Reencuentros que saben a cine y a buenos momentos. Así ha sido el del director de cine y la modelo que hacía años que no se veían, concretamente desde 2001 cuando Esther Cañadas hizo un cameo en una de sus películas. "Desde Misión en Marbella no nos veíamos. Así que la ilusión y la alegría que me ha producido volver a coincidir con Esther ha sido enorme. Sigue igual, pero no solo en lo físico, que ya es increíble, sigue siendo asequible, simpática, cercana, cariñosa, divertida y genial, tal y como se mostró en el rodaje de Torrente 2. La gala benéfica de Starlite ha hecho que nos reencontremos, cómo no, en Marbella", explica.