Nadie del clan Campos podía imaginar que el 14 de mayo de 2022 sería el principio del fin. María Teresa (81 años), Terelu (57), Carmen (56) y Alejandra (23), las cuatro piezas más mediáticas de la familia, asistían a la boda de José María Almoguera (33), hijo de Carmen y primer nieto de la veterana presentadora que pasaba por el altar.
La mujer a la que José María eligió como compañera de vida, Paola Olmedo, estaba feliz, radiante con su gran día. Sin embargo, el programa en el que ambas hermanas trabajaron durante un tiempo, Viva la vida, se propuso fastidiar el enlace enviando a uno de sus colaboradores para que filtrase imágenes del interior y así reventar la remurada exclusiva negaciada, por cierto, por la propia Borrego.
Aquel guirigay, unido a unos audios de Paola hablando mal de su suegra, provocó un cisma familiar que acabó con José María retirándole la palabra a su madre hasta hoy. Un año después de la boda, Carmen Borrego ha llegado a afirmar: "Lo que más me duele es que mi hijo no me quiere. Estoy convencidísima de que no. Se lo han metido aquí -se señala la cabeza-. Con mi hija no pasa. Él es mucho más débil".
Cinco meses después del 'sí, quiero', en octubre, se conocía la noticia de que Paola Olmedo estaba embarazada de su primer hijo en común con Almoguera. Los audios en los que llamaba "altivas" y "estiradas" a Terelu y Carmen, y "tontísima" a Alejandra Rubio dieron paso a la cruenta guerra que todavía hoy mantiene a ambas familias más alejadas que nunca. Tanto es así que Carmen Borrego no ha llegado a poder acariciar la tripita de su nuera, que se encuentra en su tercer trimestre de gestación.
José María y Paola hacen su vida sin tener presente a la abuela del futuro bebé. Tanto es así que incluso celebraron una baby shower con el ahora tan famoso gender reveal -fiesta de la revelación del sexo- y a Sálvame llegó que esperaban un niño.
"No sabía que mi hijo iba a ser padre de un chico. Llega un momento en el que de todo se me puede hace responsable, porque es lo fácil, así que he pedido a toda mi familia que si tienen algo que es una noticia, prefiero no saberlo porque quiero estar limpia de toda sospecha", afirmó Borrego entre lágrimas.
La enfermedad de Teresa
Por otra parte, los pesares de Carmen Borrego no se centran sólo en su hijo, sino también en su madre, un pilar clave en su vida y en el de toda la familia, pues es de ella, de la admirada Teresa Campos, de donde parte todo. Tras meses reivindicando en público y en privado el derecho de María Teresa Campos "a envejecer con dignidad" y de pedir que se respete la imagen de su madre y su decisión de mantenerse alejada del foco mediático, Terelu y Carmen han hablado a corazón abierto y sin ocultar su desolación: la salud de su madre es delicada.
En primer lugar, era la mayor de las hermanas, a través de su blog en Lecturas la que, coincidiendo con la celebración del Día de la Madre, rendía su particular homenaje a su progenitora: "Aunque ya no es lo que era, mi madre es mi vida y mi referente". Y proseguía: "En estos momentos ya no puede decidir por sí misma", añadiendo una petición a los medios, que no publiquen imágenes suyas en la actualidad.
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Este post hacía saltar de nuevo las alarmas respecto al estado de salud de María Teresa, sobre el que Carmen, completamente rota, se sinceró este pasado martes en Sálvame: "Tenemos que hablar con naturalidad. Está siendo un año muy duro, más por mi madre que por mi hijo. Lo de mi hijo tarde o temprano tendrá una solución, pero lo de mi madre, desgraciadamente, ya es difícil", reconoció con la voz entrecortada y al borde de las lágrimas.
"Hay muchas familias que sufren lo que estamos sufriendo y tenemos la suerte de tenerla y que nos conozca. No sé qué pasará el día de mañana y cuando no nos conozca, pero ahora mismo la tenemos... Para nosotros es nuestra prioridad, que esté bien y tranquila. Feliz no, feliz en ella ahora es complicado. Solo pedimos que la dejen descansar y dejen de seguirla", apuntó, admitiendo que "no se puede estar ocultando la realidad porque no tiene sentido y hay especulaciones". Sin poner nombre a la enfermedad de María Teresa, Carmen detalló que su deterioro ha sido muy rápido, desde la pasada Navidad, y reveló que "es duro cuando sabes que tienes un problema y no puedes llamar a tu madre, que es la que siempre ha ayudado y nos ha respaldado y ahora está, pero de otra manera".
"Cualquier madre, para cualquier persona, es duro, pero cuando tu madre ha sido quién es pues es más duro porque no solo tiene sus recuerdos como madre, sino como profesional", contó. "Yo he trabajado mucho con ella, cuando voy a su casa es raro el día que no se pone a hacer una escaleta conmigo, y yo ya no sé qué inventarme. Ella sigue teniendo su mundo profesional y me dice ponemos esto aquí, esto allí".
"En esta maldita enfermedad el problema es que se dan cuenta, porque se dan cuenta y lo que sufren. Para mí ha sido difícil de encajar y asumir pero preferiría que no me conociera y no verle sufrir y con esa ansiedad... No tenemos mimbres porque no nos han enseñado. Al principio te enfadas y cabreas porque no sabes cómo actuar como en un ictus o un infarto. Cuando entramos en enfermedades neurológicas no sabemos ninguno, no sabemos cómo tratar a esas personas", concluyó, emocionada.
Un día después, Terelu, por su parte, admitió no estar demasiado de acuerdo con su hermana en relación con el hecho de haber dado tantos detalles de la enfermedad de su madre. "La enfermedad de mi madre tiene un nombre, un nombre que no voy a facilitar porque no me apetece verlo publicado y sé que a ella no le gustaría", expresó la presentadora. Por ello pidió respeto y alegó que no quería que se dieran más "detalles de qué pasa un día que estás con ella". Terelu quiso dejar claro que, a pesar de no estar de acuerdo en esto con su hermana, entre ellas no hay fisuras.