Diez días después de dar a luz a su hija Laia, Cristina Pedroche (34 años) se ha atrevido a compartir en redes sociales detalles sobre su parto. Hasta ahora, y como ella misma ha explicado, no se había encontrado psicológicamente preparada para compartir su experiencia, que define como "salvaje y bonita", por miedo a las críticas. "No quería que el odio que sé que vendrá cuando conteste algunas cosas me pudiera afectar", revela en sus stories de Instagram.
Lo primero que ha querido aclarar la colaboradora de televisión es que tuvo un parto "vaginal y natural", especificando que lo que llevaba en una de las imágenes que publicó después de traer al mundo a su pequeña era un empapador para los sangrados posteriores al parto. Algo que muchas de sus seguidoras confundieron con los apósitos que ponen a muchas mujeres después de una cesárea. "Lo que llevo es un empapador porque en las horas posteriores se sangra bastante. A día de hoy sangro muy poco pero hay mujeres que se tiran sangrando toda la cuarentena".
Pedroche ha querido despejar también la duda sobre si se puso la epidural, una de las preguntas que más le han repetido sus seguidoras. "No me puse epidural. Estaba muy tranquila y no me acordé de ella. En el curso de hipnoparto me enseñaron muchísimos recursos para gestionar el dolor y yo me construí mi propia escalera para ir eligiendo una cosa u otra según fuera aumentando la intensidad de las olas uterinas, y la epidural estaba la última en mi lista. No me tuvieron que poner ninguna medicación, ni tuve desgarro, un pequeño punto que ya se ha reabsorbido. La respiración fue mi gran aliada".
Desvela que aunque pudo soportar el parto sin medicamentos no estuvo exento de fuertes dolores. "Sabía que muchas mujeres cuando les quedaba muy poco para dar a luz decían: no puedo más, me voy a morir. Y que después incluso no se acordaban de haberlo dicho. Cuando yo dije esa frase fui totalmente consciente de estar diciéndola y aunque el dolor era muy fuerte sonreí porque sabía que ya estaba todo hecho, que en pocos minutos conocería a mi hija".
Consciente de que su relato puede levantar ampollas entre muchas mujeres, Pedroche ha aclarado que simplemente está contando su experiencia. "Ni soy mejor mujer por no haberme puesto la epidural o haber tenido un parto natural en vez de cesárea, ni mejor madre por estar queriendo que la lactancia sea un éxito. Pero tampoco peor. Este es mi caso y ya está".
Lactancia
De la misma manera que este martes 25 de julio la de Vallecas ha reunido fuerzas para hablar de su experiencia en el paritorio, hace unos días contaba la realidad sobre la lactancia llegando a desvelar las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar para poder amamantar a su bebé.
"Parecía que lo tenía controlado, pero no. Cuando nació se enganchó perfectamente, pero claro, yo no prestaba mucha atención al agarre, sólo me interesaba que mamara y me daba igual cómo, no pensaba que ese dolor que estaba sintiendo podría darme problemas y enseguida me salieron dos grietas, una en cada teta", escribió la presentadora en sus res sociales.
"Me enfrentaba a cada toma con miedo, dolor, lágrimas, dudas de si podría con ello, si tirar la toalla... Entre las emociones del posparto y los dolores de teta he necesitado mucho tiempo para entenderme y tener la certeza de que lo estaba haciendo bien, que iba por el buen camino, que todo lo que sentía era normal", confesó.
Laia Pedroche Muñoz nació a las 4:15 de la madrugada del pasado 14 de julio en el Hospital Montepríncipe en Boadilla del Monte (Madrid) a través del hipnoparto, una técnica de relajación profunda.
Tanto Cristina Pedroche como su marido el chef David Muñoz están viviendo uno de los mejores momentos de sus vidas. "Te amaremos y protegeremos siempre", escribió la feliz mamá a su hija tras el alumbramiento.