El 5 de septiembre de 2023 perdía la vida la comunicadora María Teresa Campos, a los 82 años de edad, tras una larga enfermedad cognitiva. La mítica presentadora, que marcó un hito en la comunicación española, dejó desarboladas y rotas a sus hijas, Terelu Campos (58) y Carmen Borrego (56). Ambas, en pleno proceso de duelo, han retomado su actividad profesional en la televisión y han hablado de la partida de su madre.
No obstante, no han sido las únicas personas que formaron parte de la vida afectiva y familiar de Teresa Campos que se han manifestado sobre el deceso de la otrora reina de las mañanas. El pasado miércoles 4 de octubre, casi un mes después de la muerte de María Teresa, retornaba al papel couché el último hombre que ocupó su corazón y la hizo feliz durante algunos de los años que duró su romance: Edmundo Bigote Arrocet (73).
El cómico chileno ha concedido unas polémicas declaraciones abordando su historia de amor con la malagueña. Además de sostener que las hijas de Campos no la visitaron en casa tanto como deberían, y que fue él, Bigote, quien sufragó los gastos de los viajes que emprendían -extremos que ya han sido puestos en duda en los platós-, Arrocet ha aseverado lo que sigue: "Teresa se quiso casar para dejarme una pensión".
Una novedosa y sorprendente decisión de Campos que hasta la fecha no había visto la luz. Cuenta Edmundo que un buen día, viendo la televisión, Teresita -como él la llamaba- le propuso contraer matrimonio pensando en el futuro de él, para que tras su muerte el chileno pudiera disfrutar de una pensión de viudedad. Un extremo que EL ESPAÑOL ha podido confirmar tras el avance de Esdiario.
En efecto, Teresa, en su consabido carácter generoso, quiso tener este detalle con el último hombre que ocupó su corazón y la que hizo feliz gran parte de su noviazgo. "Teresa estaba loca de amor, sobre todo los cuatro primeros años de la historia. Los dos últimos ya fueron otra cosa... Pero sí, estaba muy ilusionada y hubiera hecho lo que hiciera falta por procurarle un futuro a Edmundo", desliza una fuente bien informada.
Esta decisión apenas la compartió Teresa Campos con nadie de su entorno más próximo. Sólo con sus hijas, una íntima amiga y asistente, y con un notario amigo, al que llegó a consultar. No sólo una vez: fueron dos los momentos -en la travesía de los cuatro primeros años- que María Teresa se asesoró a este respecto, explican a EL ESPAÑOL. Informa el periodista Jesús Manuel Ruiz que Bigote, en la entrevista, dice la verdad sólo a medias. Miente en el hecho de que él se negara a casarse.
"El último compañero de viaje de la presentadora no dijo que no. No fue así. La primera intención de Teresa fue contraer matrimonio. Dicho en caliente. (...) La pensión de viudedad sería para su viudo en caso de fallecer la protagonista. El matrimonio convertiría en heredero forzoso a su marido. Con testamento o sin testamento. No había otra forma de hacerlo", añade el mencionado periodista en dicho medio.
En esa línea, EL ESPAÑOL amplía la información: "Teresa supo escuchar bien y valorar los pros y los contras. Al final, no hizo nada. Quiso, pero luego pasó el tiempo y ella, diga lo que diga él, se fue desencantando. No digo desenamorando porque ella murió enamorada, pero Teresa sufrió mucho en los últimos años y cuando huyó él. Apenas dormía pegada al teléfono por si él la llamaba. No se portó bien y él lo sabe".
Así las cosas, el trámite para contraer matrimonio y el interés por hacerlo se diluyeron en el tiempo para María Teresa Campos. Terelu y Carmen fueron conocedoras de esta decisión que estudió su madre. De hecho, la propia Carmen aseguró a ese respecto en el extinto Viva la vida que ella no veía con buenos ojos un casamiento de su madre.
Lo entendía, en su opinión, innecesario. Ellas "en ningún momento tomaron partido. Quien diga lo contrario, no conoció a Teresa. Nadie le podía decir nada de su vida, la gobernaba ella sola".
La reacción de Gustavo
Como bien sostiene en la interviú Edmundo Bigote Arrocet, si existe un hombre que conoció a la perfección los sentimientos de la malograda Teresa, ése fue su chófer, mano derecha y suerte de tercer hijo, Gustavo Guillermo. Con él trabajó y compartió Campos sus últimos 33 años.
Sin noticias del exterior desde que entró en Gran Hermano VIP, Gustavo Guillermo ha sido el último en enterarse de la exclusiva que Edmundo Arrocet. Una rentrée de la que Gustavo se ha enterado este pasado domingo, 8 de octubre, y a la que ha reaccionado indignado contra el chileno.
A pesar de que tan sólo el chófer ha visto la portada de la revista, éste no se arredra. "La exclusiva de Edmundo me parece que está fuera de lugar, y más en este momento. Me parece una falta de respeto total", ha sentenciado.
"Es un oportunista, me parece muy fuerte lo que ha hecho", ha aseverado, para añadir: "Prefiero no opinar, iría desmintiendo una por una las cosas que dice". Acerca de aquella boda pensaba única y exclusivamente para la pensión de viudedad, Gustavo sorprende al asegurar: "Es mentira, que yo sepa". El informante con el que contacta EL ESPAÑOL reflexiona: "Teresa tenía toda la confianza en Gus, me extraña que no estuviera al tanto".