El 19 de enero de 2012, Gran Hermano estrenaba su decimotercera edición con una denominación diseñada para esquivar la gran superstición de su presentadora, Mercedes Milá (72 años): GH 12+1. Ese nombre se convertiría en una parte fundamental de la mecánica del reality, pues cada semana entraba un nuevo concursante '+1' y, en la gala final, por primera vez en la historia hubo dos concursantes: Pepe Flores (40) y su finalista '+1', Noemí Merino, que se hacía con un maletín de 20.000 euros.

Desde el primer día que empezase GH 12+1, la producción y dirección del programa pretendían "abrir una puerta a la esperanza" en tiempos de crisis -en aquel momento, la crisis económica-. Además, se quiso volver a los orígenes del formato, con una sola casa y menos concursantes. En esta decimotercera edición se volvió a modificar el logotipo, que esta vez constaba de la suma de todos los ojos de los concursantes.

Tras echar el cierre a aquel chalé repleto de cámaras, Noemí Merino abandonó la televisión. En la actualidad, Noemí reside en Lanzarote, donde además de llevar a cabo sus labores de madre, trabaja en una empresa de nutrición y bienestar, que en ocasiones publicita a través de sus stories. Pero antes de centrarnos en su actual vida, hablemos de su paso por la casa de Guadalix. 

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En 2020, casi nueve años después del reality, aprovechando el vigésimo aniversario del famoso formato televisivo en España, la concursante lanzaroteña recordó aquella época y cómo le cambió la vida su paso por Guadalix. Lo hizo en una entrevista con FórmulaTV en la que habló de asuntos como su éxito en Brasil o su relación con Alessandro Livi.

Noemí, que entró en la casa bocabajo, colgada de un arnés, reveló en esa interviú que se presentó al casting con su hermana: "Era su ilusión y al final me eligieron a mí". Sin embargo, en cuanto llegó a Guadalix sintió la emoción de descubrir la experiencia: "Yo venía de una isla con playa y piedra volcánica, estaba chispeando por entrar en GH".

Durante el concurso, la canaria inició un breve romance con su compañero Aless Livi, pero ella fue elegida para viajar unos días a la edición brasileña del formato y allí desató su pasión con Fael. Aquella 'infidelidad' provocó la ira del italiano, que vio las imágenes desde España. Sin embargo, Merino aseguró en 2020 que aquello ya lo olvidó: "Hoy en día me llevo bien con Aless y podemos contar el uno con el otro".

Su estancia en la casa de Brasil le granjeó una gran popularidad en ese país, donde residió durante un tiempo: "En Brasil tenía casa, trabajo y mucha popularidad, pero me dio miedo quedarme", ha revelado, asegurando que ahora se arrepiente "muchísimo de no haber cogido el tren de Brasil".

Noemí Merino durante su participación en 'Gran Hermano 12+1'. Mediaset

Finalmente, la canaria se hizo con una victoria inédita en el concurso, pues a pesar de haber sido expulsada, Pepe Flores la eligió en la final como su "finalista +1", por lo que consiguió un maletín de 20.000 euros gracias a que el público eligió al bailarín como ganador. "Gané gracias a Pepe pero también por méritos propios", ha comentado tiempo atrás. 

Totalmente apartada de la televisión, en 2021 su nombre volvió a la primera línea mediática tras verse obligada a abandonar las redes sociales. La ganadora de Gran Hermano 12+1 decidió abandonar su cuenta de Instagram tras haber recibido numerosos comentarios negativos por unas publicaciones. La exconcursante lo entendió como todo un acoso a su persona. 

"Desconecto de las redes sociales por un tiempo. Cuando esté fuerte, volveré. Gracias a esas personas que han querido hacerme daño, lo han conseguido", explicó a principios del año 2021. Pero Noemí, que vive en Lanzarote, no sólo se alejó de las redes sociales. Según informó entonces el espacio Socialité, a raíz de la filtración de algunas de sus imágenes, la exconcursante de GH "desapareció durante dos días", preocupando así a su entorno. 

De acuerdo con el programa de Telecinco, Noemí comenzó a vivir un momento muy complicado después de haber colgado unas imágenes subidas de tono a una conocida aplicación para fans, que se hicieron virales. 

Noemí Merino en una imagen de sus redes sociales, de su etapa de embarazo.

Tras esta filtración, muchas personas se habrían mofado de ella difundiendo sus fotografías y riéndose de su cuerpo. Esto afectó a Noemí y provocó que desapareciera sola, en su coche y sin dejar rastro, durante dos largos días en los que sus familiares y amigos no supieron nada de ella. La preocupación de su entorno fue tal que sus padres pusieron una denuncia ante la Policía de su localidad. 

En concreto, los hechos se remontaban a la noche del 11 de enero de 2021, cuando Noemí cogió su coche sin rumbo, sin llaves y sin su teléfono móvil. De acuerdo con el programa de María Patiño (51), únicamente llevaba el pijama puesto. Dos días después, decidió regresar a casa con su familia y su hija, Irina

"¿Te ha pasado algo, Noemí? ¿Estás bien?", le preguntó uno de sus followers en su cuenta de Instagram. Otros, a raíz de lo divulgado en Socialité, recurrieron a su última publicación para dejarle mensajes de apoyo. "Ánimo. Tú no hiciste nada malo", "ánimo, guapa. Vales mucho", "un abrazo fuerte. Has pasado cosas duras y las has superado" o "no dejes que esas personas te hagan daño, no merece la pena", son algunos de los comentarios que le dejaron a la ex gran hermana. 

No ha sido hasta este año 2023 cuando Noemí ha reaparecido. Un tiempo que, finalmente, se ha prolongado durante dos años y medio. Merino ha reaparecido este mes de junio en su perfil oficial de Instagram - donde no creaba contenido desde enero de 2021-.

Lo ha hecho con una fotografía junto a su hija, Irina. En la actualidad, Noemí reside en Lanzarote, donde compagina su colaboración en una tele local con su trabajo en una empresa de nutrición y bienestar. Además, es madre de una niña. "Estoy muy con Samanta Villar, es mentira que la maternidad sea maravillosa", ha llegado a aseverar sobre su etapa como madre. 

En 2019 se hizo viral una imagen suya donde había experimentado un gran cambio físico, tras perder bastante peso. Pero para Noemí lo importante no fue su transformación física sino mental. "No me he sentido tan bien desde hace mucho tiempo", posteó entonces junto a una fotografía en bikini en la que se aprecia a la perfección su espectacular cambio. 

"Verme mal ha sido la peor lucha que he podido tener en todo este tiempo", manifestó, para añadir: "Yo pasé una depresión postparto por cómo veía mi barriga, me decían que tenía otro niño guardado dentro, que no había dado a luz…".