El rumor sobrevolaba las redacciones de algunos medios de comunicación en los últimos días, pero este pasado jueves, 18 de mayo, el presentador Pablo Motos (57 años) lo confirmaba en su espacio El Hormiguero: el próximo martes, día 23, visitarán el plató de televisión más famoso de Antena 3 Enrique Ponce (51) y Ana Soria (25). Se trata de la primera entrevista en televisión, y en directo, de la enamorada pareja.
No sólo esto: también será su primera aparición pública ante los medios después de tres años de mediática y comentada relación sentimental. Lo cierto es que nadie esperaba esta aparición sorpresiva, y muchos desconfiaron de su fiabilidad, pero ya no hay lugar a dudas: Enrique y Ana se someterán a las preguntas de Pablo Motos, en directo y en Prime Time, este próximo martes.
Por unas horas, la dupla abandonará la tranquilidad de su residencia en Almería para colocarse bajo las luces de un plató. Un terreno totalmente inexplorado para la joven estudiante Ana Soria, y muy poco frecuentado por el exmarido de Paloma Cuevas (50).
Son varias las incógnitas que orbitan sobre esta esperada interviú: ¿Por qué acuden al espacio de Motos? ¿Fue una negociación fácil? ¿Qué hay detrás de esta decisión? EL ESPAÑOL trata de dar respuesta.
Según desliza una fuente de total solvencia a este periódico, próxima a la pareja, la idea de esta entrevista surge de la amistad que une a Enrique Ponce con Pablo Motos. Ambos se conocen desde hace años, y la propia figura del presentador ha sido clave en la negociación. De hacer entrevista, Ponce quería un espacio amable y de confianza.
El trámite duró varios meses; no fue rápido. Ana Soria mostró cierto recelo en un principio. Los medios -en concreto, la televisión- le imponen y no sabía a qué se atenía con esta entrevista. El programa deseaba a la pareja, a ambos, en el plató y, finalmente, lo ha conseguido. "Ana se lo pensó mucho y lo sopesó bastante", aclaran.
Ha habido, por encima de otras consideraciones, una condición sine qua non para la realización de esta entrevista: no hablar de la vida familiar de Enrique Ponce antes de la llegada de Ana Soria. O lo que es lo mismo: no abordar en ningún momento su relación, y posterior divorcio, de Paloma Cuevas. Sólo temas alejados de conflictos. Sí está previsto que Ponce y Soria hablen de su historia de amor y "de su vida de retiro en Almería".
Tampoco se descarta que Enrique aborde un extremo que le hace especial ilusión: su profesión de torero. Han sido varios los intentos del diestro de Chiva para volver a torear. ¿Anunciará algo al respecto?
De acuerdo a la información que se traslada a este medio, detrás de esta entrevista habría dos objetivos claros: proyectos laborales y un lanzamiento de Ana Soria al mundo de las influencers. No sería de extrañar que la pareja, al igual que hicieron Jesulín de Ubrique (49) y María José Campanario (43), aceptara participar en la próxima edición de programas del corte de El desafío.
La pareja entiende que ya ha pasado un tiempo prudencial en su relación y tras el boom mediático es el momento de probar cosas nuevas. Con respecto a esa proyección laboral de Ana Soria, se hace constar que ella ha manifestado, en su entorno, que "desea comenzar una carrera seria en ese sentido". Este anhelo empezaría a tomar forma dándose a conocer Ana paulatinamente al gran público.
El verano de sus vidas
En el verano de 2020, después de sufrir varios meses de confinamiento a causa de la pandemia de coronavirus, una noticia zarandeaba los cimientos del mundo del corazón. El torero Enrique Ponce y su por entonces esposa, Paloma Cuevas, una de las parejas más sólidas del panorama social, decidían poner fin a su matrimonio tras 25 años casados.
Poco tardó en averiguarse que el verdadero motivo de su quiebre es que él se había enamorado perdidamente de una joven almeriense de 21 años llamada Ana Soria. Desde entonces, la pareja fue la más perseguida de la temporada estival y la presión mediática para ellos fue tal que incluso decidieron apartarse de las redes sociales y los medios de comunicación.
Desde entonces, aquel verano pandémico, viven retirados en Andalucía, en una vida plagada de rutinas y mucho mar y deporte. Una tranquilidad que este próximo martes, 23 de mayo, queda rota por unas horas en las que la pareja volverá, voluntariamente, a la primera línea mediática.