Carmen Sevilla ha muerto este martes, 27 de junio, a los 92 años. La actriz, bailarina y presentadora de televisión ha fallecido en la Fundación Jiménez Díaz, donde fue ingresada de urgencia este pasado domingo, 25 de junio, tras sufrir unas complicaciones en su salud.
En concreto, una neumonía que la ha mantenido hospitalizada 48 horas hasta que su hijo, Augusto Algueró Jr., ha confirmado la triste noticia del deceso. Carmen Sevilla llevaba más de una década en una conocida residencia ubicada en el municipio de Aravaca, donde su único hijo decidió internarla tras agravarse su diagnóstico de alzhéimer, una enfermedad con la que ha convivido 14 años.
María del Carmen García Galisteo, como así se llamaba realmente, nació el 16 de octubre de 1930 en el barrio de Heliópolis, en Sevilla y se familiarizó pronto con el mundo del faranduleo, ya que en Madrid, donde su familia se trasladó tras la guerra, asistió al conservatorio. Además, su abuelo era periodista del diario ABC y su padre compositor de la letra de canciones para películas con folclóricas como Imperio Argentina, Concha Piquer o Estrellita Castro.
Fue la propia Estrellita Castro la que actuó como su madrina en la industria del cine, donde se puso el nombre artístico de Carmen Sevilla. Su debut fue en 1946, en una breve aparición en el documental Hombres Ibéricos de Domingo Viladomat y en 1947 dio el salto a la ficción con el realizador Juan de Orduña en Serenata española. En 1948 consiguió su primer papel protagonista en Jalisco canta en Sevilla, donde actuó junto a Jorge Negrete.
Desde entonces protagonizó taquillazos como El sueño de Andalucía y La bella de Cádiz, o La venganza (1957), de Juan Antonio Bardem, que sería la primera película española candidata al Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa. La década de los sesenta fue el culmen de las folclóricas en el cine español, y en 1962 se estrenó un hito en el que Carmen Sevilla, Lola Flores y Paquita Rico se juntaron en El balcón de la luna, uno de los taquillazos y un duelo de divas en toda regla.
Tanto, que el cartel del filme colocó los nombres de las actrices en forma circular para que ninguna estuviera por encima de los demás y no provocar roces innecesarios. Un año antes había dado el salto y protagonizado el Rey de Reyes de Nicholas Ray, rodada en España, donde encarnó a María Magdalena, una de las pocas veces que cedió a la industria de Hollywood.
Con la llegada del destape lo intentó en el cine con tintes eróticos de la época, pero también llegó a papeles más dramáticos, como El techo de cristal (1971), de Eloy de la Iglesia, por la que ganó el premio a la Mejor actriz del Círculo de Escritores Cinematográficos. Carmen Sevilla nunca se encontró cómoda en el nuevo registro, y comenzó un descenso de su actividad que culminó con su última película, Rostros, que rodó en 1978.
Fue entonces cuando la televisión acudió en su ayuda. Ya desde mediados de los años 50 apareció constantemente cantando y en programas, pero fue en 1991 cuando se convirtió en un rostro fundamental de la pequeña pantalla gracias a Telecupón, una oferta de Valerio Lazarov que llegó con 61 años para sustituir a Belén Rueda en un programa en el que estuvo durante seis años.
No sería su última aparición, ya que en 2004 se puso al frente de Cine de Barrio, el contenedor de películas populares del cine español que mejor definió su carrera y sus mejores papeles. Allí estuvo hasta 2009, cuando se le diagnosticó un Alzhéimer que la retiró de la vida pública y artística. El testigo de aquel programa lo tomó Concha Velasco quien en septiembre de 2020, por motivos de salud, abandonó el mítico programa de Televisión Española. Desde el 26 de septiembre de 2020 la presentación corre a cargo de la artista Olvido Gara, conocida popularmente como Alaska.