La asistencia de Cayetano Martínez de Irujo (60 años) al bautizo de la hija menor de los duques de Huéscar era un misterio por el conflicto público que mantiene con sus hermanos desde hace varios días. Pero finalmente, el duque de Arjona acudió a la celebración, acompañado de su pareja y con una actitud visiblemente tranquila ante la 'guerra' familiar que enfrenta. Aun así, envió un contundente mensaje a su hermana, Eugenia (54), con quien se ha intercambiado varios mensajes públicos que no han hecho más que confirmar que hay tensión entre ambos.
Esta semana, Cayetano se sentaba en el plató de TardeAR y, entre otras cosas, hablaba sobre la disputa que mantiene con su hermana: "Hemos pasado varias etapas, estoy pendiente de tener una conversación a fondo con ella para empezar de cero una nueva relación. Ya no me necesita". Más tarde, Eugenia Martínez de Irujo le respondía públicamente tras acudir al funeral de Marta Chávarri: "¿Sabes lo que le pasa a Cayetano? Que se aprovecha de que los demás no hablamos. Debe ser eso, porque si no, no lo entiendo".
Este pasado sábado, 7 de octubre, Cayetano intentó aclarar las cosas ante los medios de comunicación congregados en la iglesia de San Román, Sevilla. Firme en su postura, dio a entender que la versión de su hermana no es la correcta. "No hay nada, no hay que sacar las cosas de contexto. Simplemente las cosas son como son. Yo lo tengo todo absolutamente documentado", dijo al reportero de Fiesta.
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Por otro lado, el conde de Salvatierra dejó claro cuáles son sus límites: "Lo que ya no voy a aguantar después de nueve años es que bloqueen el progreso mío, para el futuro mío y de mis hijos. Eso no lo voy a tolerar".
A pesar de la contestación que tuvo por parte de su hermana, no quiso entrar en el tema y aseguró que no se siente "dolido" con su respuesta. "Yo respeto mucho todo lo que hagan los demás, si quieren hacer o si no quieren hacer, si quieren quedarse como están, yo lo respeto". En ese punto, volvió a insistir sobre sus intenciones: "A mí no me van a parar cuando ya concierne en los intereses y el futuro, les repito, mío y de mi familia".
Cayetano Martínez de Irujo volvió a hacer hincapié en sus pasadas declaraciones y explicó: "Lo único que dije es que llevo meses intentando hablar con ella y que no se puede". A pesar de sus desencuentros, el duque de Arjona mostró su deseo de que pueda arreglar sus diferencias con su hermana: "Pues algún día será que nos sentemos y empecemos una relación con punto y aparte".
Al preguntarle si tenía ganas de reencontrarse con sus hermanos en el bautizo de la pequeña Sofía, hija de los duques de Huéscar, Cayetano simplemente respondió: "Vamos a ver, estoy aquí".
Dejando a un lado la disputa con su familia, el conde Salvatierra también se pronunció sobre las buenas noticias de los Alba. En cuanto al regalo de la pequeña Sofía, dijo en tono de humor: "Hay que regalar algo que la niña, cuando sea mayor, recuerde que tenía un tío simpático, que se llama Cayetano, que le hizo un regalo... Porque espero que le guste". Sobre el bebé que espera su sobrino Carlos Fitz-James con Belén Corsini confesó que hasta ese momento no se había enterado que se trata de un niño. "Oye, pues muy bien. Sabía que estaba embarazada, pero no sabía si era niño o niña. Oye, pues va a ser un abuelo muy completo", decía en referencia a su hermano Carlos (75).
Cayetano y Eugenia coincidieron en la celebración del bautizo. Primero en la ceremonia religiosa oficiada en la iglesia de San Román, Sevilla, y más tarde, en el convite que tuvo lugar en el Palacio de Dueñas.