Aunque a muchos jóvenes de esta generación no les suene su nombre, lo cierto es que ella es historia de la televisión española. María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa, que es su verdadero nombre, ha teñido de luto el universo de los ventrílocuos, donde fue una verdadera estrella, con José Luis Moreno (76) como único rival. Su muerte a los 80 años, acontecida este pasado jueves, 15 de junio, a causa de una desafortunada caída, deja huérfanos a sus 'hijos', Doña Rogelia, Daisy, Nicol y Rodolfo: esos que durante décadas hablaron por su boca.
Mari Carmen y sus muñecos, como se la conocía artísticamente, entregó su vida a su gran pasión aunque en los últimos años estaba más alejada del foco mediático, pero seguía trabajando y pisando platós de televisión. Nacida en Cuenca, en la localidad de Horcajo de Santiago, en 1943, empezó con el teatro de guiñol siendo todavía una adolescente. Pronto descubrió su habilidad para la ventroloquía sin imaginar que sería alguien muy grande.
Su aterrizaje en televisión se produjo en 1967 en el programa de TVE Noche del sábado y ahí empezó una fulgurante carrera que traspasó fronteras y en la que se codeó con los más grandes. Pese a ser tan mediática, la humorista siempre mantuvo su vida personal en la más estricta privacidad, por deseo propio y petición de su propia familia que hoy llora su muerte.
[Muere a los 80 años la ventrílocua Mary Carmen y sus muñecos como consecuencia de una caída]
Lo poco que se sabe de su esfera más íntima es que en 1980 se casó con el abogado Manuel Almanzor, con el que vivió una relación de idas y venidas. Se divorciaron cuando su único hijo era pequeño, pero en 1988 volvieron a darse una nueva oportunidad, que duró cuatro años. Tras separarse en 1992 lo intentaron de nuevo, pero a las pocas semanas volvieron a romper.
En una entrevista concedida a El Mundo recientemente, Mari Carmen aseguraba que se arrepentía de ese matrimonio: "No tendría que haberme casado con el padre de mi hijo si hubiera hecho caso a Ortega y Gasset. Lo dejó muy claro: 'Son muy pocos los amados y muy pocos los amantes'; y yo sigo diciendo que ni he amado, ni he sido amada, ni vosotros tampoco".
También vivió un breve romance de juventud con José Luis Moreno, el que fue su gran amigo y con el que tantas veces trabajó. Ella misma lo contó en 2021: "Fuimos novietes, éramos muy jovencillos. Tonteamos sí, un poco. Nos dimos unos besicos y unos rollos".
Sin embargo, el verdadero amor de su vida ha sido, sin duda, su hijo, Miguel (42), que está absolutamente desolado por la muerte de la artista. Siempre lo mantuvo en un discreto segundo plano, porque él nunca ha querido aparecer en los medios y ella lo respetó. El pasado mes de abril, Mari Carmen y sus muñecos visitaban el Deluxe y ella hablaba así: "Estoy orgullosa de la capacidad de Miguel de trabajar lo que le ha dado su madre con honestidad, esfuerzo, talento y mucho trabajo. No es un niño de mamá". Le definía como una persona muy creativa y, sin duda, su mejor compañero y cómplice.
Nunca llegó a anunciar su retirada y vivía tranquila y feliz en el Puerto de la Cruz, en Tenerife, una isla de la que se había enamorado en uno de sus viajes. Durante 60 años de profesión, ganó mucho dinero (aunque Mari Carmen aseguraba que no tanto), pero su legado ya lo repartió en vida haciéndole una donación a su único hijo de algunos de sus bienes, como confesó en su última entrevista con Jorge Javier Vázquez (52) en el Deluxe.
Entre sus anécdotas más preciadas están las vividas con los Eméritos. La ventrílocua aseguró en su útima entrevista que la reina Sofía (84) era "muy fan de doña Rogelia", y que en cierta ocasión, durante una audiencia, lamentó que no se hubiese llevado a la anciana marioneta con ella. También relató un divertido momento con Juan Carlos I (85), quien le dijo: "Me tienes que enseñar a hacer eso".