Este pasado miércoles, 24 de octubre, salió a la luz una información que ponía en jaque a Eugenia Martínez de Irujo (54 años). Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, un juzgado de la localidad sevillana de Sanlúcar La Mayor citaba a declarar a la duquesa de Montoro por un presunto delito contra el medioambiente por la supuesta detracción ilegal de aguas a través de ocho pozos en la finca Aljóbar, junto al Parque Nacional de Doñana.
Horas después, la empresa implicada, Eurotecnia Agraria S.L, emitió un comunicado en el que desvinculaba a la aristócrata de la gestión de la identidad, además de defenderse de cualquier acusación. La compañía explicaba que es Luis Martínez de Irujo "el miembro del consejo responsable de la gestión de la finca Aljóbar" y que la duquesa de Montoro "no ha participado nunca en la gestión de la explotación".
El comunicado hacía referencia a Luis Martínez de Irujo Hohenlohe-Langenburg, el hijo mayor de Alfonso Martínez de Irujo (73). No obstante, en el informe comercial de la empresa sí figura Eugenia, así como sus hermanos, Fernando (64) y Cayetano (60). Con este último, precisamente, mantiene un conflicto público desde hace varias semanas.
Desde comienzos de octubre, la duquesa de Montoro y el Conde de Salvatierra se han intercambiado varios mensajes que han demostrado que entre ambos hay tensión. El pasado día 6, Cayetano se sentaba en el plató de TardeAR y, entre otras cosas, hablaba sobre la disputa que mantiene con su hermana: "Hemos pasado varias etapas, estoy pendiente de tener una conversación a fondo con ella para empezar de cero una nueva relación. Ya no me necesita". Más tarde, Eugenia Martínez de Irujo le respondía públicamente tras acudir al funeral de Marta Chávarri: "¿Sabes lo que le pasa a Cayetano? Que se aprovecha de que los demás no hablamos. Debe ser eso, porque si no, no lo entiendo".
Esa misma semana los hermanos coincidieron en le bautizo de la hija menor de los duques de Huéscar, donde Cayetano no se volvió a cortar y públicamente intentó aclarar las cosas ante la prensa. Firme en su postura dio a entender que la versión de su hermana no era la correcta. "No hay nada, no hay que sacar las cosas de contexto. Simplemente las cosas son como son. Yo lo tengo todo absolutamente documentado", aseguró. Por otro lado, dejó claro cuáles son sus límites: "Lo que ya no voy a aguantar después de nueve años es que bloqueen el progreso mío, para el futuro mío y de mis hijos. Eso no lo voy a tolerar".
A pesar de la contestación de su hermana, el duque de Arjona no quiso entrar en el tema y aseguró que no se sentía "dolido" con su respuesta. "Yo respeto mucho todo lo que hagan los demás, si quieren hacer o si no quieren hacer, si quieren quedarse como están, yo lo respeto".
En aquella celebración familiar, Cayetano Martínez de Irujo volvió a hacer hincapié en sus pasadas declaraciones y explicó: "Lo único que dije es que llevo meses intentando hablar con ella y que no se puede". A pesar de sus desencuentros, el duque de Arjona mostró su deseo de que pueda arreglar sus diferencias con su hermana: "Pues algún día será que nos sentemos y empecemos una relación con punto y aparte". Al preguntarle si tenía ganas de reencontrarse con sus hermanos en el bautizo de la pequeña Sofía, hija de los duques de Huéscar, simplemente respondió: "Vamos a ver, estoy aquí".
Aunque ha sido semanas de disgustos -primero por las declaraciones públicas de Cayetano y más tarde por la denuncia de la Fiscalía- Eugenia Martínez de Irujo se ha centrado en sus proyectos y en cuestiones que merecen ser celebradas. Entre ambos conflictos se inauguró la exposición La Moda en La Casa de Alba, en la que se recorren dos siglos de la industria a través de más de 100 piezas históricas.
La inauguración tuvo lugar el pasado 19 de octubre y hasta allí se trasladó Eugenia, acompañando a Lorenzo Caprile y Eloy Martínez de la Pera, comisarios de la exhibición, ataviada con un outfit que perteneció a la duquesa de Alba. "Como homenaje a mi madre tuve el honor de ponerme uno de sus vestidos joya Pedro Rodríguez de los años 50", desvelaba ella misma en sus redes sociales.
Un día antes, la duquesa de Montoro hablaba con EL ESPAÑOL y calificaba este proyecto como "una maravillosa exposición". Explicaba que había prestado prendas de su madre, la duquesa de Alba, así como piezas de Tía Sol, hermana de su padre, y su propio traje de novia. La exposición se podrá visitar hasta el 31 de marzo.
Hasta ahora, el proyecto de la Casa de Alba en el que Eugenia ha tenido especial implicación, parece estar teniendo buena acogida. En redes se leen un sinfín de comentarios de quienes desean con ansias recorrerla. Por otro lado, durante los fines de semana y en horas puntas, la venta de entradas estás siendo exitosa.
En medio de este mes tan agridulce, Eugenia Martínez de Irujo también ha disfrutado de momentos entrañables junto su hija, Tana Rivera (24). El pasado fin de semana, madre e hija acudieron a la boda de unos amigos en Sevilla y tras finalizar el banquete, la novia entregó su ramo a la hija de la duquesa de Montoro, quien tras la emoción, compartió su felicidad con su madre.