Guionista de El Hormiguero, miembro de la tertulia, colaborador de La Roca, jurado en El Desafio y escritor. Juan del Val (52 años) tiene un sinfín de facetas y todas las disfruta con la misma intensidad. Así lo confiesa a EL ESPAÑOL en la presentación de la nueva colección primavera-verano de Cortefiel, de la que es imagen por segunda vez.
En esta otra vertiente comparte trabajo con Nuria Roca (51), su compañera de vida desde hace 24 años. "Es fantástico y muy buena noticia que hayan vuelto a contar con nosotros. En general, aparte de lo profesional, en la tele, no nos gusta hacer muchas cosas juntos. Pero sí creo que Cortefiel era una muy buena excepción", confiesa.
En su conversación con este periódico, Juan del Val habla de esta experiencia, pero también de sus otras tantas aventuras profesionales, de su exitoso matrimonio y de su rol de padre. El escritor, incluso, hace referencia a los haters y las críticas que recibe por emitir sus opiniones de la forma más franca y directa.
'Cortefiel no es sólo Cortefiel' es el nombre de esta campaña. En su caso, ¿Juan del Val no sólo es Juan del Val?
Tenemos muchas facetas, eso es evidente. Pero intento mantener cierta uniformidad. Por supuesto, también entiendo que ser coherente todo el rato es un poco aburrido. Yo creo que hay un Juan del Val que tiene diferentes maneras y diferentes estados.
¿Le gusta la moda? ¿Lo disfruta?
A mí me gusta mucho la moda. Yo de siempre, cuando he viajado y demás, mi principal diversión es ir con Nuria de tiendas. Tiene un componente artístico que me gusta mucho.
¿Disfruta todo lo que hace?
Sí. No siempre y no todo el rato. Pero a mí me gusta todo lo que hago. Me gusta mirar las cosas con perspectiva, entonces lo que hago me gusta. Me gusta la televisión y, fundamentalmente, lo que yo creo que soy, es escritor. Este tipo de cosas [refiriéndose a la campaña de Cortefiel] son complementos. Pero soy disfrutón, en mi vida, en todos los sentidos. Que hay un día que en el trabajo se pasa peor, evidentemente. Que hay alguna cosa que no apetece, vale. Pero yo disfruto mucho lo que hago.
Recientemente se atrevió a interpretar a una drag queen por primera vez. ¿Cómo fue la experiencia?
Por primera vez y por última, sin ninguna duda. Es una cosa que me pidió Miguel Lago, que es amigo y era el productor de la obra. Me dijo '¿Te atreves?' Y para mí esa es una mala frase, porque casi siempre es un sí. Me pareció muy divertido, con un respeto absoluto a las drag de verdad. Lo intenté hacer de manera respetuosa y me preparé. Andar con unos tacones de 20 centímetros requiere de cierto entrenamiento. Lo hice, me divertí mucho y ya está. Una cosa anecdótica dentro de las muchas que hago en mi vida y que pretendo seguir haciendo.
Cuando asumió ese reto dijo en las redes que lo hacía "sin vergüenza". ¿Hay algo que le dé vergüenza?
No es el pudor una de mis principales características. A mí me gusta hacer todo con respeto, aunque algunas veces, o casi siempre, me gusta transgredir. Pero creo que una cosa no es incompatible con la otra. Entonces, si yo intento hacer una cosa que está tan alejada de mi imagen o de la percepción que la gente tiene de mí, como hacer de drag queen, pues lo hago pero con mucho respeto, siempre por abajo, hablando con ellas y pidiendo consejos. Luego, a partir de allí, me desprendo de la vergüenza que pudiera tener y lo hago. Hago cosas para las que no estoy en absoluto dado. Por ejemplo, yo como drag queen soy una señora muy fea. Para eso no tienes que tener demasiada vergüenza ni demasiado pudor.
La campaña de Cortefiel es para presentar la colección primavera-verano. ¿Cómo se plantea esta temporada?
Tengo muchas expectativas con este verano, porque ya he terminado la novela que publico en octubre. Ya me la he quitado de encima, que es una cosa fabulosa. Tengo muchísimo tiempo sin poder descansar más de una semana y me voy a tirar un mes y medio, donde voy a procurar no hacer nada. Llevo mucho tiempo sin descansar y quiero hacerlo. Llevo mucho tiempo con un ritmo de trabajar los siete días y este verano tengo muchísimas ganas. Supongo que iré a diferentes ciudades, estaremos un par de semanas en Menorca e intentaré viajar con los niños, solo, con Nuria...
¿Va a visitar a su hijo Pau o vuelve él?
Viene él y ya se queda aquí. Termina el curso a finales de mayo y vendrá aquí.
