La boda de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34) se celebrará, a priori, el próximo sábado 8 de julio en el palacio de El Rincón. Si finalmente no tiene lugar no será por el incansable empeño de los novios, que no paran de luchar contra los cientos de obstáculos que la vida les plantea.
El último de los difíciles baches ante los que se encuentra la pareja, que está a siete días de jurarse amor eterno ante los ojos de Dios, es que las joyas que la novia pensaba lucir el día de su enlace han sido robadas a punta a pistola en un atraco de película en el kilómetro 23 de la carretera de A Coruña (A-6).
La información la adelanta el periodista Nacho Abad en el periódico El debate y en ella relata que este pasado jueves, 29 de junio, unos joyeros de Valladolid, tras una reunión con Tamara Falcó, regresaban a su ciudad, conduciendo su coche, cuando otro vehículo, presuntamente con guardias civiles de paisano les dio el alto en plena carretera.
Tres personas se bajaron del supuesto coche de la autoridad y uno de ellos, con un cuchillo, pinchó algunas de las ruedas del vehículo de los joyeros para que éstos no puedan escapar. El segundo, sacó una pistola y disparó varias veces al aire. Después, apuntó con el arma al conductor para que desbloquease los pestillos y le diera el maletín en el que se encontraba el botín: todo el muestrario de joyas, valorado en unos dos millones de euros.
En él había collares, pendientes, brazaletes y pulseras de estilo antiguo, muy propios de la joyería seleccionada por Tamara Falcó para lucir en su gran día: Del Páramo Joyas Vintage. EL ESPAÑOL ha intentado ponerse en contacto con los joyeros, pero han optado por no dar declaraciones. Minutos después, la firma de joyería ha negado "rotundamente" que tales piezas fueran destinadas para el enlace de la marquesa de Griñón.
[El mensaje de Tamara Falcó tras filtrarse otra infidelidad de Íñigo Onieva a 7 días de la boda]
Hasta donde se sabía, la aristócrata, en el plano joyas, iba a lucir -y lucirá- para el día de su boda la preciosa tiara que llevó su cuñada, Amparo Corsini, el día de su enlace con Manuel Falcó Girod, marqués de Castell-Mocayo con Grandeza de España y hermano mayor de Tamara.
Tal y como explica el citado medio, no queda claro si el asalto en la carretera fue premeditado y los dos joyeros fueron seguidos desde la joyería de Madrid o si por el contrario el coche de alta gama que conducían llamó la atención a los ladrones, que decidieron asaltarlos en plena autovía por esa razón y se encontraron un botín inesperado.
Al filo de las 14:45 horas de este sábado, el programa Socialité conseguía declaraciones de Onieva a las puertas de su casa de Madrid y confesaba, como la marca de joyas, que ese atraco nada tiene que ver con su boda. Y ha añadido que lo siente por esos novios. La realidad es que la boda de Tamara e Íñigo no para de sufrir una especie de mal fario con una serie de catastróficas desdichas: ya se habla de una boda gafada.
Los obstáculos de Tamara
Desde que la marquesa de Griñón anunciara su boda el 22 de septiembre del año pasado sólo han pasado cosas negativas alrededor del que tendría que ser el momento más feliz de su vida.
A pocas horas de la gran noticia se filtraba un vídeo de Onieva besando a otra mujer que no era ella. Cuando llegó el perdón, tuvieron que modificar la fecha del enlace, después llegó el quiebre de la relación contractual con Sophie et Voilà, las diseñadoras originales del vestido de novia y hasta una caída provocó en el tobillo de Tamara un esguince.
A una semana de la boda, una nueva infidelidad de Onieva ha salido a la luz. En la mañana de este sábado, 1 de julio, Falcó ha regresado de Nueva York junto a su madre, Isabel Preysler (71). Ambas han ido a la última prueba del vestido firmado por Carolina Herrera y diseñado por su director creativo, Wes Gordon.