Fue el 4 de julio de 2019 cuando la vida del siempre elegante, seductor y galán Arturo Fernández se apagó para siempre a los 90 años de edad. El célebre actor fallecía en un hospital madrileño donde ingresó por las complicaciones derivadas del tumor de estómago que padecía. Tal y como se apuntó entonces, el triste desenlace fue "rapidísimo" e inesperado para todos.
Dos años antes, se le detectó a Fernández "un pequeño tumor" que le controlaban "cada seis meses", pero en abril de ese fatídico 2019, tras suspender su gira teatral, todo se agravó y fue "imposible parar" la enfermedad. De este modo, decía adiós el último galán del cine español. Siempre bien afeitado, oliendo a Varón Dandy y dispuesto a seducir con su savoir faire a todas las mujeres, Arturo tenía una vida familiar y sentimental plena y feliz.
También bien protegida: nunca la pregonó en exceso ni en revistas del corazón. Este año 2023 se cumplen cuatro años de su partida y EL ESPAÑOL ha podido confirmar algunos detalles de cómo es el día a día de una mujer que nunca lo olvida, que lo tiene muy presente pase el tiempo que pase, y que lo lloró y llora: su viuda, Carmen Quesada.
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También en este caso, detrás del galán y del mediático Arturo Fernández había una gran mujer, discreta y tímida, que lo siguió y acompañó en la sombra. No se le conoció a Carmen Quesada un renuncio o escándalo, ni siquiera un afán de protagonismo, por ínfimo que fuera.
Carmen acompañó a su pareja hasta su último hálito de vida. Cuenta a EL ESPAÑOL una fuente de total solvencia que Quesada lleva años afincada en su adorada Marbella, porque la vida en Madrid "se le hizo insoportable en esa casa que todo le recordaba".
Hoy, la vida de Carmen sigue, aunque nunca más volverá a ser la misma. Un buen día, decidió deshacerse de todo y emprender un nuevo rumbo basado en la ayuda a los demás. Quesada es directora del Bazar solidario de Cáritas en Marbella -al que lleva casi 15 años vinculada-, y muy conocidos son sus mercadillos solidarios.
"La gente tiende a poner eso de 'mujer de', pero Carmen siempre tuvo y tiene identidad propia y es muy conocida por sus ayudas", se explica.
Además de pareja amorosa, Arturo y Carmen compartieron negocios. De este modo, Quesada, que es abogada de profesión y tuvo bufete propio durante casi una década, fue también directora gerente de la productora de Arturo, Jandro Producciones S.A. No obstante, tras la muerte del actor, Carmen llegó a un acuerdo con uno de los hijos de éste. Este vástago, con el tiempo, decidió disolverla, como informó Vanitatis.
También la casa de Madrid, en la que vivió Arturo en Fuente del Fresno -y que se puso a la venta en 2020 por 840.000 euros-, fue comprada por uno de los hijos, previo acuerdo con sus otros hermanos. "Carmen nunca quiso nada y con la muerte lo comprobó", se apostilla. Hace un tiempo, la viuda de Arturo explicó a ABC cómo es vivir sin él, así como el aciago recuerdo que conserva de los días previos a su muerte.
"Los peores de mi vida. Del 19 de Marzo que terminó su gira en Bilbao hasta el 4 de Julio que se marchó…. los peores de nuestras vidas. Me queda el consuelo de que él no sabía que era el final. Su última tarde estaba cambiando el título de la película que tenía que haber rodado", recordó.
Arturo fue el gran amor de su vida y explica una persona a EL ESPAÑOL que Carmen ha renunciado a ese sentimiento y a compartir de nuevo su vida: "Mira que los que la queremos le hemos dicho y aconsejado, pero ella tiene claro que esa parcela está cerrada a cal y canto".
Acerca de la relación que hoy en día libran Quesada y los tres hijos del actor gijonés, María Dolores, María Isabel y Arturo -frutos del anterior matrimonio de Fernández con María Isabel Sensat-, se sostiene que es "cordial, pero muy poca. La vida los ha separado, pero hay mucho afecto".
Su historia de amor
Fue en 1980 cuando Arturo y Carmen se conocieron. Quesada tenía entonces 21 años. Arturo Fernández, 50. "Tenía una profesora de Literatura en el colegio que decía que el único actor que tenía pinta de galán internacional era Arturo Fernández. Yo no sabía quién era y lo confundí con otro, que era un señor menos apuesto, con la cara picada de viruela. Así que cuando llegué a clase le dije a la señorita Rosa que ese señor me parecía muy feo", narró Carmen Quesada en un programa de Bertín Osborne (68) en el año 2015.
Y añadió: "Ella se incendió y decidió llevarnos a ver una obra de Arturo Fernández para que yo viera que era un señor imponente. (...) Luego le conocí a través de la madre de un amigo mío, que salía con un íntimo amigo de Arturo. Una noche estábamos todos en una discoteca y le dijo: 'Os voy a presentar a esta niña'. Porque en realidad ella quería tener otra cita con aquel tipo. Fue así como nos conocimos".
Carmen sabía que ese hombre que tanto le gustaba no se lo iba a poner fácil: "Él tenía muchas novias y tenía que hacer caso a todas, así que era todo muy intermitente". Tras conocerse, Arturo se vio obligado a viajar a México para rodar una película, y Carmen se quedó en su casa de Madrid cuidando a sus perros.
"Y eso me lo cobré después. Me quedé", confesó, entre risas, Quesada en el programa En la tuya o en la mía. "Nunca más quiso salir de aquí", añadió Fernández. Aunque han compartido vida desde 1980, la pareja nunca contrajo matrimonio. "Nunca ha querido casarse conmigo", comentaba con sorna Arturo Fernández en el citado espacio de Telecinco.