El marido de Pepa Flores (75 años), Massimo Stecchini, fallecía este domingo 3 de septiembre a los 63 años en su casa de La Malagueta (Málaga) víctima de un infarto. Esta noticia ha dejado completamente devastada a la gran actriz que puso cara a Marisol. Así terminaba un amor de más de 35 años. Ha sido tal el sufrimiento que ni siquiera ha podido acudir al tanatorio para darle el último adiós. Sin embargo, las hijas de Pepa sí se desplazaron hasta el tanatorio Parcemasa para velar el cuerpo de la pareja de su madre.
Tamara Esteve (47) y Celia Flores (42) se despedían de Massimo, dueño de la primera pizzería de Málaga, Trastevere, y su semblante reflejaba la pena y tristeza que ambas están sufriendo. Mientras llegaban abatidas al tanatorio, varias personas de su entorno les arropaban en estos duros momentos entre abrazos, besos y llantos.
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Pese a la presencia de la prensa y las cámaras, Celia llegaba abatida con una camisa abierta de rayas blanca y azul con estampado animal print, una camiseta de tirantes negra y unos vaqueros negros. La hija de la actriz no estaba sola, aparecía acompañada de su hijo, Curro, y el padre del joven, Manuel de la Curra. Sin dudarlo, todos sus seres queridos lloraban junto a ellos y les daban el pésame.
La cantante, incapaz de contener las lágrimas, cayó ante las numerosas muestras de afecto de las personas de su total confianza, quienes no la dejaron sola ni un instante. Rota y desolada, se acercó a abrazar al hijo de Massimo, también en las inmediaciones del tanatorio, quien por su parte conversaba con su entorno sobre la tragedia.
Este día ha sido uno de los peores días de la vida de todo el círculo íntimo de Massimo, pero en especial de su pareja, Pepa, que ni siquiera tuvo fuerzas para trasladarse al lugar.
Un amor de 35 años
Málaga ha sido testigo de uno de los amores más duraderos de los rostros conocidos en España. Fue en la propia pizzería de Massimo donde Pepa y él se conocieron, marcando así el comienzo de una historia que duró más de 35 años alejada del foco mediático.
Fue por aquel entonces, en 1986, cuando la actriz estaba en plena separación de su anterior pareja, Antonio Gades, padre de sus tres hijas. Él falleció en 2004 por cáncer. A lo largo de todos estos años, Massimo ha sido su apoyo fundamental en medio de la locura que supone pertenecer al mundo del entretenimiento y del espectáculo.
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Él le proporcionó la paz, tranquilidad y serenidad que ella necesitaba después de su debut en Un rayo de luz de 1960 y su estrellato en el cine y la música. Poco se conoce de su relación, y escasas fotografías son las que se encuentran de la pareja, sin embargo, hay algo que con certeza se conocía: a su lado vivió los mejores momentos de su vida. Ahora, el fallecimiento de su cónyuge deja un vacío indescriptible en su corazón.