¿Cómo se vive la paternidad a distancia?
Creo que los padres lo pasamos un poco peor, pero lo importante son ellos. Por lo tanto, como yo lo pase, da igual. Lo importante es cómo se lo pasen ellos y la experiencia que se van a llevar. Le he echado muchísimo de menos, con Pau tengo muchísima unión y le he echado en falta todo el rato. Con él suelo hacer planes y no estaba. Eso en general da un poco de tristeza, pero he estado contento porque ha tenido una experiencia vital y fantástica.
Dicen que los niños son de la madre y las niñas del padre. ¿Es así?
No creo en ese tipo de tópicos. Creo que los tres son de los dos, a partes iguales.
Este verano también es la boda de Tamara Falcó. ¿Va a asistir?
Sí, estaremos allí. Yo me alegro mucho de que esté bien.
Al tener un matrimonio duradero y exitoso, ¿qué consejo le daría?
¿Sabes lo que pasa? Que yo no soy de dar consejos. No me gusta, porque cada uno vive sus relaciones y sus historias a su manera y según es. No creo que los consejos que yo le pudiera dar a Tamara le sirvieran. Nos queremos mucho y nos llevamos bien, pero somos muy distintos a la hora de entender las relaciones, la vida... Aún así, yo creo que ella va a ser muy feliz. Y de momento lo es, que es muy importante.
¿En su caso, cuál ha sido la clave para tener éxito en el matrimonio?
Son dos cosas que a mí me parecen muy básicas y que observando a parejas no las veo tan a menudo. Son muy sencillitas. Nos gustamos, que parece que se da por hecho y no es así. Y nos reímos. Hay altibajos y no te vas a estar riendo todo el rato, pero nuestro denominador común es que nos lo pasamos bien juntos, nos gustamos y nos admiramos. No hay mucho más ni ningún secreto extraño. Si nos vamos a cenar nos apetece mucho hablar, nos reímos casi siempre de las mismas cosas... Vivimos juntos, trabajamos juntos, tenemos hijos juntos, hipotecas juntos... Son muchos años.
Hace tiempo confesaron que su matrimonio se basa en una "relación abierta", lo que generó un revuelo que cada cierto tiempo vuelve a la actualidad.
No es algo relevante. Sí que hemos mostrado siempre nuestra idea de respetar cualquier modelo de pareja. También es verdad que nunca hemos tenido un concepto del amor desde la posesión. A partir de ahí, cada uno que especule lo que quiera.
El humor está muy presente en su día a día, pero no todos lo entienden y en ocasiones ha generado polémica. ¿Le importan las críticas?
Da la sensación de que soy un poco sobrado. Pero me dan exactamente igual. Cuando estás comunicando, no puedes estar pendiente de lo que está pensando la gente. Todos los comentarios que genero, el 97% son buenos. Cuando salgo en la tele, la cosa funciona. A partir de ahí, que más me da a mí que una persona pueda opinar lo que quiera. Vivo con respeto, pero con humor. Y por supuesto no voy a estar pendiente de si alguien se ofende. Vivimos en una sociedad donde el ofendido, por el hecho de sentirse ofendido, tiene razón. Y no es verdad. Si te ofendes, soluciónatelo. De todas las cosas que digo hay controversia. Algunas veces más que otra. Pero siempre, digas lo que digas, hay alguien que se ofende.
¿Le ha tocado pedir perdón públicamente?
No, nunca. Y no lo voy a hacer. De esto, además, me siento bastante orgulloso. Es más, no me creo los perdones públicos. Es una cosa mucho más seria de la que parece. Parece que es una cosa que te coloca en lugar de buena persona y que empatizas con la persona que se siente ofendida, pero no es verdad. Y eso es una cosa verdaderamente peligrosa porque corta la libertad. Yo sólo puedo pedir perdón a una persona concreta, cuando he tenido la voluntad de ofenderle de manera concreta. Esto de decir un perdón genérico, no. Entre otras muchas otras cosas, es mentira. Y a mí, en general, no me gusta mentir.
No puedo terminar sin preguntarle por Ana Obregón y la gestación subrogada. ¿Que opina del tema?
Cada caso hay que verlo de una manera. Yo siempre me he manifestado en contra de la maternidad subrogada. Creo que es una cuestión que, en la mayoría de los casos, va a generar explotación. Pero eso es una cosa genérica. Ya luego están los casos particulares. Me gusta mucho medirme en las palabras y no hablar de comprar y ese tipo de verbos porque pueden afectar a niños. Pero a mí no me gusta esa manera de ser madre, padre y en este caso, abuela biológica. Por supuesto, respeto a Ana Obregón y sus decisiones, pero ideológicamente estoy en contra de la maternidad subrogada.