A principios de la década de los 2000, el mundo del corazón dio un giro absolutamente inesperado al encontrar, de la forma más sorprendente, a uno de sus personajes del momento: Belén Esteban (49 años). La joven madrileña, que por entonces apenas superaba los 25 años, fue expulsada de la Finca Ambiciones, cuyo dueño era su pareja y padre de su única hija: el torero gaditano Jesulín de Ubrique (49).
La masiva fama de Belén en televisión provocó que fuera perseguida por los paparazzi como poca gente antes. Una de las paradas de la colaboradora tras sus distintas apariciones en los platós era la discoteca Buddha, donde se le empezó a ver entrando y saliendo con el todopoderoso dueño, el empresario Óscar Lozano (53).
Pero Lozano tampoco era un desconocido. Más bien al contrario. Había mantenido una relación sentimental con Carmen Morales (52), hija Rocío Dúrcal y Antonio Morales 'Junior', con quien tuvo un hijo, Christian (26), el gran orgullo de sus padres. Y llegó a protagonizar con ellos portadas de la revista ¡HOLA!
Alto, rubio, ojos azules, buen nivel adquisitivo... Lozano era un conquistador, lo tenía todo para triunfar, y así fue. Lo suyo con Belén no duró demasiado, pero el ruido fue estruendoso. A pesar de su separación, meses después de iniciar su romance, la amistad permaneció hasta el punto de que Óscar Lozano asistió en 2008 como invitado a la boda de Belén con su primer marido, el malogrado Fran Álvarez.
Tres años después, en 2011, Esteban pidió a su expareja el favor de cerrar para ella, para su hija Andrea Janeiro (23) y para los amigos de ésta el mítico y desaparecido Buddha con la intención de celebrar ahí el cumpleaños de la pequeña, aún menor de edad, pero con la ilusión de ir a la discoteca más famosa de Madrid.
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Pero, después de todo aquello, ¿qué fue de Óscar Lozano, el exnovio de Belén Esteban y padre del hijo de Carmen Morales? Según Pronto, el empresario ha dejado atrás las luces y la música de los locales más elitistas de Madrid para centrar su vida laboral en los coches.
Desde 2021, Lozano trabaja como gerente en un concesionario de Pozuelo de Alarcón, municipio madrileño en el que vive en un precioso chalé. Sus redes sociales, además, dejan buena cuenta de ellos, pues a través de su discreto perfil de Instagram se le puede ver en exclusivos coches con los que haría negocio.
Su vida en estos días es tan discreta que lo cierto es que se desconoce si está en pareja o sigue siendo uno de los solteros de oro de nuestro. La realidad es que la gran debilidad de su vida es su hijo, Christian. De hecho, su último post de Instagram data del pasado mes de octubre cuando su hijo en común Carmen Morales cumplía 26 años.
"Desde el minuto uno que llegaste a este mundo me cambió la vida, yo era un crío muy joven e inexperto como padre y me asusté mucho, pero tú me enseñaste que lo más importante es el amor hacia los hijos incondicionalmente y que la vida pasa en un suspiro…", comienza diciendo.
Y concluye: "Ya eres un hombre hecho y derecho, buena persona, cariñoso, educado, elegante, amigo de tus amigos, trabajador, humilde y sencillo sin haber querido ningún tipo de protagonismo de nadie, y todo eso hace de ti la clase y elegancia que desprendes como ser humano. Te quiero mucho, hijo mío", escribía Óscar junto a un pequeño clip de vídeo en el que se veía a Christian desde pequeño hasta la actualidad en distintos momentos de su vida".
Su última aparición en televisión data del año 2019. Lozano acudió como invitado al programa Viva la vida, donde habló de su día a día, de sus negocios, su familia y, cómo no, de su expareja, Belén Esteban. El espacio de Emma García (50) le tenía preparada una pequeña trampa.
Y es que, a poco meses de la boda de la colaboradora con su actual marido, Miguel Marcos (35), le preguntaron a Óscar si iría como invitado a la boda. Él esperaba hacerlo, no obstante, el reportero y tertuliano Kike Calleja (41), por fuentes muy cercanas a Belén le confirmaron en directo que no estaba invitado.