Hay papeles que marcan la vida profesional de un actor. Ana de Armas (34 años) apareció este domingo, 12 de marzo, como flamante nominada al Oscar por su rol de Marilyn Monroe en Blonde, Johnny Depp (59) siempre será el capitán Jack Sparrow en Piratas del Caribe o Leo DiCaprio (48) será recordado eternamente como otro Jack; Jack Dawson, el joven de recursos limitados que vivió una breve pero intensa historia de amor con una mujer rica en transatlántico más famoso del cine: el Titanic.
En un plano más local, Martiño Rivas (38) está viviendo su propio resurgir ahora que acaba de estrenarse Nacho, la serie de Atresplayer Premium en la que da vida al actor porno español más internacional: Nacho Vidal (49). La interpretación corría por sus venas desde muy pequeño -con 13 años ya participó en Mareas vivas, serie de la tele gallega.
Aunque no fue hasta 2007 cuando le llegó el personaje por el que se le conocería de manera masiva. Junto a la anteriormente Ana de Armas o Elena Furiase (35), Martiño desempeñó el rol de Marcos Novoa en El internado. Tras el fin de la serie y su primera -y hasta la fecha única- nominación al Goya por Los girasoles ciegos, Rivas empezó a adquirir un perfil más bajo.
En 2012 regresó a la actualidad informativa tras protagonizar el controvertido anuncio de Loewe Oro Collection. Una campaña centrada en Madrid y que tenía como rostro principal a jóvenes artistas, estudiantes de moda, actores y algunos 'hijos de...', cuya profesión conocida hasta entonces no era más que esa.
A continuación, su estela se apagó en la gran pantalla y comenzaron las apariciones en pequeños proyectos entre Telecinco y Televisión Española que no terminaron de despegar. Pero el boom de Nacho ha hecho que Rivas haya vuelto y parece que esta vez para quedarse.
Desafortunadamente para él -Martiño es reservado con su vida personal aunque es muy natural cuando suceden cosas que son inocultables como estar enamorado o ser padre-, en diciembre de 2020 fue protagonista de una polémica que atañía a su parcela privada.
Después de tres años de amor y una hija en común con la bailarina Kayoko Everhart (40), la pareja rompía de manera definitiva. Ella se había enamorado de Joaquín de Luz (46), director artístico de la Compañía Nacional de Danza, en la que ella resultó ser elegida primera figura precisamente al mismo tiempo en que su romance con el presidente del tribunal -el propio De Luz- era ya un hecho.
[Martiño Rivas y Kayoko Everhart han roto: ella ha iniciado un polémico romance con su jefe]
Las acusaciones de "enchufe" no tardaron en llegar -así lo publicó El Mundo- y fue ahí cuando EL ESPAÑOL contactó con el artista, y negó los hechos. "No tengo nada que ocultar. Mi relación con mi pareja empezó después del concurso público, es decir, después del 5 de noviembre", declaró, tajante. Poco después de esta polvareda, Martiño encontraba el amor junto a otra joven, la modelo de Lily Fofana.
"Estaba tirado en la A-6, con un letrero que decía 'Esperanza' y ella paró el coche en la cuneta. Y me dio las luces", escribió el actor en la primera fotografía que posteó junto a ella y en la que la presentaba oficialmente como su pareja ante los ojos del mundo y su 1,1 millones de seguidores. Si bien sus fanáticos pusieron en duda el romántico relato de Martiño -quizá se acerca más a una metáfora que a una anécdota de verdad-, su amor es sólido. Sus interacciones en redes sociales son constantes y el próximo verano celebrarán dos años juntos.