El mes de mayo de 2019 fue el más difícil y aciago en la existencia de los Casillas y Carbonero. La vida de la periodista Sara Carbonero (39 años) cambió para siempre. Al menos, sus prioridades y escala de valores. A los pocos días de sufrir su por entonces marido, Iker Casillas (42), un infarto agudo, la periodista informaba de su revés de salud.
"Esta vez me toca a mí. (...) Los médicos me vieron un tumor maligno en el ovario y ya he sido operada", compartió. Los doctores alertaron a Carbonero tras una revisión, tal como relató ella misma: "Afortunadamente lo hemos pillado a tiempo". Informó la reconocida profesional que quedaban por delante "meses de lucha" y de tratamiento, al tiempo que se mostró tranquila: "Todo va a salir bien".
En efecto, así fue y Sara pudo recuperar su vida tras ese rasgón complicado. Eso sí, en 2022 protagonizó otro pequeño susto de salud. En concreto, el 21 de noviembre del pasado año, durante una de sus rutinarias y periódicas revisiones médicas. La de Toledo tuvo que ser operada de urgencia en la prestigiosa Clínica Universitaria de Navarra, con sede en Madrid.
[Sara Carbonero acude a una nueva revisión médica tres semanas después de su operación de urgencia]
Fue intervenida por consejo médico, tres años después del cáncer de ovario. Eso sí, entonces su entorno negó que se tratara de una recaída en dicha enfermedad. Fuerte como es, Carbonero recibió al alta y se terminó de recuperar en su domicilio. Un año después, EL ESPAÑOL conoce cómo se encuentra la periodista y presentadora.
Sara está en su mejor momento. No hay una parcela de su vida en que le renquee la suerte. De la enfermedad, se hace constar que está "bien, todo en orden". Cumple, con nota, las revisiones y ha aprendido a vivir sin ese miedo natural, aunque con la responsabilidad y el respeto de siempre. En el plano laboral, tampoco debe quejarse Carbonero.
Está triunfando junto a su gran amiga Isabel Jiménez (41) con su firma de moda Slowlove, y el trabajo en otras áreas tampoco le falta y son muchos los proyectos que se le han planteado. "Estoy contenta. La marca va muy bien y estoy escribiendo y viendo cositas para volver poco a poco al periodismo de entrevista, que a mí me gustaba", ha confesado en ¡HOLA!
Y añade: "También me gusta mucho la radio y el formato pódcast... Voy a ir viendo, pero, como te digo, ahora mi mayor proyecto es mi familia y mi tranquilidad y estar aquí en estas causas que me llenan mucho el corazón".
En estos momentos, su mayor prioridad, en efecto, son sus hijos, Martín y Lucas. En ellos se ha volcado en el último tiempo de su vida.
Ejerce como madre todo el tiempo que la profesión le permite, y así define, en la citada publicación, esa parcela de la que no es nada dada a hablar en público: "Hay que estar muy encima de la educación emocional de nuestros hijos en este mundo, en esta época que les ha tocado vivir. Soy una madre muy chapa, pero hay que hablarles...".
Termina su reflexión, en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño organizada por UNICEF España: "Porque si no les hablas y no les escuchas, ¿cómo te van a contar? Lo hablaba en el proyecto del bullying: si no me siento en el coche con ellos y me busco mi rinconcito... No me voy a enterar, y yo me quiero enterar de lo que pasa".
El amor también sonríe, a mandíbula batiente, a Carbonero: su historia de amor con Nacho Ortiz Taboada, músico de profesión, va sobre ruedas, y ambos continúan disfrutando de la solidez -y discreción- de su relación. Los enamorados, como avanzó EL ESPAÑOL a principios de año, viven bajo el mismo techo y, poco a poco, su calendario laboral se ha ido acoplando al sentimental. Prácticamente, son inseparables.
Carbonero conoce al entorno del cantante, y éste hace tiempo que es uno más en el de ella. Tan es así que el pasado mes de marzo este periódico recogió un gesto muy significativo que demuestra cuál es el grado de compenetración de la pareja y la naturaleza de sus sentimientos: Sara llevó a Nacho a su pueblo natal, en Toledo, a Corral de Almaguer. Un viaje que denotaba la seriedad de su romance.
Los que conocen a Sara saben lo que es para ella su pueblo toledano; su raíz, su centro. El lugar al que siempre regresa: su hogar. La periodista, y exmujer de Casillas, cuenta con su propia casa en el municipio y visita Corral varias veces al año. Uno de esos períodos especiales del año en que Sara retorna a sus raíces es la Navidad. Este año no será una excepción.
La que fuera presentadora de Informativos Telecinco tiene pensado viajar a Toledo, en los días previos a Nochebuena, junto a sus vástagos y su actual razón de amor. Allí, le esperan las dos personas que son pilares clave en su vida: su madre, Goyi Arévalo, y su hermana, Irene Carbonero (35).
Sara y el amor
Cabe recordar que fue en abril de 2022 cuando se hizo pública la relación entre Sara y Nacho. Fueron vistos el 10 de abril en una discoteca de Madrid. Estuvieron en buena compañía, la de Isabel Jiménez y el marido de ésta, Álex Cruz.
Esta reunión no es casual, pues según se aseguró Nacho es amigo de Isabel Jiménez, pero, sobre todo, de su marido, Alejandro. "Los dos se conocen desde hace años y les une la pasión por la música", se aseveró entonces.