Se ha mantenido en un discreto segundo plano y no ha querido dar declaraciones para Las últimas horas de Mario Biondo, a pesar de que el equipo de producción se pusiera en contacto con ella. Raquel Sánchez Silva (50 años) ha seguido la misma línea discreta que en la última década, estando al margen de cualquier producción relacionada con la muerte del que fuera su marido, Mario Biondo. No obstante, pese a su hermetismo, ha sido ella quien se ha convertido en la protagonista y gran triunfadora de la docuserie de Netflix, a la que EL ESPAÑOL tuvo acceso en primicia.
Las últimas horas de Mario Biondo ofrece "una visión retrospectiva y reflexiva sobre uno de los sucesos más mediáticos de la historia de España", que 20 años después sigue despertando el interés de propios y extraños. Raquel no habla en ningún momento y algunos echan en falta su testimonio, sus declaraciones judiciales y hasta el polémico vídeo en el que hacía promoción de un teléfono en una conexión con Ana Rosa Quintana (67) poco después de la muerte del camara. Pero lo cierto es que nada de esto ha sido determinante para que la audiencia empatice con su historia.
Desde que se estrenó el documental, la presentadora ha recibido el férreo apoyo de sus seguidores, quienes conocedores del tema o no, han hecho su propia valoración y se han atrevido a dejarle algún mensaje público.
"Acabo de ver el documental, lo que habrás sufrido en silencio. Eres un ejemplo a seguir", "Me acabo de quedar con los pelos de punta. Han sido súper injustos contigo" o "Si ya antes me gustabas, hoy siento verdadera admiración por como has podido llevar estos 10 años y como te has mantenido siempre en silencio pese a las provocaciones y al linchamiento de terceras personas", son algunos de los infinitos comentarios que se leen en la última publicación de Raquel Sánchez Silva en Instagram, compartida antes de que se estrenara la serie.
Ella no responde. Sigue en silencio. Tal y como refleja su post, está aprovechando el verano y preparando sus próximos proyectos profesionales. "Agradecida. Me siento una privilegiada por este otoño precioso en el que estrenamos El conquistador, grabamos nueva temporada de Maestros de la costura y, ojalá, la segunda temporada de Falso Amor", escribió Raquel Sánchez Silva en la publicación de la que se han valido sus seguidores para hacerle llegar sus mensajes.
El masivo apoyo a Raquel también se ve reflejado en el número de sus followers. Según ha podido comprobar este periódico a través de la herramienta Social Blade, especializada en redes sociales, sólo el 4 de agosto por la mañana, 24 horas después de que se estrenara el documental, la presentadora consiguió 1.055 seguidores, una cifra que no es habitual en su perfil.
Aunque generalmente son más los que llegan que los que se marchan de su Instagram, hasta el estreno del documental los nuevos followers oscilaban entre cuatro y 50. Ha sido la docuserie, producida por su exmanager, Guillermo Gómez, la que ha propiciado su creciente popularidad.
El apoyo que ha recibido contrasta con cualquier crítica. Y es que Raquel Sánchez Silva también cuenta con detractores que apoyan el testimonio de la familia Biondo, quienes sí ofrecen declaraciones en el documental. Estos comentarios negativos se leen sobre todo en Twitter, donde el nombre de la presentadora ha sido trending topic, ocupando las primeras posiciones.
Las últimas horas de Mario Biondo cuenta con tres capítulos -La noche de Mario, Juicio mediático y Mario no estaba solo- que da luces sobre lo que hacía el cámara la noche antes de fallecer y los días posteriores a su muerte.
Mario Biondo perdió la vida el 30 de mayo de 2013. Apareció colgado en una estantería de su casa de Madrid. Las autopsias y las investigaciones han concluido que se trató de un suicidio. Pero la familia del cámara sigue insistiendo en la hipótesis de asesinato.