Hace casi cinco años que no concede una entrevista a un medio de comunicación, su vida está absolutamente centrada en sus negocios, en su pareja, que es anónima y quiere seguir siéndolo, y en su gran orgullo, su primogénito, Christian Lozano (27 años), fruto de su relación con la actriz Carmen Morales (52 años).
Ahora, el respetado empresario Óscar Lozano (50) rompe su silencio y lo hace en EL ESPAÑOL. Cercano y generoso, como siempre lo fue con la prensa, el madrileño responde sin cortapisas a todo lo que se le pregunta y recuerda cómo vivió aquella época de auge llevando el timón de algunas de sus discotecas. La más mítica, Buddha -antes Oh! Madrid-, que era, sin ludar a dudas, el place to be de la capital hasta su cierre.
Las salas VIP del citado lugar de ocio nocturno guardan los secretos más profundos de famosos nacionales, celebrities de todas partes del mundo y hasta de miembros de la Familia Real. Y si las paredes no hablan, mucho menos lo hace Óscar, que se llevará a la tumba intimidades de aquellos ilustres clientes que estremecerían a todo un país. Lo hace por su forma de ser, por respeto y por su infinita profesionalidad.
[Qué fue de Óscar Lozano, el famoso empresario que fue pareja de Belén Esteban y Carmen Morales]
Óscar, hace mucho tiempo que no se prodiga por los medios de comunicación, ¿a qué se debe este alejamiento del foco mediático?
Principalmente ha sido porque en 2014 me fui a vivir a República Dominicana. Estuve cuatro años allí, creando un concepto de hoteles en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, y dejé de lado el mundo de la hostelería, el ocio y el espectáculo. Mi familia fue la que creó el ocio nocturno en Madrid y en España, pero falleció mi tío, Cris Lozano, en 2018, y mi papá también falleció en 1996. Mis otros dos tíos ya están también retirados... Y en 2014, cuando pasó lo del Madrid Arena, aquella desgracia en la que murieron cinco chicas, cambió todo. Antes podía haber cuatro personas por metro cuadrado y después de este desastre lo cambiaron a una persona por metro cuadrado. Empezaron a ponernos problemas con los aforos, con las licencias y yo, que tenía el proyecto de República Dominicana desde 2006, decidí retomarlo y gestionarlo. Alquilé los locales que teníamos en Madrid y en toda España y me dediqué a eso. Una vez allí, pues, por circunstancias de la vida me retiré de todo esto del ocio y de la prensa. He estado desde los 14 años en este mundo, ¿eh? Y siendo personaje público desde los 19.
Es que era imposible hablar de Oh! Madrid o de Buddha y no hablar de famosos y grandes fiestas. Y por tanto, prensa.
Sí, es que nosotros siempre hemos tenido negocios que han sido punteros. Íbamos siempre a un público bueno, de cierta edad, de un estatus social interesante y todo eso se llevó a la vida pública. Ya lo habéis visto en los medios durante más de 20 años: deportistas, actores de Hollywood, cantantes, gente normal también, empresarios... Todo lo importante que sucedía en el tenis, en el fútbol o en el baloncesto, se celebraba siempre en nuestros locales. Primero en el Oh! Madrid, que abrimos en 1980 y después en el Buddha.
[Muere Cris Lozano, el exmarido de Jacqueline de la Vega y tío de Óscar Lozano]
¿Qué recuerdos tiene de aquella época de vorágine mediática en la que los paparazzi le seguían y Buddha era el lugar de moda?
Tengo tantos recuerdos, han sido tantos años... qué te puedo decir. A mí siempre me ha gustado hacer feliz a los demás para ser feliz yo. Ha sido un sitio tan emblemático que yo creo que nunca más va a volver. El que lo vivió, lo vivió. Y el que no fue, no podrá vivirlo nunca.
Cuénteme alguna anécdota llamativa protagonizada por algún famoso en Buddha.
