El tenista Rafael Nadal (37 años) y su esposa, Xisca Perelló (35), vivieron el día más feliz de sus vidas el 8 de octubre de 2022. Después de meses de espera -y de incertidumbre por el ingreso hospitalario de Perelló semanas antes-, el tenista de Manacor y su mujer dieron la bienvenida en Palma de Mallorca a su primer hijo en común, un niño, al que llamaron Rafael, en honor a su padre.
Este nacimiento, como es natural, colmó de felicidad tanto al matrimonio como a todos sus familiares y amigos. La madre y el bebé, que nació en la semana 37 de gestación, abandonaron el hospital a los pocos días en compañía del deportista. Muy poco más se ha conocido del vástago del as de la raqueta.
Discretos como son con su vida privada, Rafael y Xisca se han mostrado reacios a radiar su parcela más familiar. Su vida, como siempre, transcurre de puertas para adentro. Sólo en su Instagram Rafael Nadal colgó una instantánea, el 27 de julio del presente año, en la que se veía a la familia disfrutando de sus vacaciones, a bordo del barco del celebérrimo tenista, y de espaldas a la imagen.
En la instantánea se intuía la cabeza del recién nacido, así como la complicidad de unos padres arrobados y entregados. "Soy como cualquier otro padre", ha asegurado recientemente Nadal. Rafael y Xisca, como progenitores primerizos, se desviven por el pequeño Rafael. Es el centro de sus vidas.
Un año después del nacimiento que cambió sus vidas, EL ESPAÑOL ha podido contrastar, con el hermético y fiel entorno de la pareja, algunos datos en exclusiva. Describen al pequeño Rafael como un "crío muy vivaz" y espabilado.
En torno al pasado domingo 8 de octubre de 2023, con motivo del primer cumpleaños del vástago de la leyenda del tenis, se explica que se celebró una fiesta, íntima y familiar, a la que no faltó la familia más directa de los padres del menor.
En cuanto al gran proyecto de la casa que se estaban construyendo Nadal y Perelló, se confirma a este periódico que la familia ya está instalada en su nueva ubicación. No hay que olvidar que la mayor ilusión de la pareja era inaugurar, en este 2023 que está a punto de terminar, su flamante hogar, máxime desde que se convirtieron en padres.
Finalmente, lo han podido conseguir. Hace casi tres años, la pareja comenzó, desde cero, con las obras de la residencia de sus sueños. El inmueble dispone de una privilegiadas vistas panorámicas a toda la ensenada natural del puerto. Tras meses de intenso trabajo por parte de los albañiles, técnicos e instaladores, el trabajo terminó antes del pasado verano.
Y fue, de acuerdo a los datos que se trasladaron entonces a algunos medios, en el transcurso del período estival cuando Rafael y Xisca se instalaron y estrenaron su nueva etapa vital. El arquitecto que se ha puesto al frente de esta obra es un gran conocido de la familia Nadal, Tomeu Esteva.
Para quien no lo sepa, Esteva es hijo del aparejador Antoni Esteva, fundador de un despacho con una sobresaliente trayectoria, y hermano de la diseñadora Cortana. Desliza quien está capacitado para hacerlo que en la casa de Rafa y Xisca predominan las estancias de mármol, uno de los requisitos de la pareja.
La felicidad que le brinda el pequeño Rafael y el estreno de su fabuloso hogar son las dos grandes alegrías en las que se refugia Xisca Perelló tras el fallecimiento de su padre, Miquel Perelló Mas, el 20 de abril a los 63 años de edad. El golpe más duro que pudo recibir Xisca, pues su progenitor era, además y sobre todo, su guía y referente.
Conocido como Patró en su círculo más íntimo, el padre de Xisca era un reconocido empresario en el sector de la construcción. Protagonizó una larga enfermedad que llevó en la más estricta intimidad.
Muy querido en su Manacor natal, este fallecimiento ha dejado desolada a toda la familia, tanto a su adorada hija, María Francisca Perelló -conocida públicamente como Xisca-, como a su mujer y razón de amor, María Pascual. Su último adiós tuvo lugar en la Parroquia de Cristo Rey de Manacor, después de haber velado sus restos mortales.
Xisca y su padre estaban profundamente unidos. "Se trataba de una relación única, muy especial. Él fue el ejemplo de Mery, de vida, de trabajo...", se expuso hace un tiempo. Explicó a EL ESPAÑOL una fuente de total solvencia que la única alegría, cuando no consuelo, que sintió Xisca es que su padre pudo conocer a su hijo, y disfrutó de él y de su faceta como abuelo.
Nadal y su papel de padre
"Si todo va bien, sí, voy a ser padre", fueron las primeras, y escuetas, palabras que entonó el tenista Rafa Nadal sobre el embarazo de su mujer, en junio de 2022, en una rueda de prensa que se organizó en el Mallorca Country Club. Nadie se esperaba por aquel entonces esas declaraciones del de Manacor sobre su vida personal y familiar, pues el deportista mallorquín siempre ha sido especialmente celoso de su vida privada fuera de las canchas.
"No hablo de mi vida personal, pues ya estoy suficientemente expuesto en mi vida profesional", apostilló Nadal en junio a modo de disculpa, después de reflexionar: "La forma en que cambiará mi vida o me afectará no la sé, porque no lo he vivido, no he vivido esa experiencia. Pero no creo que suponga un cambio en mi vida profesional".
A este periódico se informó hace un tiempo que Rafael había experimentado un gran cambio a raíz de su paternidad. No sólo a nivel público. También con su familia y amigos: "Se ha notado mucho. La paternidad le ha cambiado bastante. Está todo el día muy pendiente del teléfono". Y añadían: "Con la prensa se habrá dado cuenta de que le apetece hablar en un momento dado, y contar algún detalle, por deferencia a tantos años y por el cariño que le muestran".