Este domingo 13 de agosto, Álex Gonzalez (42 años) está de celebración, y es que cumple un año más de vida, pese a que la edad no haga estragos en él. A principios de año, los rumores de ruptura entre el actor y María Pedraza (27) empezaron a resonar en el papel cuché y, en abril, se hicieron ciertos. Tras dos años juntos, la pareja ponía fin a su relación.
Poco tiempo después, otro rumor comenzó a girar en torno al protagonista de El príncipe. Un follow en las redes sociales hizo saltar todas las alarmas sobre la posible nueva ilusión del madrileño. Ella era Alejandra Onieva (31), hermana de Íñigo Onieva (34) y cuñada de Tamara Falcó (41).
Ambos mantienen su vida privada alejada del foco mediático y esa especulación quedó en el aire. Ahora, sus nombres vuelven a la prensa, y es que, este 10 de agosto, Álex publicaba una serie de instantáneas junto a ella mientras disfrutaba de unas vacaciones en Ibiza durante la semana de su cumpleaños. También les acompañaban tres amigos, entre ellos el modelo Jon Kortajarena (38).
El actor también subía a su perfil un cómico vídeo en un barco cantando Forever Young de Alphaville con sus acompañantes y escribía: "Un equipo de ensueño crea unas vacaciones de ensueño".
El grupo de amigos se alojaba en una gran villa con piscina y jardín desde la que compartían distintas fotografías, entre otras de varias puestas de sol. González y Onieva mostraban su gran complicidad en las redes, lo que ha revolucionado a sus fans, quienes ya auguran su romance a pesar de no haber mantenido ningún tipo de relación profesional.
EL ESPAÑOL ha podido saber cuál ha sido esa embarcación en la que los actores pasaron unos días para gozar de las increíbles playas de la isla. Es el Astondoa, de Sangri-la Sea. "El barco se alquiló desde Denia y pasaron unos días en Ibiza", cuentan a este periódico.
Este yate a motor de 14 metros de eslora está totalmente equipado y reformado en 2021 y 2022. Así, el interior cuenta con tres camarotes dobles, un salón convertible con televisión y Wifi y dos baños completos que permite pernoctar hasta ocho personas. También está dotado de una cocina con vitrocerámica y tres neveras con congelador.
El exterior del Astondoa dispone de tres cubiertas, una parte delantera, otra trasera y otra tipo Flybridge, es decir, donde se encuentra el puente de navegación más alto. La embarcación, además, contiene una plataforma de baño hinchable y un equipo de música con varios altavoces distribuidos por todo el barco con conexión Bluetooth, lo que resulta perfecto para poner las canciones desde el móvil.
"¡El barco está equipado con una Turbojet auxiliar con motor de moto de agua, súper divertida! Además, podemos facilitarle servicio de catering de gran calidad", señalan en la página web Marineta Sail.
Por las publicaciones de Instagram, los amigos estuvieron mínimo tres días a bordo. El precio por cuatro horas en temporada alta (del 1 de julio al 31 de agosto), es decir, cuando han estado Álex González y Onieva, es de 1.250 euros, cifra que asciende a los 1.500 si son ocho. Así, una semana en el Sangri-la Sea cuesta 14.450 euros.
En temporada baja (del 1 de enero al 31 de marzo y del 1 de noviembre al 31 de diciembre), ocho horas son 900 euros, cuatro son 540, y 5.680 la semana. En temporada media (del 1 de abril al 30 de junio y del 1 de septiembre al 31 octubre), ocho horas son 1.550 euros, cuatro son 940 y la semana 9.870.
Hay que tener en cuenta otros servicios no incluidos en el precio que son obligatorios: una fianza de 3.000 euros, el patrón de navegación, que son 374 euros las ocho horas y 200 si son cuatro, y la limpieza, unos 150 euros el día.
González quiso hacer uso de todo el pack que ofrece la embarcación y también contrató el nuevo kayak transparente con visión submarina para nadar por las aguas cristalinas de la isla pitiusa, lo que aumentaba el coste 100 euros más. Otros extras del Astondoa son la plataforma de baño de cuatro metros (300 euros) y el catering.
González y Onieva dejaban constancia de su fantástica travesía en las redes sociales, quienes, además de disfrutar de todos los servicios del barco y de las impresionantes vistas de altamar, descubrieron el fondo marino y dieron largos paseos en moto por la ciudad.