Una de las noches más importantes que hubo fue el cumpleaños de David Beckham. Él acababa de aterrizar a Madrid, llevaba poquito tiempo, todavía Victoria no vivía aquí en España. Luego a los meses ya sí se vino con toda la familia. Celebró su cumpleaños en Buddha a puerta cerrada con un montón de artistas invitados. Salió en todos los periódicos del mundo, en las televisiones... Invitó a gente de su plantilla, del Real Madrid, pero también vinieron Elton John, Naomi Campbell, Elle MacPherson y un montón de estrellas internacionales.
Cuente más detalles de ese cumpleaños, ¿qué se bebió, por ejemplo?
Todo estaba pensado al detalle por parte de Victoria: manteles de diseño, champagne traído de Francia, un decorador de Inglaterra, otro de Estados Unidos. Es un recuerdo que tengo muy bonito porque ver a todas esas personas reconocidas disfrutando en la sala a puerta cerrada en un cumpleaños como el de David Beckham, que en ese momento estaba en plena explosión... fue increíble.
¿Qué sucedió allí?
No te lo puedo contar. ¡Tampoco sucedió nada malo! Pero eso se tiene que quedar en mi intimidad. Como anécdota, pues imagínate, Victoria lo hizo de maravilla. Fue una cosa increíble.
¿Cuánto dinero se dejó Beckham aquella noche?
No puedo decírtelo, eso es muy privado.
¿Alguna anécdota más?
¡Claro! El día que la Selección Española ganó el Mundial de Fútbol. Fue en el verano de 2010. Se cerró el Buddha para toda la familia y todos los jugadores. Eran 300 personas. Una fiesta increíble, la verdad.
Famosos y celebrities de todos los colores, pero ¿personas de la Familia Real?
Algún miembro de la Familia Real sí. Es cierto que el Rey de ahora, Felipe VI, sí que frecuentaba Oh! Madrid, yo recuerdo haberle visto y lo conocí en esa época, pero ya como Rey, no. Era en su época de príncipe de Asturias. Pero sí, algún miembro de la Casa Real ha frecuentado otros locales.
¿Usted se llegó a hacer rico con todos estos éxitos empresariales?
Yo me he hecho rico de amor, de conocimiento y de experiencia.
Hombre, usted ya sabe a lo que me refiero.
Todo depende de lo que tú consideres ser rico. Yo lo soy en sabiduría, en cariño, amor... El dinero: un día tienes más y otro día tienes menos. Para mí un hombre rico económicamente es el dueño de Zara. Yo, no. Soy una persona con muchas experiencias en la vida, eso es lo importante, lo que nos vamos a llevar. Si volviera a nacer, no cambiaría nada de lo que he hecho en mi vida.
¿Cuál es el secreto para mantener una buena relación con una expareja? Le ha pasado con Carmen Morales y con Belén Esteban.
Una de las cosas que aprendí de mi tío, que era mi padre espiritual, Cris Lozano, es que en la vida todo lo que uno siembra es lo que recoge y lo que uno da es lo que recibe. Cuando yo he estado con una persona, sea conocida o no, porque, como sabes, no he estado con una ni con dos mujeres conocidas que han sido mis parejas: lo que he hecho ha sido quererlas, amarlas y respetarlas. Como tú puedes hacer con tu madre. Mira, un día mi madre me dijo: "Hijo, ¿tú a mí cuánto me quieres?" y yo le respondí: "Mamá, eso no lo puedo calcular. Yo te quiero infinito" y me dijo: "Pues imagina lo que tu hijo quiere a su madre, como tú me quieres a mí". Entonces ella me enseñó a que las mujeres para mí son sagradas. Sobre todo, la madre de mi hijo, a la que quiero, respeto y le deseo toda la felicidad.
Es otra forma de amor, ¿no?
