Hace apenas unos días Miguel Bosé (66 años) reapareció durante una visita a la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO) para disfrutar de sus exposiciones. Nada extraordinario si no fuera porque por primera vez habló de su expareja, Nacho Palau (51). Ahora el turno ha sido para el escultor, que este sábado 25 de marzo se ha sentado en un plató de televisión para contar cómo se encuentra.
El ex del famoso cantante ha pasado los últimos meses alejado del foco público, recuperándose de un cáncer de pulmón por el que se tuvo que someter a un agresivo tratamiento de radioterapia y quimioterapia del que aún tiene secuelas.
Según le contaba a Paz Padilla, presentadora de Déjate Querer, conocer el diagnóstico "fue un guantazo tremendo" que logró soportar y superar gracias al apoyo de su madre y de sus hijos. "Se me hinchó la garganta, tengo una cuerda vocal fastidiada que no recuperaré. Pero por lo menos puedo hablar. Cuando perdí la voz sentí mucha empatía con Miguel (Bosé). Él perdió la voz y sigue con la voz jodida", desvelaba
[Miguel Bosé sorprende al hablar por primera vez de Nacho Palau: "Es un tipazo. Hablamos mucho"]
La peor parte, además de las consecuencias físicas, fue ver sufrir a su entorno más cercano y es que afirmaba en la entrevista que le "hubiera gustado estar solo, seis meses en una burbuja sabiendo que mis hijos iban a estar atendidos", pero no fue posible.
"Me he dejado llevar, pero es difícil, es una enfermedad tuya por mucho apoyo que tengas de familia, de amigos, pareja, hijos... lo pasas mal. Sientes dolor, impotencia, ver sufrir a los demás que quieren ayudarte y tú con mucha mala leche. Es muy dura la enfermedad, pero también para la gente que ha estado cerca de mí, se pasa mal de verte tan estropeado, con dolores, muchas pruebas... He pedido mucho perdón", añadía.
De hecho, le confesaba a Paz que hubo "un día que dije 'no puedo más. Que se termine esto, me lleve por delante y no quiero saber nada'. No podía".
En cuanto a su acercamiento con Miguel, Nacho contaba que "hemos llorado juntos", y que su primera llamada: "fue muy emotiva. Me dijo que estaba ahí, que no me preocupara. Que me cuidara y alimentara bien y que no me preocupara de nada más. (...) Le quiero mucho".
Aprovechando que hablaba sobre el que fuera su pareja durante dos largas décadas, Nacho terminaba su entrevista aclarando que el proceso judicial en el que está sumergido contra Miguel por la custodia de sus hijos sigue adelante a pesar de que ahora tiene una buena relación: "Hemos entendido que esa unión no se puede romper. El procedimiento legal no se ha parado porque es algo que se tiene que lograr. No es justo que por la inmadurez de unos mayores lo paguen unos manos que no tienen culpa de nada. Soy igual de responsable. Las leyes deben ponerse a la altura".