Enrique Ponce (51 años) y Ana Soria (25) continúan con su historia de amor y, de momento, han regresado a la tranquilidad que les aporta su vida en Almería, la tierra natal de ella. Después de su comentada, y se podría decir que histórica, entrevista en el espacio El Hormiguero, el pasado mes de mayo, la pareja ha retomado su día a día en el sur de España.
Eso sí, tal y como puede confirmar EL ESPAÑOL, ambos han viajado a Madrid en las últimas semanas debido a asuntos tanto laborales como personales. No convendría olvidar que este periódico informó hace unos días que tanto el diestro de Chiva como la joven estudiante de Derecho han recibido suculentas ofertas en el medio audiovisual desde que debutaron en Antena 3 frente a Pablo Motos (57).
Mientras se materializa algún proyecto, la vida de los enamorados sigue lejos de las luces y los taquígrafos del papel couché. Ahora bien, allí en Almería, ¿quiénes son las personas que conforman el núcleo duro de la dupla? ¿Quiénes son esos amigos en los que se apoyan y con los que hacen vida social? Este medio tiene la respuesta.
En el caso de Enrique Ponce se hace constar que, en tierras andaluzas, cuenta con un inestimable apoyo: el de Federico Soria, el padre de Ana y su suegro. Ambos son familia, pero también amigos y confidentes. Varias son las ocasiones en que se les ha podido ver juntos por la capital.
El padre de Ana Soria no es el único que forma parte del grupo de amigos y conocidos de Ponce, también tiene el de Chiva amistades en el mundo del pádel, deporte que practica con asiduidad. Cabe reseñar los viajes a Almería que realizan los amigos del mundo del toro que tiene Ponce en la capital de España.
Y viceversa: las visitas de Enrique a la que durante décadas fue su ciudad y casa, estando en relaciones con Paloma Cuevas (50). Nombres como Daniel Ruiz y Samuel Flores conforman su red de apoyos en la actualidad. También Agustín Díaz Yanes, su cuadrilla o Víctor, su fisioterapeuta, están a su lado, en su día a día.
Mención aparte se merecen los tres amigos -íntimos- de Ana Soria. Porque, por encima de otras relaciones de menos calado e intensidad afectiva, Ana tiene tres personas especiales. Estos son: Pilar, Alejandro y Leticia.
Los cuatro se conocen desde hace años, desde esa fase tan poderosa y determinante como la adolescencia. De su etapa académica en Almería, compuesta ésta de colegio, estudios de ESO y Bachillerato. Unidísimos, Ana y sus amigos se hacen llamar Los Arrebataos, un selecto grupo al que en 2020 se unió una quinta persona: el torero Enrique Ponce.
Explica a EL ESPAÑOL una buena fuente que Pilar, Alejandro y Leticia aceptaron desde el minuto uno a Enrique como uno más y que siempre ha habido con él un especial feeling. Los tres, de hecho, han sido capitales y un apoyo increíble para la pareja en el momento de mayor marejada informativa, cuando estalló su amor en el pandémico año 2020. Pilar, Alejandro y Leticia son los "grandes sustentos", en especial, de Soria.
Ana, Enrique y los proyectos
De acuerdo a la información que manejó este periódico hace unos días, la entrevista de El Hormiguero fue tan sólo la antesala de una nueva etapa para Enrique y Ana. De entrada, Ponce tiene sobre la mesa algunas propuestas en el ámbito televisivo. En concreto, a este medio le consta que se le han propuesto -en los últimos meses- dos concursos de televisión -de diferentes cadenas- y una entrevista en Prime Time.
Ana Soria, por su parte, como ya informó este periódico, "desea comenzar una carrera seria" en el mundo de las influencers.
Ya en su momento, en aquel pandémico 2020, cuando el nombre de Ana Soria se consolidó en el panorama nacional, firmas de renombre quisieron contar con su imagen. Sin ir más lejos, la marca El Capote, creada por Rafael Dona Vega y Carolina López, se interesó en su perfil.
Ella lo declinó en aquel entonces: no era el momento, justo cuando las aguas bajaban turbulentas con el divorcio de Ponce y Paloma sin firmar.
Ahora, el escenario es otro bien distinto. Ana Soria dará el paso. Sale al ruedo mediático. Ponce la anima y la va a proteger. Soria ha recibido varias ofertas de firmas, interesadas en su proyección como imagen de marca. También se le ha planteado televisión. "Un MasterChef es algo mono y simpático", se apuntó como pista.