No, es que es un amor más importante. Porque tú con tu pareja convives y si no eres feliz por lo que sea, te separas. Pero el amor y el respeto a la madre de mi hijo es de por vida. Aún así, cualquier persona que haya compartido mi vida conmigo en cualquier momento, si necesita algo de mí y lo tengo, se lo voy a entregar.
¿Está enamorado ahora?
Para que veas cómo es la vida. Llevo cuatro años con una persona, que es anónima, no es conocida, y he encontrado con ella el equilibrio emocional. Lo más importante de la vida es sentirte bien contigo mismo y con todo lo que te rodea. Yo soy muy espiritual, aunque soy cristiano y católico y apostólico, soy budista y he encontrado con ella el equilibrio emocional y espiritual. Soy superfeliz con ella. Tiene dos hijas, a las que quiero como si fueran mías. La mayor se llama Alejandra y tiene 14 años; la pequeña tiene 11 y se llama Daniela. Estoy en ese momento de mi vida en el que no tengo la necesidad de publicar nada en las redes sociales o contarlo en la tele. Eso ya pasó. Y ahora no quiero hacer exclusivas ni nada: sólo vivirlo, sentirlo y compartir mi felicidad con ella.
El pasado fin de semana su hijo, Christian Lozano, fruto de su amor con Carmen Morales, cumplía 27 años. Él, que es hijo de dos personas famosas, es el claro ejemplo de que quien no quiere no sale, ¿no?
Totalmente de acuerdo contigo. A mi hijo, desde pequeño, lo ha seguido prensa: a sus cumpleaños, al colegio, pero fíjate si es una persona discreta que no tiene ni redes sociales. No cuenta nada de su vida, es muy discreto a todos los niveles. Él estudió Turismo y trabaja en un hotel. Es bueno, noble, cariñoso, educado, elegante... No es porque sea mi hijo, pero no sabes la suerte que hemos tenido Carmen y yo de tener un hijo como el que tenemos.
¿Cómo fue la celebración? Hemos visto que estaban Carmen, Shaila...
Fue en casa de Carmen. Siempre hemos tenido muy buena relación. Es que es mi familia. Marieta era mi suegra y Antonio era mi suegro. Los he querido con locura, los añoro, me acuerdo de ellos... A pesar de la separación entre Carmen y yo, siempre me trataron con muchísimo respeto y muchísimo cariño.
¿Se puede ser amigo de un hijo?
Yo tengo una mentalidad moderna. Yo tuve a mi hijo con 23 años, era muy joven. Él ha crecido a mi lado y yo al suyo. Somos amigos, me ha contado sus secretos, yo le he enseñado cosas de la vida que no tuve con mi papá, que era otra mentalidad y otra época. Soy un tío moderno y mi hijo me llama para contarme sus problemas, debilidades, alegrías...
¿Le da consejos?
Siempre. Como padre y como amigo. ¡Hasta salgo con él! Algún fin de semana, alguna noche. Hemos tenido la suerte de que nunca hemos tenido que regañarle ni castigarle. Es muy, muy bueno. Qué suerte hemos tenido con él.
¿Se verían juntos haciendo algún proyecto en televisión, algún reality?
Sí, sí. Yo he tenido ofertas de cosas en este tiempo. Ahora estoy muy tranquilo, en una relación con una persona anónima que no quiere ser conocida. Si salgo ahí, se da la vuelta todo. Yo sé cómo funciona esto. No puedo decir de esta agua no beberé, pero bueno, ¿por qué no?
Para concluir, cuente algún deseo personal y profesional con vistas al 2024.
Que me quede como estoy. Seguir con mi vida personal como estoy, feliz, tranquilo y así quiero seguir. Hay que cuidar ese amor y protegerlo para que dure muchos años. Y en lo profesional igual, seguir creciendo y ayudando a los demás. Que me quede así, no quiero más cambios, no soy avaricioso. No deseo tener el fin del mundo. Soy feliz con lo que tengo.