Hace 50 años, la música española se quedó huérfana de una de sus voces más inconmensurables. Nino Bravo partió hacia un viaje eterno un triste 16 de abril de 1973. Una muerte que no solo conmocionó a un país, sino que lo hizo con todo el planeta, ya que la fama y las canciones del valenciano conquistaron corazones de manera universal.
La muerte de Nino Bravo, que llega a su 50 aniversario en este 2023, fue un suceso histórico que trascendió mucho más allá de lo musical. El cantante se convirtió en un fenómeno social casi sin precedentes y su muerte fue una de las noticias que más impacto generó durante décadas. Ahora, cuando se vuelven a cumplir años de su fallecimiento, muchos aficionados a la música, y también algunos curiosos y olvidadizos, se siguen preguntando cómo murió Nino Bravo.
¿Quién fue Nino Bravo?
Luis Manuel Ferri Llopis es una persona que consiguió hacer historia en la música a pesar de que muchas personas no reconozcan su nombre. Sin embargo, si se hace referencia a Nino Bravo, la cosa cambia. El cantante español nació en Ayelo de Malferit, un pueblo de Valencia, ciudad a la que se trasladó cuando tenía solo dos años junto a su familia.
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A pesar de que todos le conocieron por su faceta como cantante, su andadura en el mundo profesional le llevó a trabajar en la joyería de sus padres e incluso como bodeguero en un restaurante situado en el Aeropuerto de Valencia. Sus primeros pasos en la música llegaron en 1962 cuando fundó un grupo llamado Los Hispánicos.
Sin embargo, el grueso de su carrera en solitario arrancó en 1966 y, más especialmente, en 1969, cuando creó buena parte de los más de 60 éxitos con los que contó en su brillante carrera profesional. En esa etapa, y hasta su fallecimiento en 1973, llegaron canciones tan famosas como Un beso y una flor, Libre, Noelia, Te quiero, América o Mi tierra.
¿Cómo murió Nino Bravo?
Nino Bravo falleció un 16 de abril de 1973. El cantante realizaba un viaje junto a su amigo Pepe Juesas y dos jóvenes músicos, Miguel y Fernando. Él era quien conducía un BMW 2800 cuando se salió de la carretera N-III a la altura de Villarrubia en la provincia de Cuenca. Cuando le quedaban menos de 100 kilómetros para llegar a Madrid, a donde se dirigía para dirigir la producción del disco Humo que habían creado los dos jóvenes que le acompañaban en los asientos de atrás de su coche.
Comenzaron su viaje hacia las 07:30 horas de la mañana de aquel lunes del mes de abril y Nino Bravo se quedó sin poder cumplir su última promesa: llamar a su mujer Marie y a su hija María Amparo cuando llegara a Madrid. Algo menos de dos horas después, pararon en el Hotel Sol de Motilla donde realizaron un pequeño desayuno para emprender después el viaje.
Poco más de una hora después de aquella parada, a la altura de Villarrubia, Nino perdió el control de su BMW, saliéndose de la carretera. Tras el accidente, el coche quedó destrozado en la parte delantera, por eso el cantante y su amigo Pepe Juesas, quien iba de copiloto, se llevaron la peor parte. Mientras Miguel y Fernando solo sufrieron rasguños, e incluso pudieron salir del coche por sus propios medios, Juesas tuvo que ser ayudado para abandonar el amasijo de hierros en el que se convirtió el automóvil. Estaba herido de gravedad y sufrió golpes en zonas importantes como la espalda y el cuello que le impedían moverse.
El cantante valenciano también tuvo que ser rescatado por otros conductores que presenciaron el brutal accidente. Y ya en ese momento se pudo ver que el golpe, que a la postre le costaría la vida, fue bastante grave.
Los últimos minutos de Nino Bravo
Tras ser rescatado del interior de su BMW 2800, fue trasladado en estado crítico con un coche particular de una de las personas que había parado para intentar ayudar a los heridos. Fue llevado a toda prisa a la clínica de las Monjas de la Caridad de Tarancón. Sin embargo, a su llegada a este centro se dieron cuenta de que no tenían el instrumental médico necesario para atenderle.
Por este motivo, tuvo que ser llevado hasta la Ciudad Sanitaria Francisco Franco de Madrid en ambulancia. Sin embargo, el cantante no pudo resistir tanto traslado. A la altura de la localidad de Fuentidueña del Tajo, la vida de Nino Bravo se apagó para siempre en los brazos de Fernando, uno de los músicos que viajaba con él.
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El fallecimiento llegó en torno a las 12:00 horas del mediodía tras un trágico viaje que había arrancado a primera hora de la mañana. Para siempre quedarán ya sus últimas palabras, "llamad a Suco, llamad a Suco", con las que Nino Bravo escribió el principio de su viaje hacia la eternidad.