Una "tranquila" Laura Ponte (48 años) ingresaba en el hospital Universitario La Paz, en Madrid, el 7 de octubre de 2022, para ser intervenida de su esperado trasplante ocular. Así lo pudo saber EL ESPAÑOL, que contactó con la modelo mientras aguardaba en el centro de salud dispuesta a poner fin a sus atípicos últimos meses.
La gallega se perforó la córnea a principios del pasado verano, y desde entonces perdió la visión de su ojo izquierdo. Todo ocurrió en junio de 2022, momento en el que fue operada de manera urgente con la intención de que sus médicos pudieran salvar el daño provocado en esa delicada capa externa del ojo.
Después de su cirugía, los facultativos le recomendaron reposo y vida tranquila, y eso es lo que ha hecho, además de añadirle una envidiable actitud positiva a su situación. "No es ninguna broma no ver de un ojo, pero bueno, dentro de lo que cabe... hay cosas mucho peores, de verdad. Y lo único que tengo que hacer es llevar una vida muy tranquila, que me viene muy bien", expresó a este periódico entonces.
"Estoy bien, pero cuando te hacen un trasplante, el tema del rechazo es una cosa que está siempre ahí. La operación fue fenomenal y las revisiones, también. Estoy que no me lo puedo creer", confesó Ponte a este periódico semanas después de la intervención.
Ahora, la modelo ha reaparecido este pasado viernes, 17 de febrero de 2023, en el desfile de la firma Duarte, en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, y ha hablado de cómo lleva su recuperación tras la operación. Muy sincera, ha confesado que su ojo evoluciona bien: "Yo creo que bien. Cuando voy a mis revisiones, a mis medicaciones, que voy cada mes y medio, me dicen que bien, de momento. Esto es una cosa de todos los días".
Laura ha detallado, además, cómo ha cambiado su vida desde que se operó de la vista: "Moverte, hacer una vida tranquila... Es verdad que al principio te sientes tan bien que crees que enseguida puedes recuperarlo todo, pero me he llevado algún sustito, algún pinchazo". Más allá de la operación, la modelo lleva "tres semanas sin fumar, tres semanas sin beber, cuatro clases de yoga. No soy la misma".
Pese a ello, asevera que le preocupan otro tipo de enfermedades más graves: "Tienes otro ojo. Es verdad, es así de tremendo. No es un órgano vital, es decir, puedo vivir. Sí que es verdad que no hay que perderle el respeto, pero me preocupan otras cosas más de mi salud. Que estoy más pendiente de ellas".
Al final, lo que le ha ocurrido en su ojo sostiene Laura, pragmática, que forma parte de "la vista, y es parte de la memoria, los sentidos, todo eso. Y hay que cuidarse, no estoy diciendo que la gente no se cuide. Tenemos que cuidarnos mucho, dar las gracias todos los días de tener dos ojos y poder ver la vida maravillosa, pero sí que es verdad que no tengo tanto miedo como, a lo mejor, gente con otros problemas, con un cáncer. Eso me asusta más, ¿no?".