Lara Dibildos (51 años) continúa respondiendo mensajes de apoyo y condolencias desde que el pasado viernes, 17 de marzo, falleciera a los 92 años su madre, la legendaria presentadora Laura Valenzuela. La actriz ya era conocedora del gran cariño que despertaba su progenitora, pero se encuentra, según ha podido conocer EL ESPAÑOL, "abrumada por tanto amor", en forma de mensajes y llamadas.
Ha sido, qué duda cabe, un fin de semana duro e intenso para la única hija de la siempre recordada Laurita Valenzuela. Tanto en el tanatorio de San Isidro, donde reposaron los restos mortales de la mujer del productor José Luis Dibildos, como en el cementerio de La Almudena -donde fue enterrada-, Lara no ha estado sola.
A su lado, familiares y amigos, pero también dos ex y pilares, el jinete Álvaro Muñoz Escassi (48) -padre de su hijo menor, Álvaro-, y Fran Murcia, su exmarido y con quien trajo al mundo a su primogénito, Fran Murcia (25). EL ESPAÑOL ha podido conocer que el exjugador de baloncesto se desplazó, discretamente, al tanatorio para arropar a la que fue su mujer y razón de amor.
[Lara Dibildos, abatida y arropada por Álvaro Muñoz Escassi en el entierro de su madre]
Fiel a su discreción habitual, consiguió no ser captado por las cámaras. Los dos se fundieron en un gran abrazo y recordaron la figura de Laura Valenzuela. "Ellos han sabido dejar el egoísmo a un lado y entenderse por Fran", explica a este medio una fuente de total solvencia.
Pese a estar siempre rodeada de cariño, amor y atenciones, hubo dos notables ausencias para Lara Dibildos: las de sus hijos, Fran y Álvaro Muñoz Dibildos (16).
Los jóvenes se encuentran residiendo una temporada en Estados Unidos. Por un lado, el menor, Álvaro, vive en Connecticut, donde estudia gracias a una beca de fútbol. Está acompañado por su hermano mayor y guía, Fran, quien reside muy cerca de él, en California. Los dos se fueron a emprender esta aventura el pasado mes de febrero.
De acuerdo a la información que manejó este medio hace unas horas, ambos no han regresado a España tras el fallecimiento de su abuela porque "ya se despidieron" de ella antes de partir. Entonces la situación de Laura Valenzuela era ya irreversible y los jóvenes tuvieron su momento para decirle adiós a su nona, como la llamaban cariñosamente.
Fran y Álvaro, tal y como le consta a este periódico, regresarán a España el próximo martes 4 de abril, en pleno inicio de la Semana Santa. Ambos se quedarán en el país "poco más de quince días" y asistirán a la misa funeral de Laura Valenzuela, que tendrá lugar el 13 de abril, jueves, como avanza Jesús Manuel Ruiz. Fran Murcia Dibildos ha concedido su única entrevista a la revista Semana, tras el fallecimiento de su abuela.
En dicha charla, Fran reconoce que, en efecto, se despidió de su abuela "hace un mes": "Estoy triste, pero relajado. Me pude despedir de mi abuela antes de irme a Estados Unidos. Y ya sé que está descansando, por fin. No sólo ella, sino mi madre también, que lo ha pasado muy mal viéndola en el hospital".
Por último, y en otro orden de cosas, EL ESPAÑOL ha podido confirmar que los reyes de España, Felipe VI (55) y Letizia (50), enviaron sus condolencias a Lara Dibildos tras el deceso de la mítica Laura Valenzuela.
Tras el avance de la periodista Paloma Barrientos en el espacio Fiesta, este medio ha podido conocer que fue el pasado viernes, 17 de marzo, tan sólo horas después de hacerse público el fallecimiento cuando Lara "recibió un mensaje", a título privado, en el que los monarcas expresaban su dolor y recordaban "la importancia de Laura como presentadora".
La despedida de Lara
En la madrugada del pasado sábado, mientras velaba a su madre, Lara Dibildos rompía su silencio en redes sociales para dedicarle unas emotivas palabras a su madre y referente.
"Buen viaje, mamá. Tus nietos y yo te enviamos mucha luz en tu viaje y que te reencuentres con papá. Como le decías a tus nietos, te queremos hasta el infinito y más allá. Siempre juntas. #mama #buenviaje #tequieroytequerresiempre. Dame fuerzas y energía", posteaba la actriz junto a varias imágenes en las que se ve a la querida Laura Valenzuela en diferentes momentos de su vida y junto al gran amor de su vida, el productor José Luis Dibildos.
Las reacciones a la publicación de Lara no se hicieron esperar. Rostros conocidos como Jesús Vázquez (57), Patricia Cerezo (50), Raquel Revuelta (55), Carmen Morales (52) o Ivonne Reyes (55), entre otros, la arroparon y abrazaron a golpe de mensaje: "Todo nuestro amor, querida amiga", "Un beso inmenso", "Siempre estaréis juntas", "Mucha fuerza, peque. No hay palabras que te puedan ocupar este vacío. Sólo recuerda que jamás te soltará de la mano. Te abrazo, mi rubita".
Tras publicarse el triste desenlace, EL ESPAÑOL se puso en contacto con amigos y conocidos de la familia para conocer, de cerca y de primera mano, cómo fueron los últimos años de una de las leyendas de la televisión. Fue en el año 2012 cuando, tras recibir el premio más importante de su vida, en homenaje a toda su trayectoria, Laura comunicó la decisión irrevocable de abandonar la vida pública.
En ese momento, Valenzuela -quien nunca fue muy dada a la vida social, las fiestas y los saraos, como recuerda, con gran cariño, la periodista Rosa Villacastín-, se recluyó en su casa de Madrid, ubicada en el Paseo de la Castellana, y se centró en el cuidado de su familia; de su querida hija, Lara, y de sus adorados nietos, Fran y Álvaro.
De hecho, como recordó Villacastín a este medio, los últimos años de Laura fueron felices gracias a que su nieto mayor, Fran, regresó de Estados Unidos y vivió junto a ella una temporada. "El chaval se vino, entre otras cosas, para estar con su abuela. Han sido siempre unos niños muy cariñosos y adoraban a Laura", se explicó, para añadir: "Desde luego, ellos y Lara han sido los que le han dado el mayor cariño y felicidad".
Deslizó una fuente de total solvencia, cercana a la familia, que especialmente en los últimos años la salud de Laura se resintió, hasta el punto de verse necesitada de una ayuda médica en su domicilio. Valenzuela ha estado, hasta el final de sus días, antes de ingresar en el hospital, atendida las 24 horas del día por enfermeros.