Qué duda cabe de que el año 2022 no fue, precisamente, uno de los mejores en la vida de la artista Amaia Montero. En octubre se hacían públicas unas desmejoradas imágenes de la cantante, y los rumores y especulaciones sobre su estado de salud se desataron sin remisión. La excomponente de La Oreja de Van Gogh abandonó la esfera pública y 'blindó' su vida: lo prioritario era cuidarse y reponerse.
Entonces, la hermana de la cantante, Idoia, deslizó que Amaia no estaba atravesando su mejor momento. La siguiente información llegó en noviembre de 2022, cuando Montero fue captada abandonando la clínica Universitaria de Navarra tras un mes ingresada. Puso rumbo a su domicilio familiar, en Irún, en el País Vasco.
Su recuperación, lenta aunque segura, sufrió un revés este pasado julio de 2023 vio la luz una nueva visita a un hospital de Madrid tras ser operada por un problema de salud. La artista ingresó en la UCI del Hospital Beata María Ana de Madrid por una intervención quirúrgica en el dedo pequeño de una mano.
[Amaia Montero, ingresada en la UCI en un hospital de Madrid tras ser operada]
La cantante de Jueves, como pudo conocer Look, ya está en casa y no ha sido nada grave. "Fue intervenida por el dedo pequeño, pero nada alarmante", explicaba una fuente. Además, Montero tuvo que acudir a la unidad de cuidados intensivos para tratar su problema. "Está bien", han recalcado.
Eso es, al menos, lo que ha trascendido. Eso sí, Amaia ha vuelto a sortear con éxito este bache y hace unos días posó en redes sociales con su hermana Idoia, felices, disfrutando del verano. Este sábado, 26 de agosto, cumple 47 años. EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el entorno de la cantante y se hace ver -igual que hace unos meses- que Amaia está tranquila y en su "lucha diaria".
De ánimo está fuerte. Este sábado tan especial lo pasará junto a su madre y su hermana, y se presupone que será una celebración íntima. No han sido meses buenos para Montero: demasiado trabajo en un momento de gran vulnerabilidad. En diciembre de 2022, se informó de que Amaia Montero habría sufrido un fuerte cuadro de estrés y ansiedad debido a los preparativos de la publicación de su nuevo disco.
El intenso trabajo al que estuvo sometida para que su proyecto musical estuviera perfecto habría sido la causa, así que los doctores que la han tratado le recomendaron reposo y tranquilidad absoluta. Se ha decidido que, por su bien, no se ponga una fecha en el horizonte para su vuelta, por lo que se descarta, de momento, su regreso.
Todo queda en el aire. Junto a Amaia, a su lado, están su hermana y, sobre todo, su madre, Pilar Sardías. Son su motor y también su inspiración. "Ojalá esté cogiendo inspiración y saque ese discazo que queremos los que la admiramos. De los peores momentos surgen grandes cosas", aportó a principios de año un buen conocido de Amaia.
No son su hermana y madre los únicos férreos apoyos y asideros con los que ha contado Amaia Montero en los baches de su vida. La persona con la que se contactó tiempo atrás arrojó tres nombres más, que han estado muy pendientes de Montero en estas semanas a través de su familia, y también en otros tiempos aciagos: los guionistas Javier Calvo (32) y Javier Ambrossi (39), y el artista vasco Karlos Arancegui. Otros, muy conocidos, siguen prefiriendo quedarse en el anonimato.
La muerte de su padre
Su hermana mayor, Idoia, fue quien dio la cara a nivel mediático cuando en octubre de 2022 estalló la preocupación por Amaia Montero. Eso sí, a este periódico también se dejó claro que Idoia no es la representante de su hermana ni lo ha sido nunca.
Explicó entonces quien bien la conoce que la intérprete de temas como Muñeca de trapo es alguien "muy sensible, y no lo ha pasado nada bien en algunos momentos. No sólo por las críticas de las redes y el físico y demás, sino por la muerte de su padre".
Fue en febrero de 2009 cuando José Montero perdía la vida tras dos largos años batallando contra una enfermedad. Fue la etapa más dura para Amaia, pues coincidió en el tiempo con su separación profesional de La Oreja de Van Gogh. Amaia nunca creyó en aquel desenlace.
La fuente con la que se contactó fijó este fallecimiento en un punto de inflexión clave en la vida de Amaia. Un dolor que, a día de hoy, no ha superado del todo, como ha reconocido en varias entrevistas. Tras este golpe vital, la artista descubrió un dolor "que no sabía que existía". Una sensación que ha mantenido hasta hoy y con la que lidia. Un dolor insondable y difícil de digerir.