarme ya era feliz. Lo que pasa es que tenía un complejo, que era mi cuerpo, que no me permitía tener la plenitud que tengo ahora. Tengo mi trabajo, tengo mi empresa que es mi agencia de comunicación y me ocupa la mayor parte de mi tiempo, soy feliz haciendo lo que hago con mis clientes, tengo una marca de ropa que le va súper bien y me deja exprimir mi lado más creativo, tengo mi casa que me acabo de comprar y estoy encantado... Y ahora tengo un cuerpo de escándalo (ríe). No quiero nada más, no quiero más dinero... Viajo cuando me da la gana, no todo lo que me gustaría, pero como me gusta mi trabajo tampoco es un problema. Es que no quiero nada más. Estoy feliz, tengo plenitud.
¿Un consejo que haya recibido y que pueda compartir?
Mi amigo Wyoming, que es de las personas más sabias que he tenido la suerte de conocer, me ha dado muy buenos consejos. Un día en una charla me dijo: 'Eduardo, mentes complejas, gustos sencillos'. Él me recordó que el mundo está lleno de gente frustrada porque se ponen metas que no pueden conseguir. Te lo estoy contando y se me están poniendo los pelos de punta. A mí me hace feliz lo que tengo y no ambiciono más. Hay que ser feliz con lo que uno tiene y yo tengo la suerte de tener mucho.
¿Un sueño, en temas de moda, que le quede por cumplir?
¿Un sueño? Vestí hace poco a Bárbara Rey para Vanity Fair, así que ya he tocado el techo (ríe). Yo no tengo una visión internacional. Creo que nacionalmente, estoy en un lugar muy bueno. Y próximamente va a pasar una cosa que no puedo contar todavía.
¿Y algo que sí pueda contar? Después de la presentación de la nueva colección, ¿qué viene?
El próximo domingo repetimos el cierre de la Semana de la Moda, en Space. Lo repetimos con Maison Mesa. Yo sigo siendo el anfitrión, pero he invitado este año a Maison Mesa. Y nos vamos a Torrevieja el 21, 22 y 23 de abril.