Este pasado miércoles día 7 de junio Ana García Obregón (68 años) vivió un día muy emotivo en la sala Neptuno 3 del majestuoso hotel The Westin Palace, en Madrid. Presentó ante los medios de comunicación españoles el libro El chico de las musarañas, proyecto que comenzó a escribir Álex Lequio y terminó ella. Más de 50 medios de comunicación se desplazaron a dicho enclave, pese a la lluvia y el mal tiempo.
García Obregón protagonizó, con gran maestría, la que, de seguro, ha sido la rueda de prensa más dura de su vida. Secándose las lágrimas, humedeciéndose los labios a cada poco, mirando al cielo implorando fuerza, bebiendo agua para aclararse la garganta, la actriz y guionista aguantó estoicamente y demostró, una vez más, su gran profesionalidad. A su lado, su íntima amiga y representante, Susana Uribarri.
La artista cerró así, con la presentación de este libro, los tres deseos que su hijo le pidió en vida: este proyecto literario, la creación de su fundación y tener descendencia. EL ESPAÑOL ha podido conocer que en las próximas dos semanas la agenda profesional de Ana estará repleta de compromisos.
Este próximo domingo firmará ejemplares en el parque de El Retiro en el marco de la Feria del Libro de Madrid y, en adelante, le esperan "grabaciones de tele y varias reuniones para cosas muy interesantes".
Según se explica a este medio, la intención de Ana Obregón es atender todos los asuntos laborales antes de finales de este mes de junio. Guarda grandes ilusiones Ana Obregón en el que será el gran verano de su vida, el primero con un "rayo de luz" -como ella misma definió este pasado miércoles-, llamado Ana Sandra. La bióloga está organizando unas semanas en familia.
Ella, junto a una de sus hermanas y la pequeña Ana Sandra, será de las primeras que llegue este verano a la casa familiar de La costa de los pinos, en Mallorca. Del mismo modo que ocurrió en 1992, cuando Obregón pudo disfrutar de su primer período estival con su hijo Álex. Este año, la numerosa familia de Ana Obregón se espera que llegue a la residencia de forma escalonada.
En esa línea, confirman, además, que Ana realizará su primer posado de verano una vez convertida en abuela. Todavía no tiene decidido cómo lo llevará a cabo: si convocando a la prensa a orillas de la playa -como hacía años atrás- o a través de un posado en una revista.
Por otro lado, EL ESPAÑOL ha podido conocer que los cinco hermanos García Obregón hace tiempo que ya no viven juntos en la urbanización La Moraleja. Cabe recordar que Antonio García Fernández, el padre de la actriz, fue el fundador de una de las urbanizaciones más prestigiosas de Madrid. Empresario de éxito, construyó en los años de bonanza económica varias casas en una misma parcela para que sus hijos estuvieran junto a él y su esposa.
Y así, todos juntos, han estado los miembros García Obregón hasta hace un tiempo. Según pudo conocer este medio en 2018, ese año los progenitores de la intérprete de Ana y los 7 se fueron a vivir a un exclusivo edificio en la avenida Alberto de Alcocer de Madrid. En esta nueva residencia vivieron hasta el final de sus vidas.
Ahora, este medio ha podido confirmar que Amalia y Juan Antonio, dos de los cuatro hermanos de Ana Obregón, hace tiempo que ya no hacen vida en la urbanización. Por tanto, próximos a la casa de la artista tan sólo se encuentran Celia y Javier García Obregón. Tanto Amalia y Juancho -como se lo conoce en familia-, en connivencia con su familia, optaron por emprender una nueva vida fuera de los muros de la selecta urbanización.
"Amalia, de todas formas, vive muy cerca y por su trabajo está todos los días en La Moraleja", detalla quien está capacitado para hacerlo.
Ana y Alessandro
Este pasado miércoles, más allá de los detalles del libro El chico de las musarañas -y de las anécdotas que compartió García Obregón en la rueda de prensa-, lo más comentado fueron las palabras que empleó la actriz contra el padre de su malogrado hijo, y abuelo de Ana Sandra, Alessandro Lequio (62).
En un momento dado, Ana aseguró que "no sabe" si Lequio ha leído el libro de su hijo. Y añadió, en conexión en directo con El programa de Ana Rosa: "Alessandro, llevas un mes que no me escribes, no sé que te pasa. Tu nieta te está esperando en casa porque eres su familia. Está deseando conocer a su abuelo".
Sobre la postura del silencio -público- que ha adoptado el conde italiano, García Obregón apuntó: "Alessandro ha tenido las puertas de mi casa abierta desde que nos separamos para ver a su hijo cuando quisiera. Tiene la casa abierta para ver a su nieta. Yo no puedo obligar a un abuelo a ver a su nieta, pero sé que a Álex le haría muy feliz que conociera a su hija, eso sí lo sé. No estoy dolida, le respeto. Tiene su familia, su hija... pero tiene las puertas abiertas para cuando quiera venir. Yo sé que cuando Anita crezca le gustará saber que, aparte de una abuela, tiene un abuelo, que está rodeada de amor".
Unas palabras que, a los segundos, tuvieron una réplica por parte de Lequio, confirmando que no ha leído el libro: "No he leído el libro porque nadie tiene que contarme. No tiene nada que ver el libro con las páginas que mi hijo dejó escritas. Ana cuenta su historia, es la historia de Ana, no tiene nada que ver con mi hijo".
Sulfurado, Alessandro apostilló: "No es cierto -que no le hable-. Pero le escribiré otro mensaje para que vuelva a leer lo que le escribí la última vez. (...) Me parece tremendo que la gente diga que esto es fantástico. Que un chico de 27 años se muera no tiene nada de fantástico. ¡Es una historia de terror! ¡Es una historia de terror, del terror de los terrores!".