Los 80 años de Al Bano, en tres claves: la pérdida de su hija Ylenia, sus amores y una vida sin grandes lujos
El cantante ha amasado una fortuna, pero ha decidido llevar una vida sin excesos. Su capricho es una mansión ubicada en la comarca de La Puglia.
20 mayo, 2023 01:48La velocidad a la que vuela el tiempo se escapa a cualquier tipo de entendimiento, pero lo fundamental es exprimir la vida aunque ésta te dé de tanto en tanto frutos amargos. Al Bano cumple esta sábado 20 de mayo 80 años. Como una de las voces más extraordinarias de la historia del país transalpino hasta la fecha, ha vendido más de 165 millones de discos que le han proporcionado una vida llena de comodidades, pero sin grandes lujos. Quizás, el único gran capricho es su mansión ubicada en su localidad de nacimiento en Cellino San Marco -comarca de La Puglia- rodeada de viñedos, con su propio estudio de grabación, una piscina y un lago con seis pequeñas islas en honor a cada uno de sus hijos.
Católico creyente y practicante, en esa misma finca donde vivió con Romina Power (71) su gran historia de amor, también se edificó una capilla donde el intérprete de Felicità se recluye para dar gracias a Dios por los logros y buscar consuelo por la pérdida de su hija Ylenia, desaparecida en Nueva Orleans en enero de 1994 con 23 años, y declarada oficialmente muerta a petición de su progenitor por la justicia italiana dos décadas después.
Al Bano es hijo de campesinos. Ha luchado muy duro por conseguir sus sueños y ha batallado contra sus propios demonios y los de otros. Por ejemplo, contra los de su exsuegra, Linda Christian, quien de su matrimonio con el galán Tyrone Power nacieron Romina y Taryn, fallecida ésta en 2020 a los 66 años. En el rodaje de la película Nel Sole (1967) el cantante, de 24 años, cayó rendido ante el encanto de Romina, de tan solo 16. Mamá Linda montó en cólera porque deseaba para su niña a alguien que estuviera en su misma posición social, pero no pudo hacer nada porque al quedarse embarazada tuvieron que casarse a toda prisa en la iglesia de Cellino San Marco el 26 de julio de 1970 donde más de 30.000 personas aplaudieron aquel enlace. Al Bano ya era toda una estrella de la canción. De su primer álbum había vendido más de 600.000 copias.
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En esa tensa relación entre suegra y yerno, el artista suele recordar con sentido del humor que "Linda no veía en mí el príncipe azul para su hija porque era demasiado negro para ser azul y demasiado blanco para ser negro". La madre de Al Bano tampoco estaba de acuerdo: "No has de estar con actrices americanas porque todas son mezzo puttane". No tardaron en llegar los hijos: Ylenia (1970), Yari Marco (1973), Cristèl Chiara (1985) y Romina Iolanda (1987).
Cuando en 1975 se convirtieron en dúo musical, Al Bano y Romina fueron los nuevos Cupidos de finales del siglo XX. Su almibarado amor se transmitía a través de sus miradas cuando cantaban Libertá, Sharazan y, obviamente, Felicità, de la que vendieron más de 25 millones de copias. En la sombra, Linda Christian seguía vigilando de cerca a su yerno, pero como miembro de la jet set internacional tuvo que bajar la guardia cuando el Sha de Persia y Farah Diba le invitaron al palacio de Golestán en Irán. Aparentemente todo era brilli-brilli, pero una vez que se cerraba la puerta de su villa de estilo mediterráneo en el sur de Italia había fundidos a negro.
Durante uno de sus paseos a los platós españoles para hablar de la misteriosa desaparición de su primogénita, Romina dejó caer que a su entonces esposo se le iba la mano, que a veces le había dado algún cachete o una patada "porque creía que todos los hombres latinos actuaban así". Lo confesó en Sálvame DeLuxe. Además manifestó que dialogar con él era complicado, tenía un fuerte carácter y no siempre fue amoroso. Con la desaparición de su hija se acabó el dúo y su amor se erosionó hasta tal extremo que decidieron separarse, pero el divorcio no se ratificó hasta 2012.
Mientras Romina siempre ha pensado que Ylenia seguía viva -llegándose a mudar a Estados Unidos para realizar su propia búsqueda-, Al Bano prácticamente encontraba en la fe todas las explicaciones necesarias. Esa posición diametralmente opuesta les separó mucho más amargamente. Las acusaciones del uno al otro en la prensa fueron continuas. Las aguas no se calmaban. Y solo faltó la falsa exclusiva de Lydia Lozano cuando afirmó en 2005 en Salsa Rosa que Ylenia estaba viva. Confesaba tener datos y pruebas. Al Bano entró en furia.
La reputación de la periodista cayó en picado. El cantante nunca le ha perdonado. Al Bano fue el primero de los dos en recomponer su corazón cuando conoció a la presentadora Loredana Lecciso (50) en el colegio donde ambos llevaban a sus hijos.
Formalizaron su relación sin casarse en el año 2000 y tuvieron descendencia, Jasmine (22) y Al Bano Jr. (21). En 2018, Lecciso decidió separarse "por el bien de sus hijos" ya que no soportaba que Romina estuviera tan presente en la vida de su marido. Otra versión insiste en que él fue quien la dejó porque sus apariciones en algunos programas atentaban contra sus creencias.
Ese acercamiento entre estos Romeo y Julieta del siglo XX se produjo en 2013, cuando confirmaron que volvían a los escenarios. En Rusia encontraron un gran refugio porque siempre cosecharon un gran éxito y, además, una amigo milmillonario es el que ha pagado en más de una ocasión los conciertos. Pero la pareja también estuvo en lo alto del podio en España, Austria, Alemania, Francia, América Latina… No hay que olvidar que el dúo participó en cinco ocasiones en el prestigioso Festival de San Remo y otras dos en el Festival de Eurovisión.
A lo largo de seis décadas endulzando con su voz, Al Bano ha amasado una considerable fortuna que ha sabido invertir para dar placer a otros. De sus viñedos salen cada año más de un millón de botellas de un exquisito caldo llamado don Carmelo en honor a su progenitor, y es dueño de Tenute Al Bano, un resort con caballos de cuatro estrellas con 45 habitaciones a las afueras de Cellino San Marco, entre los mares Adriático y Jónico.