Jim Carrey (61 años) es uno de los actores más famosos del mundo. En su currículum están algunas de las películas con más éxito de las últimas décadas, como La Máscara, El show de Truman o Ace Ventura, las cuales le colocaron en lo más alto del mundo de la actuación.

Pese a esta gran fama, lo cierto es que el intérprete es un hombre discreto que prefiere que su vida personal esté en un segundo plano. Un deseo que ha logrado al encontrar el que ha sido su gran refugio, su mansión de Brentwood, en Los Ángeles. Jim adquirió esta casa en el año 1994 por unos 3,8 millones de dólares y ahora, casi treinta años después, ha decidido venderla por 28,9 millones. 

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    Mansión bien aprovechada

    Una imagen aérea es la mejor para hacerse una idea de las dimensiones de la casa que Jim Carrey ha sacado a la venta. Está ubicada en Los Ángeles, cuenta con una superficie de 8.200 metros cuadrados sobre los que se levantan diferentes edificaciones que cubren más de 1.100 metros.

    En el exterior, se puede apreciar una piscina, pista de tenis y una amplia zona arbolada. 
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    Decoración blanca y limpia

    Pese a su exterior clásico, el interior rezuma un estilo contemporáneo en el que las obras de arte y los muebles de diseño son el centro de las miradas. El salón, por ejemplo, destaca tanto por su gran amplitud como luminosidad, ya que cuenta con grandes ventanales y claraboyas que dejan pasar la luz. 
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    Cocina de chef

    Las cocinas suelen ser las estancias que más llaman la atención y, viendo cómo es la de la mansión de Jim Carrey, se entiende. De muebles blancos y encimera de piedra, es de categoría superior y bien podría ser la de un restaurante de lujo. Además, cuenta con electrodomésticos de la mejor calidad y una barbacoa interior.
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    Dormitorios amplios

    Esta casa tiene un total de cinco dormitorios completos y todos ellos destacan por su amplitud, sus techos de color blanco y su luminosidad. El que aparece en la imagen es, además, uno de los principales ya que tiene su propia chimenea, perfecta para caldear la estancia en los días más fríos. Cuenta también con su propia terraza. 
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    Baño con chimenea

    Los cuartos de baño no se quedan atrás, convirtiéndose en habitaciones en las que apetece estar por su calidez. En total hay seis completos repartidos por toda la casa además de dos aseos.  Algunos de ellos, además de lo básico -lavabo, inodoro y bañera o ducha-, cuentan con su propia chimenea o sauna. 
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    Sala de cine

    Hay muchos rincones que hacen que esta vivienda sea única, y uno de ellos es la sala de cine. Con espacio para una decena de personas, no solo tiene una pantalla de tamaño gigante, también unos cómodos y mullidos asientos desde los que disfrutar de las mejores películas.
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    Art decó

    Actualmente de sus paredes cuelgan muchos de los cuadros que Jim ha pintado a lo largo de su vida, así como algunas esculturas y los trajes de sus películas más icónicas.
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    Arte por los rincones

    Jim Carrey, gran apasionado de su trabajo, creó incluso un teatro art decó personalizado. Una estancia muy llamativa, inspirada en las salas clásicas, que cuenta con sofás cubiertos de mohair, columnas de madera burl y un lujoso baño de mármol.
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    Piscina con cascada

    La parte exterior está a la altura de los increíbles interiores de la vivienda. La parte más atractiva es la de la piscina, pues parece sacada de la naturaleza al estar rodeada de piedras y tener su propia cascada.

    Muy cerca de ella se encuentra una edificación llamada 'casa de la piscina' en la que se puede seguir un ritual de spa, pues incluye su propia sauna y sala de vapor. También hay una zona de bar y barbacoa. 
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    Pista de tenis

    También hay espacio para el deporte. La mansión cuenta con un área de yoga completamente equipada, pero la mejor parte está en el exterior, donde se encuentra una pista de tenis de suelo azul. Completamente equipada, es perfecta para realizar ejercicio sin salir de casa.
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    Gran espacio exterior

    Construida en 1951, Jim Carrey adquirió esta mansión en el año 1994 por 3,8 millones de dólares (3,57 millones de euros). Ahora, casi treinta años después, ha decidido deshacerse de ella, aumentando el precio considerablemente. Quien quiera ser su nuevo dueño, deberá desembolsar 28.900.000 dólares (27 millones de euros).
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